Hay personas que nacen con un encanto natural, tienen una belleza sin igual que nunca pasa desapercibida, pero a veces, son mascaras que esconden una fiera personalidad o una astuta mente como Elizabeth por ejemplo, destinada a la grandeza, pero tod...
Llegó el receso y aún no estaba lista para hablarlo, así que rápido le mandé un mensaje a Rodrigo y justo cuando Will comenzó a decir mi nombre Rodrigo me levantó del asiento
- Vida mía – me sostuvo con una mano en la cintura, Will frunció el ceño – me prometiste hacerme cositas ricas, vámonos – escuché como Sarah se ahogaba con su agua y Will se quedaba en shock, yo estaba a nada de soltar la carcajada – no te vayas a reír – la mano de Rodrigo me fue guiando hasta que llegamos al patio – cuando nos sentamos no aguanté y comencé a reírme
- William te va a matar – no podía calmar mis carcajadas mientras que Rodrigo hacia muecas dándose cuenta de lo que había hecho
- Bueno ya, vale – dijo algo en español que no entendí pero se veía molesto
- Awww, ya perdón – me sequé las lágrimas – gracias, te debo una grande – me acerqué y le di un beso en la mejilla, poco a poco fueron llegando los demás
- Debes de hablar con él – me dijo por lo bajo, chequé mi reloj, diez minutos
- Voy – me levanté y me despedí, Rodrigo me dio un guiño
Fui a la mesa donde estaban mis otras amistades y estos se me quedaron viendo
- ¿Ya te dignaste a aparecer? O seguirás con los sustitutos – dijo Mike con sorna y burla, nunca nos caímos bien
- Ve y enciérrate a un anexo, ahí estarás mejor – le dije dulcemente y batiendo las pestañas, todos rieron
- Nos cambias Eli, partes nuestro corazón – Byron, un chico de piel oscura, chispeantes ojos negros y una sonrisa con una blancura surreal Nota chiquita: imaginen a Michael más joven 🤭)
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- Que nenas – todos sonrieron
- Puedes sentarte aquí – la dulce voz de Sarah se hizo presente, estaba a lado del lugar de Will, Byron me vio. En mi lista de amigos cercanos, primero estaba Will como mi mejor amigo y el que sabía todo, después estaba Rodrigo y por ultimo Byron
- De hecho solo voy a hablar con Will… que por cierto ¿dónde está?
- Está en la tienda comprando sus dulces, ya sabes cómo es de goloso – Sasha una pelirroja de ojos avellana y novia de Byron me contestó
- Lo alcanzó allá
Fui caminando a la tienda y ahí estaba, comprando chocolates, chicles y paletas. Sip, un goloso de primera
- Si sigues así te va a dar diabetes – Will dio un respingo y casi suelta todo
- Diablos Eli, sabes que odio eso – me dio una paleta y un chocolate – perdón – suspiré
- Está bien, yo también lo siento – comenzó a sonreír – peeeeero, debemos hablar
- Oh
- Vamos
Estábamos en el pasillo, ambos silenciosos e incomodos
- Lo siento, de acuerdo, es difícil para mí saber que quieres sentar cabeza y que ya no seré la preferida… no, espera, déjame terminar – suspiré – está bien, va a sr difícil asimilarlo pero es algo necesario, nos hemos centrado tanto en nosotros mismos que está empezando a ser un problema, no te digo que dejemos nuestra amistad ni nada por el estilo porque créeme Will si te pierdo… - negué con la cabeza, no podía ni imaginarlo - pierdo una parte de mí. Aquí el punto es que, necesitamos abrirnos tu sentar un rato cabeza y yo… conocer más chicos, disfrutar
- Define “disfrutar”
- Coger con unos cuantos chavos – vi su cara y reí – está bien no tanto así, solo conocer chavos, pasarla bien y listo – se quedó callado un rato
- Disfrutar… solo no vayas a disfrutar con Morgan
- Ay vamos, no empecemos, ¿Por qué se odian?, si quiero “disfrutar” – hice el típico movimientos con los dedos - con Morgan, lo voy a hacer, el chico está bien y si me dan las ganas lo voy a hacer
- ¿le darías tu virginidad a ese imbécil?
- Era él o tú, y él está mejor – eh… ¿Qué acabo de decir?
- ¿Qué?
- Nada, fue una plática con… olvídalo, el punto aquí es que no me importa con quien pierda la virginidad y tú lo sabes
- ¿y quieres que él te la quite?, ¿lo prefieres a él antes que a mí?, ¿dices que él está mejor que yo? – ay no, le di justo en su ego
- ¡No hablo por eso!, estas mejor tu pero, Argh sería complicado que tú me la quitaras – entre a un salón vacío con Will siguiéndome de cerca
- ¿por?, te di tu primer beso – me senté en una de las sillas
- ¡una cosa es el primer beso y otra cosa es la primera vez! – en un beso compartes saliva en el sexo compartes más fluidos
- Solo son más besos y ya – sus ojos verdes brillaban juguetones
- Y tu pene en mi vagina – dije suave y entre dientes
- Estaría mejor el mío que el de Morgan
- Santo cristo, - me cubrí el rostro con las manos tratando de encontrar paciencia - ¿Por qué dices eso? ¿Qué ganas?
- Que le pito de Morgan no esté en tu pequeño templecito y no lo profane – estaba a nada de carcajearme, serenidad, ommmm, ommmm
- ¿Y el tuyo si puede estar?
- Si me lo pides lo haré – me sonrió – ya te dije, fui tu primer beso, tu primera vez no sería diferente, estarías en buenas manos
- ¿quieres tener sexo con tu mejor amiga? – lo dije despacio, saboreando las palabras y asimilándolas, sonaba raro
- Hay que fortalecer la amistad – dijo riendo, reí
- No Will no quiero que seas mi primera vez, es lo último que yo te pediría, si es Morgan mi primera vez no lo vas a parar, igual si fuese alguien más porque tú en estos momentos estas tejiendo una red amorosa alrededor de Sarah y que tengas sexo conmigo no estaría bien
- ¿Por qué?, aun no son muy amigas que digamos, no dejas que se te acerque, así que no habrá problema – Och, eso también tenía que arreglarlo, con todo este teatrito de los celos el conocer a Sarah como una nueva amistad se me había pasado, bueno algo así, pero la chica no tenía la culpa le debo una oportunidad
- ¿tanto quieres estar entre mis piernas? – le pregunté y se quedó callado con una sonrisa traviesa
- Vamos, a que estamos en momentos de sinceridad, soy un chico y tengo un pene y tú eres una chica
- Y tengo vagina, si, gracias por la clase de biología, es que no diferenció entre quien tiene pene y quien tiene vagina – rodó los ojos
- Lo que te trato de decir es que ha habido ocasiones en las que me siento atraído por ti, sexualmente. Eres hermosa Elizabeth y lo sabes, soy chico a veces no es esta cabeza – dijo señalando pues… su cabeza – sino esta – señaló su entrepierna – la que piensa
- Y tu cabeza quiere estar entre mis piernas – me di cuenta de lo que dije – no, espera, eso sonó bastante mal
- Cualquiera de mis dos cabezas puede estar entre tus piernas si tú quieres – tomó mi mano y comenzó a acariciarla, tomé la suya y las entrelazamos
- No Will –le sonreí y el suspiró
- Mi amigo va a estar triste – sonó el timbre e hice una mueca - ¿te parece si nos brincamos el periodo?, quiero seguir convenciéndote de que tenerme a mi entre tus piernas es la mejor opción
- Está bien – su rostro se iluminó – acepto saltarme el periodo contigo, lo otro es un rotundo no
- Tengo cuatro horas para convencerte – se paró y yo lo jalé
- Espera ¿y Sarah? – sacó su teléfono y tecleó rápido – vaya…
- Anda celosa, vamos – me dio un jalón para levantarme - ¿por dónde salimos?
- ¿en qué salón estamos? – pregunté, no me había dado cuenta a que salón nos habíamos metido
- En la sección B
- Perfecto
La escuela tenía tres pisos, el primer piso eran para los alumnos de primer año, el segundo pues para los de segundo y los terceros para los más grandes. Ahora de cada piso había distintas maneras de salir, usualmente los del tercer y segundo piso salen por las ventanas y bajan la escalera contra incendios, la forma más peligrosa pero con la que nunca te van a cachar, si no quieres hacer eso pues vete al primero de ahí una parte de los salones, dan directamente a la parte trasera de la escuela que es un bosquecillo, la cual muchos la usan para irse a hacer cositas cochinas. Otra sección da al estacionamiento, pero por esa zona es muy difícil salir porque ahí están las oficinas de los maestros y secretarias, por ultimo esta la sección a un lado de las de las oficinas que también es algo difícil pero no tanto; lo difícil aquí es meterte en uno de los salones, pero si ya estas metido en uno solo te brincas la ventana y ya. Nosotros estábamos en esta última y estábamos en uno de los salones
- ¿Y nuestras cosas? - preguntó Will, mierda
- Yo le puedo decir a Rodrigo que recoja las mías, tu dile a… ¿Sarah?
- Aun no estamos en esa fase – se quedó pensando – le diré a Byron y después voy por ellas a su casa – asentí, tomé mi teléfono y le mande el mensaje a Rodrigo
- Bien, vámonos
Nos saltamos la ventana y corrimos hacia su auto, nos subimos y salimos de la escuela. Nadie nos vio, todos unos ninjas profesionales
- Entonces… ¿vamos a Carl´s Jr.? – casi se me revuelve el estómago, pero recordé al chico lindo
- Bien
- Y yo pensando que dirías que no – se había enterado que el día anterior había vomitado hasta el alma por culpa de las hamburguesas
- Nunca me subestimes – nos quedamos callados, por fin un silencio relajante y cómodo
- Si no soy yo, ni es Morgan ¿a quién más? – me preguntó de repente alejándome de mis pensamientos sobre el chico bonito, solo esperaba que estuviera trabajando ahí, entonces uní cabos, él también debía ser estudiante y si era estudiante su empelo sería por la tarde y aún era muy temprano. Me desinflé - ¿Eli?
- Ah sí, pues… - de inmediato el rostro de Rodrigo se me vino a la mente – Je, je, je
- ¿Qué?
- Si no eres tu (obviamente nunca vas a ser tu) – aclaré – ni Morgan, sería Rodrigo, no me veas así, me dio una plática bastante interesante y educativa – le comencé a contar todo lo que me había dicho mi amigo y Will muy a regañadientes acepto que Rodrigo tenía razón
- ¿tu cuantas parejas sexuales tenías? – le pregunté
- Soy un mal ejemplo, si se me antojaba coger lo hacía con quien yo quisiera ninguna chica se estableció como mi pareja sexual
- No sé cómo no tienes una ETS
- No soy un prostituto, Tyler, él SÍ es un maldito prostituto
- Como sea – no quería hablar de la vida sexual de mi hermano
Llegamos al establecimiento y Will se estacionó, junto a nosotros llegó una moto que se veía bastante genial, no sabía mucho de motos, así que cuando vi a Will y su cara de estúpido viendo la hermosa moto que tenía que ser exclusiva y muy cara. El chico se bajó, (estaba segura que era un chico porque no se le veían bubis… y se le marcaba un buen paquete) se quedó un momento viendo hacia mi dirección, no lo podía ver por el casco, cuando se lo quitó casi me derrito, ¡EL CHICO BONITO!, me sonrió un poco y le devolví la sonrisa. Will seguía con su cara de estúpido
- Amigo que buena moto – dijo casi con la baba saliendo
- Que buen carro – dijo el chico bonito – disculpen – se fue hacia un costado y entró por la puerta de servicio, que buen trasero
- Se te está cayendo la baba – Will pellizcó mi nariz
- Auch – suspiré y sonreí
- Conozco esa sonrisa – me vio con los ojos entrecerrados, después se volvió al establecimiento – el chico ¿no es así?
- ¿puedes culparme? – negó con la cabeza divertido
- Vamos, quiero un hamburguesa
Entramos al establecimiento y después de pedir nuestra orden y una que otra mirada coqueta al chico bonito nos fuimos a sentar, la plática siguió y siguió.
Y vivieron felices para siempre
Nota Muchas gracias por leer esta pequeña historia, me encantó escribirla
