Capítulo 49

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Eli

Estaba festejando mi victoria cuando Myri me movió un poco para ver algo más allá de nosotros

- ¿y esa quién es? – dijo ella – en definitiva no pertenece aquí – me giré y casi se me para el corazón, era Sarah con un chico, este le dio una cerveza – yo que tú le quitaba esa cerveza, hay una nueva droga rondando por aquí – cortesía de Barry

- La rosa azul – Myri asintió

- Esa droga es una bomba – dijo Reich - es más fuerte que la droga de la violación – comencé a moverme entre la gente, rápido para evitar que tomara esa cerveza pero llegué tarde, Sarah le había dado un gran trago, así que para que no siguiera tomándosela se la tiré

- ¿Qué diablos haces aquí? – estaba enojada, muy enojada

- Yo... bueno yo – un chico se acercó

- Chica ¿Por qué le tiras su cerveza? – el mismo chico tenía a Sarah en la vista y quería aprovecharse de ella, me giré y cuando me vio se quedó muy quieto

- ¿decías? – el levantó las manos

- Toda tuya leona – se fue prácticamente corriendo

- ¿leona?, El- le tapé la boca

- No digas mi nombre aquí – la tomé del brazo y la arrastré a mi pequeño apartamento, Myri y Carla nos siguieron

- Laurie, ¿Quién es ella? – preguntó la castaña

- Es mi amiga, no sé porque vino hasta acá – la miré y Sarah estaba muy asustada, sus enormes ojos chocolate estaban temerosos

- Será mejor que te la lleves antes de que le empiece a hacer efecto la droga – dijo Carla

- ¿droga? – ella preguntó aún más asustada

- Si Sarah, qué nunca te han dicho que no debes de aceptar bebidas o comidas de extraños – le pregunté y ella hizo una mueca

- ¿Qué es esa droga? – preguntó

- Se llama rosa azul – dijo Myri, sacando una pastillita azul, abrió una cerveza y la puso en un vaso, echo la droga y la cerveza de inmediato se tornó azul para después volver a su color original – no sabe y no huele, te prende como no tienes una idea, quieres y deseas el sexo más que nada, no importa quien sea, tú lo quieres y obvio la usan para las violaciones – estúpido y maldito Barry – dale leche, no agua, leche

- Será mejor que me la lleve – y en cuanto dije eso, Sarah cayó dormida - ¿Qué le pasa? – tomé su rostro con apuro – Sarah, Sarah contesta

- Qué raro, tal vez a ella, no sé, le hizo otro efecto – dijo Carla mirándola y checando si respiraba – solo está dormida, de todas maneras vigílala nosotras tenemos que salir

- Nos vemos – dijo la castaña y ambas chicas salieron. Suspiré y me acomodé mejor en el sillón, el sueño comenzó a apoderarse de mí, después de la adrenalina y tener sexo con Morgan, mi cuerpo demandaba el sueño

- Solo cinco minutos

No podía mover las piernas, algo estaba estorbando y sentía pequeñas gotas de agua en mis labios, las lamí, sabía extraño, después sentí algo suave y como demandaba que abriera mis labios, así que lo hice, algo amargo y liquido paso a mi boca, tragué, desperté y tenía a Sarah frente a mi viéndome muy risueña, entendí porque no podía mover mis piernas, Sarah estaba a ahorcadas sobre mi

Un ángel con cuernos y colaWhere stories live. Discover now