26화 : La Despedida

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La señora Kim se había quedado en la sala, tomando el té sin mover un solo musculo; incapaz de preocupar a los omegas que la acompañaban, sintiendo su cuello doler, sin saber exactamente qué estaba mal.

      Pero algo lo estaba, sabía bien.

      Jungkook sintió el pecho oprimirse, mirando instantáneamente a la madre del rubio, quien pareció entender que el castaño también sabía. El omega corrió fuera de la mansión, ignorando a quien llamaba su nombre.

       No, no podía ser posible.

      En su intento por recuperar el aire, sintió que todo a su alrededor perdía los colores.

       Nada se comparaba al sentimiento que lo consumía, ni esa profunda tristeza de perder a Seungmin. Eso fue absolutamente nada.

      Intentó tomar aire.

     ㅡ Jungkook, vuelve dentro ㅡpidió la omega. No creyendo que le viniera bien sucumbir a su instinto.

     ㅡ N-No... Taehyung... Él... Y-Yo... ㅡno quería perderlo, la miró, colisionando con sus ojos cargados de lágrimas. No muy diferentes a los propios.

      ㅡ No ganarás nada poniéndote de esta manera  ㅡquiso hacerle entrar en razón, pero el omega necesitaba saber qué estaba pasando.

      No lo sentía, no sentía a Taehyung.

      ㅡ Vuelve dentro, la lluvia vendrá pronto.

Quizás fue su dulce voz, o lo destrozado de su mirada —justo como él se sentía—, pero acató la amable orden. Intenta calmarse mientras mantiene una taza de té entre sus manos. Daniel está en condiciones un tanto  parecidas, mirando sus manos con suma ansiedad.

      Estaba anocheciendo, y no había noticias. Todos sabiendo que algo había pasado; nadie lo suficientemente valiente, para decirlo en voz alta.

      Al menos fue así hasta la medianoche, cuando escucharon las llantas crujir contra el camino de rocas que guiaba hasta la mansión. Los tres omegas saltaron del sofá, saliendo a su encuentro.

       Yoonhwan fue el primer en bajar del vehículo, recibiendo a su hermanito en brazos cuando corrió a él . Jungkook no augurando nada bueno cuando visualizó expresiones deplorables, alfas bajando del coche notablemente heridos entre suciedad y lodo.

      Taehyung no bajó.

      ㅡ ¿Dónde están mi hijo y mi esposo, Kang? ㅡcuestionó la omega hacia el hermano de Daniel, quien se negaba a soltarlo.

       La expresión que el chico les dio no pareció ayudar en nada, incluso si la señora Kim sabía qué sucedía. El chico los guió hasta la parte trasera de su camioneta más grande, siendo Jungkook quien corrió más rápido.

      ㅡ Lo siento mucho, señora Kim ㅡmurmuró antes de abrir las compuertas de la camioneta, dejando ver a Taehyung tendido en el reducido espacio. El omega castaño se aproximó hasta él, visualizando su pómulo herido y sin deseos de ver más allá sus heridas. Temiéndose lo peor.

       ㅡ ¿Qué pasó? ㅡpreguntó el omega con lágrimas en los ojos, acomodando los desastrosos mechones rubios.

       ㅡ El jefe Kim estaba en un mano a mano con su líder, alguien intentó intervenir y Taehyung fue tras él. Sin embargo, tres más se le fueron encima. El jefe Kim fue a su encuentro cuando lo tomaron desprevenido, él no pudo resistirlo ㅡsu voz decayó tres tonos al final de esa explicación. No sintiéndose capaz de decirlo abiertamenteㅡ Taehyung pareció renacer de entre la tierra sólo para asesinar brutalmente a su líder. Después, huyeron los pocos que quedaban. Él estará bien, solamente sigue muy débil. Necesita un doctor.

Amour PlastiqueWhere stories live. Discover now