Capítulo 18

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Rodrigo como siempre me saludó con un beso en la mejilla, me quedé un rato platicando ahí, sentí un tironcito en mi cabello y ahí esta Byron con Sasha, se acercó a revolverme el cabello, y a compartir unas cosas conmigo, saludó a los demás y se fue agarrándole un poco la pompi a Sasha, reí, esos dos siempre se andaban toqueteando

Cuando el timbre sonó la marea de estudiantes comenzó a entrar, vi el auto de Will llegando y bajándose a toda prisa y reaccioné rápido, tomé a Rodrigo por el cuello de la camisa y lo arrastré hacia un lado para que Will no nos viera, nos movimos hasta llegar a un salón vacío

- Te necesito – le dije
- ¿a qué?

- Ven, vamos al bosquecillo – levantó una ceja y rodé los ojos, brincamos la ventana y caminamos hasta llegar a una parte más o menos alejada y escondida. Una vez me perdí y llegué hasta aquí unos chicos estaban cogiendo y la chica preguntó que si nadie los vería el chico le dijo que no, este lugar era bastante seguro. Salí corriendo

- ¿Eli?, no vas a matarme ¿verdad? – reí un poco

- No Rodrigo, no voy a matarte, ya te dije te necesito – en ese pequeño espacio estaba un tronco caído, me senté en él, mi amigo se quedó parado viéndome, me empecé a poner roja y lentamente se me acabó la valentía, ay Cristo ¿Qué hice?

- ¿Eli? – respiré hondo

- Veras, tuve un sueño bastante peculiar…

Le empecé a contar todo y el me miraba con atención, cuando acabé él se quedó serio, tal vez no fue buena idea

- Me estás diciendo que te ayude a llegar al orgasmo – me miró confuso - ¿no puedes tu solita? – no lo dijo en plan defensivo si no curioso

- No… - me puse más roja –me he tocado pero nunca acabo

- Awww, cosita – se acercó y me paró

- Imagino que no quieres tener relaciones – negué con la cabeza, aun no estaba segura, estaba cien por ciento segura de que Rodrigo no traía condón y yo no estaba con otro método anticonceptivo – ¿entonces te parece si te tocó? – se acercó y me besó el cuello y su manos se metió bajo mi falda acariciando mis muslos - ¿quieres que baje? – asentí – Mmmmm… trato - ahora si andaba depilada, date gusto cariño

- Una cosa más – dije ya sin aliento – no puedo dejarte así, ya van dos veces que te dejo de la misma manera, enséñame como se hace y así los dos vamos a estar a mano ¿te parece? – su sonrisa se hizo más grande

- No puedo rechazar una chupada y menos de ti – iba a contestar pero se fue a mis labios, contoneé mis caderas queriendo ya sentir sus dedos o su lengua en mi zona intima, se dio cuenta y metió su mano – dios Eli, ¿qué sueño tuviste para que estés así de mojada? – uno con mi mejor amigo, haciéndome un perfecto oral

- Tengo una imaginación muy grande – metió su dedo en mi entrada y suspiré – ah… eso se siente bien – Rodrigo comenzó a mover su dedo entrando y saliendo y tocando mi punto más sensible, mis caderas comenzaron a moverse

- ¿Más rápido? – dijo lamiendo mi cuello, yo asentí y cuando sus dedos fueron más rápidos arqueé la espalda. Necesitaba… me desabroché la camisa y toqué mis pechos para deleite de Rodrigo , su mano sacó un pecho y comenzó a besarlo morderlo y lamerlo

- No pares – mejor que el sueño sin duda

- Me encantan tus pechos – enterró su cara y dio pequeños besos

- No me… dejes marcas… ah – sus dedos me estaban matando

- Tranquila, no lo haré – le tomé del cabello y lo besé

Un ángel con cuernos y colaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora