35

231 40 5
                                    

Cuando volvió a abrir los ojos, la calma le saludó.

Era de madrugada, había transcurrido demasiado del día pasado vuelto una maraña de pensamientos y cansancio; ya no podía permanecer inmerso en su mundo de ensueño por más tiempo.

Aun cabeceando del cansancio, se incorporó lentamente de la cama en la que estaba y restregó sus ojos en un intento frustrado por intentar sacarse la pesadez de encima. El simple hecho de abandonar las suaves, cómodas, frías, e increíblemente reconfortantes sábanas le hicieron querer volver a tirarse. Y el deseo de quedarse acostado hasta la muerte relució como una brillante idea a sus ojos, pues la cama...

Espera, ¿cómo que cama?

El recuerdo de que se había dormido la noche anterior en un mueble le hizo espabilar de inmediato, dando vueltas sobre si mismo para intentar reconocer dónde estaba específicamente. ¡Por Dios! Era la segunda vez en la semana que no despertaba donde se había dormido. Estaba seguro de que a la próxima se iba a despertar en un techo o algo por el estilo. Para su fortuna, reconoció inmediatamente la habitación para invitados de la casa de Puerto Rico. No era ni la primera ni la ultima vez que le tocaba estar ahí.

Pero ambos eran casi de la misma estatura, pesaban casi igual. ¿Cómo le habría hecho PR para llevarlo ahí? Mejor era no pensarlo mucho.

Las sombras que cubrían en su totalidad la habitación y los tonos de luz artificial proveniente de la calle que se reflejaban por las rendijas de la persiana fueron quienes le indicaron que era todavía demasiado temprano. Tal vez apenas daban las cuatro o las cinco de la madrugada, siendo así el cansancio que se extendía por su cuerpo estaba totalmente justificado.

Descalso, se dirigió hacia el armario para sacar alguno de los polochers que mantenía guardados ahí. Seguía vistiendo lo mismo que el día anterior, mínimo debía de cambiarse eso y bañarse. Pasó de la habitación al baño y viceversa sin preocuparse por nada, cumpliendo con sus necesidades y rutina de la misma manera en que lo haría en su propia casa.

No dudó ni un segundo en dirigirse luego a la cocina, listo para empezar con lo que debía de hacer ese día.

—Oh... Si lo compró todo —murmuró para si mismo ante la sorpresa de ver las alacenas y nevera llenas fue increíble. Ya le daría un sermón a Puerto Rico sobre la importancia de mantenerlo así luego.

Su pecho ardió en un agradable sentimiento de tranquilidad.

Puerto Rico todavía dormía, tal vez se fuera a levantar en una hora o dos. El deseo de sorprenderle con un buen desayuno llegó a su cabeza, como algo repentino ante el agradecimiento que sentía con respecto a él. Porque, pensó, podría estar en un mal lugar de no ser por su intervención.

Inmediatamente se puso manos a la obra, perdiéndose un rato entre estufa y meseta sin darse el tiempo de verificar hora.

🔸🔹🔸

Una hora después del amanecer del dominicano, Puerto Rico despertó con un buen olor rondando por todos los rincones de su casa.

Adormilado, pero habiendo dormido como un bebé la noche anterior por la tranquilidad que su propia cama le proporcionaba, se levantó y dirigió sus pasos hacia la fuente de tan rico aroma. Todavía se estrujaba los ojos y bostezaba entre pasos para cuando se asomó por la cocina.

Petrificado quedó al ver al dominicano haciendo de las suyas.

—¡Buenos días! —con una sonrisa que destilaba tranquilidad, el tricolor de la biblia le saludó al notar su presencia.

—Buenas...

Correspondió a su sonrisa con una igual, aunque aún el sueño era notorio por su expresión. La emoción de tenerle allí era indescriptible, simplemente sublime e inmarcesible.

En un día normal, lo mas probable es que el dominicano hubiera agarrado algún par de dólares y salido a comprar una masita y refresco para desayunar. Era lo que había hecho en las ocasiones anteriores cuando le tocaba dormir en su casa, ¿qué hacía de este día especial para que se animara a hacer el desayuno? Tal vez nada, quizás sólo se había levantado de buenas, probablemente ya se había cansado de estar triste y enojado con todo el mundo. Fuera cual fuera la razón del cambio, algo era seguro.

El República Dominicana que conocía ya estaba de regreso.




N/A:

RD le crea ilusiones al boricua y ni cuenta se da :c 

Este libro ya casi cumple un año de haber sido publicado (el 1ro de Agosto, si no mal recuerdo). Estaba pensando en publicar algún one-shot, un preguntas y respuestas o algo por el estilo para celebrarlo ese día, pero no estoy segura de qué escoger xD ¿Qué prefieren ustedes? 

¡Gracias por seguir acá!✨

Cambio y fuera.

Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora