Capítulo 44

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Morgan

Las palabras del principito giraban en mi cabeza, Eli no podía estar yendo a las carreras, yo mismo le dije que no... pero claro, también estaba el otro lado de la moneda, Myri debía de estar detrás de ello, ella le debió permitir la entrada, ella es la única que puede dar ese permiso. Tomé las llaves de mi coche y salí por la puerta trasera

Las carreras estaban en muy buen auge, muy bueno desde la última vez que vinimos, no veía el carro de Eli y casi suspiro de alivio si no es que una chica con un cuerpo de muerte, un cuerpo que yo había recorrido con mis manos se bajaba de un Lamborghini.

Iba directo hacia ella cuando Trev se atravesó, iba muy serio y eso era raro de él, le dijo algo a Eli y esta se tensó, su rostro cambiando a uno de terror puro. Trev la tomó por los hombros y le dio un pequeño abrazo, después la condujo hacia donde estaban unos hombres

- Morgan – la voz de Myri me hizo girar

- Será mejor que te vayas explicando Miriam

Eli

Estaba en la oficina de Giorgio, él viéndome amablemente y yo estando con los nervios de punta, me habían dicho que debía asistir a una pequeña reunión con él de negocios, yo sería un puente para entregar cierta "mercancía". Giorgio me advirtió que por ninguna razón llamara policías o intentara hacer de heroína, porque lo único que ocasionaría sería que pusieran una bala en mi cabeza y toda mi familia pronto me acompañaría

- Cariño eres hija de dos grandes CEO, debes de saber utilizar la máscara de negocios, recuerda que en este terreno hay gente que sabe leer las expresiones muy bien y muchas cosas dependen de estas – él tenía razón, en varias ocasiones había visto a mis padres negociar y siempre sus rostros estaban neutros, ninguna emoción salía y de hecho, también me habían dado la mismas palabras que Giorgio

- Si, solo necesito calmarme – calmé mi respiración y junto con esta os martilleos del corazón disminuyeron

- Bien – Giorgio sacó una peluca de cabello negro de su cajón junto con un vestido de tubo, no tenía escotes pero era corto y no dejaba nada a la imaginación – ponte esto, no quiero que seas reconocida – Amelia abrió la puerta y me dijo que la siguiera

-          Bien – Giorgio sacó una peluca de cabello negro de su cajón junto con un vestido de tubo, no tenía escotes pero era corto y no dejaba nada a la imaginación – ponte esto, no quiero que seas reconocida – Amelia abrió la puerta y me dijo q...

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Era una persona diferente, el poder del maquillaje, el vestido me quedaba a la perfección, los zapatos me quedaban grandes pero nada que no pudiera manejar, solo tendría que tener cuidado

- Toma – me dijo Amelia dándome una pequeña navaja junto con una banda elástica – por si acaso – lo tomé y lo acomode en mi pierna, lastimaba un poco pero bien podrían salir mal las cosas y esto sería lo único que me serviría de arma – bueno, pues ya estas lista

Entramos a un salón con una mesa redonda de ébano, y con seis sillas, en el salón había aproximadamente quince personas y de esas quince solo yo y otra mujer pelirroja éramos las únicas féminas

Un ángel con cuernos y colaWhere stories live. Discover now