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¿A quiénes se podía culpar?

La utopía en que se encontraban no entraba totalmente con el término mismo, pero cambiaba con lentitud para lograrlo. A la vida le habían surgido las ganas de sonreír a su persona que no se asomaban desde hacía muchísimo tiempo, aunque no parecía haber una razón en específico por la cual esto estaba tomando lugar. Recordó entonces el malestar con el que había despertado el día en que todo cambió; la sensación que le embargó aquella mañana en que estaba completamente seguro de que algo transcurría en sus calles. ¿Qué había sido ese algo? Luego de aquella noche de pesadillas no parecía muy extraño el sentirse de tal forma, pero al reflexionar las dudas se incrementaban.

Necesitaba una radio, su celular, un periódico... Algo que le hablara acerca de su país y le contara las buenas nuevas terrenales. No por ser la encarnación del país quería decir que podía saber absolutamente todo lo que pasaba solo con existir, aunque los dolores de su pueblo, de su tierra, causan repercusiones en su cuerpo.

—¿Y cuándo se supone que van a venir? —después de todo lo acontecido, todavía esperaban por los países que (se suponía) llegaban días antes.

—Yo no sé... Ninguno ha dicho nada —Puerto Rico revisaba por quinta vez en el día su celular en busca de algún mensaje que indique la llegada de alguno.

En ese momento ambos estaban sentados en la sala, viendo como en la televisión algún canal pasaba Home Alone¹ pese a distar todavía algunos meses para navidad. No le estaban prestando atención a la programación igual. Era un día cálido y tranquilo, pero no podían evitar inquietarse al notar la ausencia de otros en las circunstancias dadas. Los días anteriores los habían pasado entre despreocupados entre paseos por algunos lugares cercanos a la casa de PR, chistes, chisme, y miradas discretas de parte de ambos hacia el contrario cuando estaban distraídos en algo más. Casi como si estuvieran de vacaciones, ausentes de todo a lo que el trabajo se refería.

—¿Y si ya se olvidaron? —bostezó, acomodándose sobre el brazo del sillón—. Tal vez México volvió a salir con alguna potencia, ya sabes como se pone Japón cuando algo así sucede.

—Tendrían el grupo de whatsapp explotando a cada segundo —refutó el de una estrella, atento a cada uno de los movimientos ajenos—. Tal vez por esas cosas se negaron a votar sus móviles...

—¿Tienen un grupo para eso?

—¿No revisas tu celular?

—Casi nunca.

—Eso explica porque no me respondes jamás, y yo creyendo todo este tiempo que me ignorabas... —suspiró resignado.

—Prefiero que salgamos ante' que disque hablar porai —sonrió el otro, sabiendo lo apegado que era Puerto Rico a su móvil—. Además, quien sabe si FBI anda revisando siempre nuestros mensajes.

"¿Acaba de...? No, no fue con esa intención. Lo dice como amigos." Lo cierto era que el pensamiento de que podría ser que RD le haya dicho eso con el propósito de referenciar una cita, había disparado sus pensamientos a otro planeta. Uno muy lejano. Con toda una civilización de extraterrestres donde otros ellos salían como una pareja formal, adoptaban un montón de hijos, él le regalaba una vaca a España para recibir su bendición y vivían felices para siempre.

—¿Crees que ONU los haya descubierto y les puso un castigo?

Obligado a salir de sus fantasías por la voz de aquel con quien algún día soñaba compartirlas, respondió en un tono de dudosa firmeza.

—Ya hubiera venido acá a ponerme un bloqueo a mi también.

—¿Entoooonces? —masculló el tricolor, arrastrando notoriamente las vocales para de esa forma dar a comprender su aburrimiento—. Ya me hubiera escapado de saber que no iban a venir ni nada.

—¿Por qué? ¿Acaso ya no me quieres? —imitando un tono lastimero y con una mano en su pecho, dramatizó el boricua—. ¡¿Es porque no soy como Cuba, verdad?! 

En un arrebato de dramatismo, el dominicano se levantó con una exhalación y volvió a dejarse caer nuevamente en el mueble al lado del  contrario, adoptando una actitud dolida a ojos ajenos.

—B-but I love you!

—I love you too... —murmuró, sonriendo hermosamente al tricolor. Él quedó callado en ese instante, aunque Puerto Rico no podría explicar qué era lo que aquel enigmático ente estaba pensando para mantener el silencio de tal forma. Para evitar que el silencio se prolongara, decidió saltar algunas lineas, arrojándose a abrazar con fuerza a RD—. Marry me, Rebecca!

Saliendo de sus pensamientos, hizo como si se lo pensara.

No.

—REBECCAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.





N/A:

¡Algo rápido en lo que escribo el siguiente capitulo! Lamento lo corto que ha salido, pero prefiero hacer esto que solo un capítulo/anuncio aparte para las cuestiones del preguntas y respuestas xD

[¡Inserte sus preguntas para los personajes aquí!]

No tengo nada que decir. ¡Cambio y fuera!


¹Home Alone es el nombre original en inglés de Mi pobre Angelito. ¿De dónde sacamos ese título? ._.

Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}Where stories live. Discover now