Capítulo 47

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Capítulo 47

Estaba dormida cuando mi teléfono comenzó a sonar, quité el brazo de Rodrigo de mi cintura y me giré para poder ver quien llamaba, William. Vi la hora y me quejé, eran las cinco de la mañana

- Aló – mi voz estaba algo ronca

- ¿Dónde estás? – una pequeño quejido y supe que will no estaba solo

- Con Rodrigo – mi acompañante me dio una sonrisa y comenzó a besarme el hombro y su mano viajar hacia el sur

- Llega a mi casa, le dije a tus papás que estabas conmigo y van a recogernos a las ocho – en eso me llegó una notificación de un mensaje de mi mamá – vamos a ir a la

- A la finca Heldrich – rodé los ojos – en serio que esa señora me castra – dije recordando a la dueña de la finca, una anciana amargada que al parecer nunca le dieron un buen palo. Me recosté y Rodrigo comenzó a besarme hasta llegar a mi entrada, tomé su cabello en cuanto sentí la primer lengüetada, tuve que morderme el labio y alejar un poco el teléfono para que no se escuchara el cambio de ritmo de mi respiración – sí, te veo allá

- Eli

- Adiós – le colgué para poder soltar un gemido

Will

Miré el celular un rato y Sarah me abrazó por detrás pegando sus pechos desnudos a mi espalda

- Me colgó – ella me vio con una sonrisa picarona

- Algo le estaba haciendo Rodrigo – sus manos bajaron de mi pecho a mi abdomen y aún más abajo

- Mierda – sus manos se movían lento

- Y eso mismo quiero que me hagas – me soltó y se acostó abriéndose de piernas completamente

- No tengo de otra ¿o sí?- ella rio

- Si tienes más opciones, pero te encanta estar entre mis piernas – me coloqué el condón

- Es algo increíble – el tintineo de la risa de Sarah se convirtió en un profundo gemido

Estaba saliendo de la ducha con Sarah detrás mío cuando la puerta de entrada sonó, mi chica se quedó algo espantada

- Es Eli no te preocupes – salí de la habitación y bajé las escaleras, en efecto Eli estaba parada en medio de la sala con Rodrigo besándose – ya pueden parar

- Tranquilo, no va a pasar nada, esta chica me dejó seco – dijo el latino dándole un último beso y saliendo con una sonrisa muy, muy grande

- No quiero saber lo que hiciste – me miró y se quitó los lentes de sol

- Lo mismo que tú con Sarah, lindos rasguños por cierto – me pasó y se quedó quieta cuando vio a Sarah salir de mi habitación con solo una camisa – hola – a Sarah se le iluminaron los ojos y fue corriendo hacia Eli, ambas se abrazaron y no pude evitar que se me viniera a la mente la sesión de besos que tuvieron junto con Angelique

- Será mejor que te des un baño y te quites la resaca – me acerqué y le tomé la nariz para después darle un beso en la frente

- Si, si, si – dijo subiendo algo despacio los escalones, reí – ¿puedes hacerme un suero? por favor

- Te cogió bien Rodrigo, por lo visto – dijo Sarah también dándose cuenta de cómo subía los escalones mi mejor amiga

- Ni te imaginas – dijo mordiéndose el labio – me sorprende que no estés igual que yo

Un ángel con cuernos y colaWhere stories live. Discover now