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一¡Puedo explicar!

El tricolor alzó una ceja.

一...En realidad no 一admitió derrotado, en un suspiro pesado mientras se daba media vuelta para evitar ver a la cara a su contrario.

Aquella acción alertó al descendiente de sangre aborigen, quien sintió algo de miedo por lo que el Puertorriqueño tuviera que decir de manera involuntaria.

"No es momento de preocuparme por él, debo primero preocuparme por mi mismo", sacudió la cabeza con fuerza. Si hubiera podido darse una galleta ahí mismo, lo hubiera hecho; las sogas seguían presentes. Y temía, temía porque no sabía qué demonios había pasado la noche anterior para despertar en esa posición con respecto a su mejor amigo.

一Si me dices qué fue lo que sucedió tal vez no te mande tan al carajo 一murmuró sínicamente.

一Tal vez... ¡Eso no me dice na'!

一Ay, coño. Pero tu si ere'...

Se quedó en silencio mientras el boricua suspiraba, dándose vuelta mientras frotaba las manos en su rostro de una estrella, estresado.

一Mira, lo que pasa es que-.

Fue interrumpido antes de poder continuar.

一Si me mientes no me contendré 一una sombra cruzaba el rostro del dominicano一. Piensa bien en tus palabras, pero primero quítame esta vaina, es molesto estar así.

Un rato después de forcejear mucho con las sogas, estas cedieron sin tener que ser rotas. El tricolor con una biblia se frotaba las muñecas con un semblante serio y preocupante, mientras el boricua se sentaba en una esquina de la cama desanimado.

一¿Puedo...?

一Si.

El boricua miró en dirección a la ventana apenas un poco abierta, negando con lentitud.

一Simplemente no sé por dónde empezar 一el tono del boricua era bajo, hablaba con cautela一. Supongo que solo debería decirte "te hemos secuestrado" y ya.

一¿Eh?

No reaccionó al instante.

Miró fijamente al boricua por un tiempo, quizá segundos, tal vez minutos, podrían haber sido hasta años. No cambiaba su expresión de seriedad, ni siquiera parpadeaba. Aquella penetrante mirada traspasó el alma del boricua, causándole un escalofrío que proclamaba peligro.

Esa mirada no decía nada bueno.

一Pero, ¡hey! 一su voz temblaba mientras proseguía dudoso一. Al menos estás a salv...

No pudo seguir hablando más, ni siquiera tuvo tiempo de parpadear o acabar de formular una palabra más antes de que el puño del tricolor impactara en su cara y una exclamación no muy masculina surgiera de sus labios por el dolor y sorpresa.

Los gritos de Puerto Rico siendo golpeado y las maldiciones de RD al recibir unos cuantos de vuelta como defensa no se borrarán de la mente de México y los demás residentes del hotel hasta dentro de un laaaaaaaaaaaargo tiempo.

Aunque algunas personas llegaron a malpensar todo.

🔸🔹🔸

Por otro lado, los países se encontraban sentados en la sala perteneciente al dominicano.

一¿Y ahora qué? 一preguntó Alemania, tomando la palabra para la pregunta que todo el mundo se hacía.

一No lo sé...

一No pensé que llegaríamos tan lejos 一Bolivia musitó一. Supongo que es cosa de empezar a escondernos.

一Escondernos no servirá de mucho, ¿saben? 一Rusia pronunció, obteniendo la atenta mirada de todos (quizá por remarcar tanto la R sería que llamaba tanto a prestar atención)一. Al final, FBI puede rastrear nuestros celulares y todo.

一Entonces los destruimos.

一No es tan simple.

一Eso quiere decir que... 

Bahamas y Seychelles se vieron entre si dudosos, dejando de atender a lo que los demás planeaban.

一¿México y Puerto Rico no han escrito nada aun? 一Bahamas atinó a preguntar en dirección a Japón; pero como estaba él tan encismado viendo a China ni siquiera respondió la pregunta一. Tomaré eso como un no.

一Está bien, apenas es de mañana, seguro en un rato avisan los resultados 一la archipiélago le tomó del hombro con una sonrisa de confianza一. Espera y confía en ellos, ¿si?

一No sabía...

一¿Qué no sabías? 

一Que tenías dientes.

La sonrisa de Seychelles se fue al carajo.

Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}Where stories live. Discover now