Extra : Parte de Nosotros

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La mansión Kim era un aquelarre, Jungkook no recuerda que las cosas fuesen así la navidad pasada. Hace un año habían tenido una cena tranquila con Yongsun y una amiga del club de pintura al que había entrado, Moonbyul. Ellos cuatro armaron una linda velada en la tranquilidad de su comedor.

        Ahora todo era un caos.

       Vendrían los Kang, y era un secreto a voces que Daniel presentaría a su alfa.   Nada asegurado. Los Irie se habían sumado a la ecuación en último momento, porque según Kyu, Bae extrañaba mucho al alfa rubio. Jungkook tuvo la orden, muy amable para tomarse como orden, de invitar a sus padres y hermano, porque según Yongsun debía haber comunión familiar. Sus padres habían denegado la oferta. Y finalmente, Moonbyul que últimamente estaba cercana a esos rumbos. Era agradable, así que nadie se oponía.

        Taehyung tampoco sabía porque tanto desorden sólo por un par de familias que vendrían para la cena navideña; él no contaba que eran 12 personas en la lista. Cuando su madre se lo dijo, también se vio en la tarea de ayudar. Aunque tampoco podía hacer mucho, pues pasaba gran parte del día en el despacho. Sus tiempos libres se veían amoldados por Jungkook, quien le llevaba el almuerzo y la cena. De hecho, se habían organizado bastante bien.

        Taehyung trabajaba como un maniático de Lunes a Jueves, para dedicar el fin de semana al omega. A excepción de sus celos, donde claramente era permitido pasar de sol a sol con su pareja. Entonces, ellos estaban bien.

         Jungkook mejor que nunca.

        Llevaba enormes esferas de aquí para allá mientras mantenía alguna fruta en las mejillas, o cualquier dulce que encontrara, en la última semana subió 3 kg. por estar de glotón.

         Nadie tocó el tema, aunque fue sospechoso.

         ㅡ ¿Crees que el azul combinará bien con este rosa pastel? ㅡpidió su opinión la madre del alfa, quien llevaba dos largos listones en las manos.

         Jungkook asintió rápidamente, ayudando en la labor de adornar alrededor del pino con aquellos listones.

        ㅡ Tiene un hermoso gusto de la decoración ㅡhalagó el omega castaño, terminando por bajar de la escalera para empezar a desenrrollar la serie de luces.

       ㅡ Es un talento ㅡle obsequió un guiño que pretendía pasar por arrogante, pero al menor le dio ternuraㅡ Kookie, cuando termines con eso ¿Puedes ir a la cocina? Me gustaría hablar contigo.

Pensó que ya estaban hablando en ese momento, tampoco había razón para ir allá porque precisamente hoy no hay mucamas en casa, porque usualmente salían de vacaciones en diciembre. Taehyung había decidido darles todo el mes, nadie se opuso.

           Aún así, asintió a la mujer y apresuró su tarea sin dejar de ser cuidadoso.

           ¿De qué podría hablarle? Se le ocurrían mil cosas.

          Últimamente, su suegra lo encontraba buen confidente; incluso le había contado que creía haber hallado a su destinado  pero era algo totalmente fuera de lo normal. Jungkook pensó que, quizá, era como esas relaciones fraternales que solía haber, no preguntó más. Creyendo que el asunto iba encaminado hacia ese rumbo, terminó con su labor para ir a la cocina, Yongsun le esperaba con una taza de té verde.

         ㅡ Gracias ㅡsonrió, sintiendo el amargo sabor quemarle la garganta. Su estómago se revolvió al instante, y corrió al lavabo para regresar la bebida por completo.

        Kim Yongsun sonrió enormemente.

        ㅡ Lo siento ㅡmurmuró avergonzado, pero la mujer no pareció pensar en aquello.

Amour PlastiqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora