Un ángel con cuernos y cola

Capitulo 2

Entramos al salón y de inmediato las chicas fijaron su vista en Will, esto era lo que más me enojaba, que toda fémina que se cruzara le hiciera ojitos de becerro. Mientras íbamos cruzando por el salón ambos íbamos saludando, a veces me sentía como si fuera una estrella, solo faltaban los flashes de las cámaras.

Will y yo teníamos bastantes amistades pero solo nos teníamos el uno al otro para dar y recibir la confianza, ya saben el dicho: "Los verdaderos amigos, se cuentan con los dedos de una mano"

- Zorras – murmure lo suficientemente bajo para que Will me escuchara – son todas unas zorras

- Cálmate, no seas celosa, soy todo tuyo – me dijo pellizcándome la nariz

- Auch – le di un manotazo – claro que eres mío - si amigos, soy una celosa, no me juzguen, es mi único amigo verdadero

Nos fuimos hacia nuestros asientos, que estaban casi al final del salón, y empezamos a sacar nuestras cosas cuando la reina zorra llegó, Angelique. Si, tiene nombre bonito y si es muy hermosa (obvio, no tanto como yo), pero es una zorra total, no me sorprendería si ya no apretase bien. Ah otra cosa, es súper inteligente. Zorra, pero inteligente

- Ahí viene tu amiga – dijo Will barriéndola con la mirada, que al parecer Angelique se dio cuenta y movió más sus caderas para acabar con un guiño matador

- Se te está saliendo la baba – gruñí

- Tranquila fiera – se acercó y me dio un beso en la mejilla, giré hacia Angelique y le dediqué una sonrisa. Él me quiere a mí, estúpida. Cuando Will se dio cuenta me miró mal

- A veces olvido tu pequeña mente astuta – le molestaba que hiciera eso. Tengo la mala costumbre de "calcular fríamente" las cosas para que sucedan a mi conveniencia

- Vamos no te enojes, sabes que es algo difícil para mí – cuando vives con dos grandes empresarios empiezas a copiar algunos hábitos

- Sí, pero sabes que me molesta – seguía sin verme porque si volteaba y veía mis ojitos de corderito iba a caer rendido

- Mírame

- No

- Mírame

- No

- Mírame – me vio de reojo y fue todo lo que necesito

- Te odio – sus ojos brillaron no con odio precisamente y le di una sonrisa triunfadora

El primer periodo pasó lento e insoportable, tener dos horas calculo y después dos horas Física, era la muerte y más aún cuando mueres de hambre. Por suerte y justo cuando mi estómago estuvo a punto de gruñir la campana sonó y todos salimos como alma que lleva el diablo, ¡necesitaba comer!

Llegamos y rápido encontramos una mesa, mientras yo compraba Will se quedaría para que nadie nos la quitara.

Iba lista con las dos charolas cuando vi quien estaba sentada en el regazo de Will, hice mala cara.

- Angelique, querida, no entiendo porque te sigues escapando de tu jaula, los de la perrera deben de estar buscándote como locos – le di una "amistosa" sonrisa – largo – tanto mi tono como mi cara se pusieron serios y fríos

- De hecho – la chica me vio con triunfo – William me acaba de invitar a sentarme – me gire hacia mi mejor amigo y él evitó mi mirada. Vi la escena mejor y descubrí la movida, chica astuta. había embobado a Will con sus atributos y como todo buen hombre, se volvió un idiota (más) y le dio lo que quería, rodeé los ojos.

- Me voy – dije, desinteresadamente y dejándole ganar esta batalla a la zuripanta aquella – no me gusta comer con animales – me levanté

- Hermosa-