31

371 45 15
                                    

《Sonríe.》 

Una voz desconocida era quien dictaba esa palabra, la voz de su razón, la de sus sentimientos cuando de su lado dominante como representación física humanoide de un país. Su tono era completamente frío, pese a que el calor trepaba por sus venas. Pero desde su perspectiva, eso se lo dijo a sí mismo el tricolor, forzando la expresión de alegría en su rostro.

Aquella voz... ¿Hacía cuánto tiempo que no la escuchaba?

Era una sonrisa que no llegaba a los ojos, y Puerto Rico por una vez al fin se había dado cuenta de su falsedad. Los demás no lo notaron.

—¡Que bueno que entiendas todo! —había exclamado Perú, este riendo levemente en señal de dicha—. Ahora sólo debemos saber dónde pasarás el tiempo mientras tanto, acá seguro que FBI te encuentra.

—Rusia podría llevarlo a...

—Irá conmigo —antes de que México pudiera acabar la oración que había empezado, Puerto Rico interrumpió.

—¿Por qué?

—Bueno... Porque... —empezaba a divarear, llevando una mano a su nuca rascaba nervioso su cabeza—. Eh... Porque no puede ir con Rusia, si, eso.

一Pero yo quería que el fuera a mi país 一Bolivia se escuchaba derrotado en una esquina.

一¿Por qué tiene que ser contigo, Puerto Rico y no puede ser con Rusia? ¿Acaso... Te pone celoso el tripalosky? 一Perú sólo quería meter cizaña.

China puso una mala cara a ello, frunciendo el ceño. Su gesto estaba plagado en incomodidad.

一Eh... Él ha ido pocas veces a Rusia, y si lo meten con la mafia y alguno de sus lugares seguro que se pone peor la situación. ¿No es específicamente eso lo que FBI esperaría? Además, él ha estado muchas veces en mi país, ya conoce el lugar y a mi gente.

一Que bonita excusa.

Ante el tono de Alemania, no pudo Puerto Rico evitar gritar.

一¡No es ninguna excusa!

—Niños, usen protección —Japón alzó un pulgar, sonriendo como si la indirecta tan directa no hubiera surgido con la intención de tener doble sentido. Su nariz sangrante no ayudaba a la causa.

—Creo que se fueron bien lejos con esto 一apuntó el dominicano, expresándose como neutral mientras su sonrisa bajaba hasta volverse nada一. ¿Por qué mejor no sólo vamos a la reunión de la ONU? Así tal vez no entremos en tantos problemas y solo acabemos con una tardanza. No tenemos que... No hay necesidad de hacer esto. Si lo que quieren es comida siempre pueden venir, no sean pendejos. Actuando así solo parece que quieren hacer un berrinche.

La voz del dominicano resonó, todos los demás habían callado en ese instante. Era un tono derrotado y plagado en ansiedad, uno roto por el vestigio de miedo que nadie más que uno de los presentes habían visto. Y es que pese a estar hablando con un tono bajo, el fingido tono de seguridad empleado era lo suficientemente convincente como para hacer creer a los demás que estaba diciéndolo como una simple sugerencia.

Pero más que eso, era una súplica.

No tenía miedo a lo que pudiera pasarle con ellos, tenia terror a lo que le sucedería fuera del ojo crítico de la Organización de las Naciones Unidas. Por ello estaba tan sumido en si mismo.

"Algo raro está pasando allá afuera", pensaba él tricolor, pasando la mirada entre los presentes y la ventana del cuarto.

La temperatura iba subiendo, ya estaba allí grado y medio más alta. Lo sentía sin esfuerzo alguno por ser exactamente él quien era. Pero por alguna extraña razón sentía que ese aumento de temperatura no era algo normal, era como si el sol mismo le estuviera intentando mantener en alerta.

Desde aquella mañana, con la pequeña disputa que se había desarrollado con su mejor amigo y las repercusiones emocionales que le había dejado plasmada en su memoria, el calor iba en aumento. Algo extraño pasaba en sus calles, lo sabía. Pero no podía estar seguro de qué era exactamente. Un ligero dolor en su cabeza se asentaba, cosa que pensaba al inicio que no se trataba de nada menos que la mala noche que había pasado.

Y recordó allí, mientras observaba a los otros charlar despreocupados y golpearse entre sí a modo de broma. Rememoró el hecho magnífico de que no eran simples humanos y todo lo que hacían iba a afectar a sus territorios. Y tuvo un miedo mayor que el que había tenido por causa de la ONU.

No se explicaba el cómo podía olvidarse de detalles tan relevantes y tan poco tomados en cuenta. Se sintió estúpido por un momento. Probablemente aquellas reuniones eran la única razón de su existencia, y estaba faltando como si nada.

—Tenemos nuestra edad también, RD —señaló México—. Sabes ya que nuestras vidas no son más que tratar entre nosotros y ver qué hacen los demás, es aburrido vivir así...

—Tu también has hecho tus tonterías por aburrimiento y lo sabes —Chile habló.

—Si...

—¿Entonces?

—¿Debería resignarme igual? —alzó una ceja, cruzándose de brazos. Volteó entonces a ver a Alemania con nada de disimulo—. Me parece que cierta persona entró en un pequeño pleito con un país que adora las bombas y por eso la ONU nos va a estar jodiendo la vida. Que por cierto, aun no entiendo por qué hicieron toda esa vaina.

El alemán puso las manos en alto sin decir nada.

El ambiente no cambiaba. Se mantenía con total normalidad para la mayoría en la bola de paises, aunque tornaba un poco tenso para el tricolor con una biblia en el escudo y el de franjas rojas. ¿Qué hora sería? Ya había pasado mucho tiempo desde que la reunión [se supone que] empezó.

Estaba pensando demasiado. Debía detenerse si no quería terminar nuevamente como en días pasados.

¿Desde cuándo era tan lamentable y frágil de mente?





N/A:

El coronavirus no me puede matar, porque yo morí cuando me di cuenta de que esta suspensión de clases hará que mis materias sean más cansadas y que tenga aún más tarea al volver :)

Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang