Capítulo 26

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Al día siguiente will estaba que rebasaba de felicidad por su nuevo lugar, como era de esperarse pronto los dos tortolos me hicieron a un lado, después de la plática Sarah se abrió un poco más y le empezaba a coquetear más a will, yo por otro lado me la pasaba chateando con Rodrigo y una que otra con Morgan y Byron

R: Que movimiento tan más estúpido hiciste

E: Lo sé, pero debía hacerlo, me acabo de dar cuenta que el obstáculo era yo

R: No te va a dejar de lado – levanté la vista él me estaba viendo, miré hacia Sarah y Will y luego volví otra vez mi vista hacia él levantando una ceja

E: ¿En serio?

R: Vamos a fuera, antes de que llegue el profesor – si estuve muy tentada, pero era calculo y estaba algo baja en esa materia

E: No puedo, ando baja en calculo L

R: Bien – y una carita disgustada

Al finalizar el día salí casi corriendo pero en lo que guardaba mis cosas mientras caminaba choqué con algo duro

- Cuidado – me dijo Morgan sosteniéndome de la cintura

- Oh, hola

- ¿Por qué tan rápido? – estaba ya ansiosa

- Porque tengo que ir a hacer unas cosas – me solté – bye – le di un beso en la mejilla y él sonrió pero no me estaba viendo si no atrás de mí, giré y vi a will molesto – basta

- Es divertido – esta vez Morgan me dio un beso en la comisura del labio

- Bye – me fui corriendo

Llegamos y rápido me pasaron, Sarah cumplió su promesa, hice el examen de conducción y después de una hora ya tenía mi permiso, Anderson se comenzó a reír por los bailecitos que daba

- ¿Te das cuenta que ya no te voy a ver? – dijo el con una carita triste

- Claro que si me vas a ver no es como si me fuera a mudar o algo parecido, solo tendré un auto y podré ir y venir a mi antojo – lo miré y seguía con su carita triste – bien, si te voy a extrañar

- Me dejas

- Ya, que dramático – llegamos a la casa y casi me da un infarto, Anderson también se bajó y silbó

- Mierda Eli, es hermoso – mi auto ya estaba en la entrada con un gran moño de regalo de color plata

- Lo sé, madre mía, es perfecto – a los pocos minutos se estacionó el auto de papá y el de will, ambos se bajaron viendo mi coche

- Yo pedí el detalle del moño – la voz de mi mamá sonaba orgullosa

- Gracias, es bastante lindo

- ¿Un Audi R8?, en serio mujer, ¿le compras a tu hija un auto de este calibre? – dijo mi padre señalando al auto - ¿no pudiste convencerla de comprar algo muchísimo más sencillo?

- Ella lo escogió – dio mi madre echándome al lobo

- Papá, míralo, esta hermoso, te puedo dar un paseo si quieres – fui y lo abracé, puse mi cara de niña buena, el suspiró

- Vas a cuidarlo con tu vida Elizabeth – aún seguía algo disgustado

- ¿pero te gustó? – le pregunté

Un ángel con cuernos y colaWhere stories live. Discover now