Capítulo 28

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Morgan y yo nos estuvimos besando hasta que la siguiente clase empezó, él se fue a la suya y yo a la mía, ya estaba feliz, muy feliz, los besos de Morgan ponían feliz a cualquiera, cuando llegué vi que Sarah ya estaba en su lugar y William le estaba acariciando el cabello y la mano, el efecto de los besos de Morgan se fue

Llegué y los ojos de Sarah se iluminaron, yo le sonreí

- Hola, chica, ¿Cómo te sientes? – me puse a su lado

- Bien – aún se notaba mal

- ¿segura? - ella asintió y me sonrió – bien si necesitas algo, dímelo y por cierto gracias por lo de la licencia, luego te doy un paseo en mi carro – le guiñé un ojo y ella rio un poco

- Vaya, a mí no me has dicho nada de eso – me encogí de hombros

- No te lo mereces – el negó mientras se reía un poco

Conforme pasaron los días, me fui alejando de will y Sarah un poco, tal como me dijo Morgan, tenía la distancia perfectamente medida y la verdad estaba sintiéndome un poco cómoda. Si, los celos seguían ardiendo como el infierno pero no podía hacer otra cosa que tragármelos.

Seguía viéndome con Rodrigo y Morgan a veces salía con uno y otras con el otro, el punto era distraerme y vaya que lo estaban logrando todo estaba bien y yendo de maravilla

Sarah

Veía como Eli se reía a carcajadas por algo que había dicho Rodrigo, sabía lo que pasaba y en definitiva no me gustaba, no quería que se alejara de nosotros, aunque Will lo escondiera, él también le dolía que su amiga estuviera distante.

Lo miré y noté como sus ojos brillaban con algo de celos

Ve con ella, tráela, por favor

Pero no pasó nada, él se levantó y me dio una sonrisa divina, le sonreí de regreso, tomó mi mano y nos fuimos al carro, vi de reojo como la cara de Eli cambiaba un poco y como Rodrigo le robaba un beso con tal de distraerla, si lo logró no lo supe, aunque era muy poco probable.

Nos subimos a su carro y fuimos a mi casa

- ¿quieres pasar? – los ojos de Will se volvieron cautelosos

- Claro – entramos y de inmediato el silencio nos saludó – vaya, es hermosa tu casa – necesitaba algo

- Gracias, es linda pero los recuerdos buenos, son contados, mi infancia no fue muy risueña, mis padres se la pasaban peleando, el descaro de mi padre cuando traía a sus amantes y la histeria de mi madre por tales cosas, eran pan de cada día – me fui a la cocina para llenar un vaso de agua, William me siguió

- Oh, lo siento

- No te disculpes, está bien, pasó hace mucho – pero aún seguía doliendo demasiado. Sentí unos brazos rodeándome y el perfecto calor de Will, me giré y vi sus hermosos ojos, subí mi mano hasta su mejilla y la acaricié

- Sarah, no sabes cuánto me gustas – descanso su frente contra la mía y le robé un suave beso, él rio – sí, si lo sabes

- Si, si lo sé – ambos nos quedamos así, disfrutando el uno del otro, hasta que sus labios me tentaron y lo volví a besar, esta vez más largo.

Sus labios se movían deliciosamente contra los míos y su lengua comenzaba a hacer acto de presencia robándome ligeros jadeos, sus manos se fueron hasta el final de mi falda y se escabulleron para acariciar mis muslos y después de mi trasero, solté un gemido que de inmediato puso a will en acción. Me levantó sentándome en la encimera y haciendo que mi falda se levantara por completo dejando ver mi ropa interior y la ligera mancha de humedad que comenzaba a crecer

- Tal vez – dijo entre besos – deberíamos ir arriba – lo acerqué más a mi hasta que lo sentí duro contra mi entrepierna, el gruñó y mordió mi labio

- Casi no usamos la cocina – le sonreí juguetonamente, me volvió a morder el labio para después chuparlo

- Tienes unos labios hermosos – se fue a mi cuello dando besos húmedos hasta mi oído – tanto me los he imaginado rodeándome – hizo un ligero movimiento indicándome el lugar

- Algún día – le dije cien por ciento segura, quería probarlo – en lo mientras... - me rocé contra él

- Lo que quieras – bajó su mano y comenzó a masajear ese pequeño punto dándome todo el placer necesario - ¿te gusta? – no podía articular palabra, William tenía unas manos mágicas, así que asentí. Poco después hizo a un lado la tela y acarició para después introducir sus dedos, mis gemidos se hicieron más fuertes

- Will... necesito... te necesito a ti... - dije muy a duras penas, él se separó un poco

- No tengo condón, hermosa – me estiré y vi como William veía mi centro así que abrí más las piernas, su mano comenzó a tocar de nuevo en lo que yo abría cajones buscando el paquete de condones.

Mi madre traía de vez en cuando a uno que otro hombre, así que tenía condones en todos lados, también diciéndome que los usara, porque decía que todavía era muy joven para ser abuela. Cuando los encontré estaba ya el doble de húmeda

- Yo si – me miró sorprendido – luego te explico – lo tomé y desabroché su pantalón, quiso robarme el condón pero no lo dejé así que mientras yo se lo ponía el me acariciaba y me bajaba las bragas hasta que estuvieron en el suelo

- ¿lista? – su miembro resbalaba en mi entrada

- Lista – enrollé mi piernas en su cadera y con eso el entró, ambos jadeamos y comenzamos a movernos

Mientras nos movíamos algunas cosas comenzaron a caerse y es que estábamos en un ritmo muy bueno, se veía la experiencia de will, tal vez no tanto como la de aquel hombre hace un año pero perfecta para acabar en un glorioso orgasmo

- ¡oh dios, lo siento! – la voz de mi madre me hizo recobrar algo de cordura, will se iba a salir pero lo paré y lo abracé más fuerte

¡MAMÁ! 

Otrooo cap, uno muy hot y con poquito humor, pero quien los manda a hacerlo en la cocina, ¿verdad? 

Disfrutenlo, dejen sus hermosos voto y nos leemos en el proximo cap

Lofiu <3

Un ángel con cuernos y colaWhere stories live. Discover now