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¿Qué podía hacer?

La mañana estaba fría, a pesar de que el sol brillaba con intenso esplendor. Y aún no era momento de agarrar su maleta y correr al aeropuerto a tomar su avión; debía esperar medio día más.

Pero tampoco quería quedarse allí a esperar, siendo un estorbo para su "padre". Y luego de aquel sueño, había perdido completamente las ganas de ver alguna persona cara a cara.

Se tocó las mejillas, notando el rastro de lágrimas que en sus pómulos se marcó. Lloró en el sueño y en la realidad también. 

Y justo cuando sentía haberse olvidado de esos sentimientos...

Se levantó, acomodando las sábanas en las que momentos antes había estado tirado y echo bolita. Estiró los brazos, desperezándose, y se decidió por bajar a ver qué sucedía abajo. Lo más probable es que nadie se hubiera levantado aún, o que los pocos despiertos estuvieran todavía encerrados en sus respectivas habitaciones mientras ignoraban todo en la vida por la migraña y así.

Pensando en ello, salió con mala cara al pasillo.

一¡Wenos días! 一le saludó México en la sala, con ojeras y un rostro de ni siquiera haber pegado ojo en toda la noche por las boberías de estar borracho. Se le veía más cansado de lo normal y tenía un caminaito raro.

一Buenas...

Decidió no preguntar y seguir de largo.

Más allá en la cocina, España dormitaba en la meseta, se le notaba completamente cansado, y tenía entre manos algunos cuencos e ingredientes para preparar lo que vendría a ser la comida. Pena le dió al tricolor ver a su tutor así, desganado hasta para cocinar; no quería ni recordar cómo sabían sus platillos de años atrás en situaciones parecidas.

Habían sido tiempos difíciles. Ya no podía esperar nada bueno proveniente del gallego por malas experiencias.

Algo contrariado fué y le tocó el hombro, agitándolo. El gallego despertó en un sobresalto casi inmediatamente. Un par de miradas fueron necesarias para que comprendiera su propósito y se marchara de la cocina, estrujando sus ojos. Sin perder tiempo, tomó su celular y lo puso a todo volumen para que una de tantas canciones llenara el silencio de la cocina con la alegría de una bachata.

No estaba dispuesto a comer mierda con dolor de cabeza.

🔸🔹🔸

一Oye Cuba, ¿Tu sabes qué suena? 一Preguntó Honduras a Cuba en el momento en que la melodía de una canción fuerte retumbó en sus oídos.

El antes comunista se encogió de hombros, sin ganas de responder a la pregunta realmente. Le llegaba incluso a sorprender que el bicolor estrellado no reconociera la tonada, siendo que en su momento había tratado a Republica Dominicana un poco.

一Alguna de las canciones de RD, ya sabes.

Terminada la frase, Honduras asintió y se alejó a buscar a Belice para ambos marcharse.

Pocos quedaban allí ya, la mayoría se había marchado una vez despiertos. Un muy reducido grupo de países eran los que seguían en el hogar del español; México, Chile, Perú, Paraguay, Argentina, Venezuela, Cuba, PR y el mismo RD. Todos menos el tricolor de la biblia se encontraban en la sala limpiando el desastre a petición de España. Así, en ayunas y con resaca.

Mientras los demás hablaban y colaboraban, Puerto Rico y Cuba estaban sumidos en un silencio trascendental. No tenían mucho de lo que hablar de todas formas, nunca se habían llevado del todo bien, así que poco hablaban para no acabar en malos términos el uno con el otro.

Se ignoraban cuando no se trataban de asuntos del dominicano, quien era literalmente el "mediador" entre ellos.

一Che, ¿Tu me quiere ver la cara de estúpida?

一Pos si esa es tu cara siempre...

Una pelea infantil. Sin fundamentos ni seriedad. Así pasaban el rato los demás cuando la sala quedó reluciente.

El reloj, donde la noche anterior había descansado el centroamericano presente, marcaba las doce en punto y un olor a mil cosas llegaba desde la cocina.

一Weones, creo que el Onda Vital se lució hoy 一comentó Chile a toda velocidad.

一Wow, wow, más lento velocista 一el Mexicano comentó en su dirección一. Nuestro jefe está durmiéndose allá arriba, no ha bajado desde que nos puso como criadas a hacer su pinche trabajo.

一Si el boludo está allá, ¿Quién ha estado toda la mañana cocinando?

Los cinco sin respuesta se miraron entre si, mientras Venezuela y los caribeños se golpeaban la frente.

一Marico, ¿No ha notado que toda la mañana han sonado canciones del Dominicano?

Los otros solo abrieron la boca en forma de "o", abriendo los ojos de manera exagerada.

一Chale, y tan bueno que el cocina, ¿Cómo pudimos olvidar el olor de su sazón? 一preguntó algo desanimado el Mexicano.

Nadie respondió. Solo volvieron a las peleas del inicio.

Porque ninguno quería recordar esa época como colonias, porque les dolía un poco saberse tan egoístas al haber dejado de lado a uno de sus hermanos, pero eso era algo que no admitirían en voz alta.

Solo Puerto Rico, Cuba y Venezuela pudieron mantenerse al margen de ese arrepentimiento.

Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora