Capítulo 31: Frank, el Dios del engaño 🤡 🤡

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La fiesta tuvo su final. Los chicos se encontraban derrotados, yacían en los sofás y sillas que estaban en el lobby del hotel. Los amigos invitados a la celebración se habían ido hace un par de horas, solo quedaban ellos y Norma.

Ryan fue el primero en levantarse. Pasó a la cocina y, de la nevera, tomó una bebida energética. La necesitaba. Observó la hora, eran las once menos cuarto de la mañana. Dirigió su vista al lobby, y admiró cómo sus amigos estaban acabados por lo que recién aconteció. A él le dolía la cabeza. Aunque hizo caso omiso de esto y se dirigió a su dormitorio a jugar en la PlayStation. Esperaba que uno de sus amigos se despertara para hablar sobre lo que pasó.  Y sí, al cabo de media hora, Henry se levantó y se dirigió hacia la habitación del chico.

     — ¿En serio no sabes quién es Rowan o solo estás en joda? —preguntó. Posteriormente, se sentó en la cama de Ryan.

     —De saber quién es, obvio que sí. Es más, siento que ya he convivido con ella en el pasado —Ryan pasó su vista de la TV a Henry—. Y es rarísimo. A penas y recuerdo haber entablado conversación con ella ayer (con "ayer" se refería al mismo día, pero de madrugada).

     —Pero si has estado enamorado de ella desde hace años. 

     —Es de Adalia.

De pronto el celular de Henry comienza a vibrar. El chico de baja estatura revisa quién está marcándole, y posteriormente sale de la habitación.

Henry's POV

     — ¿Qué pasa, hermano? —saluda Henry.

     Al otro lado del celular estaba Arnold.

     —En quince minutos estoy allá. Ya me he decidido a acabar con toda esta farsa que ella y el tipejo ese han montado. Espérame.

     Henry no sabía cómo reaccionar, solo lo aceptó. Debía informarle a Ryan. 

     Arnold colgó la llamada.

Rápidamente, volvió a entrar en el dormitorio y, acto seguido, cerró la puerta con cerrojo. Ryan, asombrado, le pregunta qué hace.

     —Arnold viene en breve... Y no necesariamente es malo.

     Ryan alzó una ceja.

     — ¿Cómo que no es necesariamente malo? Si tú mismo lo corriste la última vez que estuvo aquí.

     Henry le explicó velozmente lo que había pasado. Además, enfatizó el cambio de decisión que tuvo cuando Arnold le presentó las pruebas absolutas.

     —Pero ¿qué hacemos? —quiso saber Ryan—. Creo que aún no están despier...

El sonido de un par de voces interrumpieron al chico de lentes cuadrados. Ya se hallaban despiertos. Ryan cuestionó cuánto tiempo había estado jugado a la PlayStation.

     —Esperemos a que... 

El timbre se oyó por todo el sitio, interrumpiendo una vez más a Ryan. Ya había llegado Arnold. En un abrir y cerrar de ojos, ambos chicos salieron hacia la puerta de entrada. Con suerte, fueron los primeros en llegar; al observar por la mirilla, se dieron cuenta que sí era él.

     — ¿No eran quince minutos los que tardarías? —preguntó Henry, luego de abrir la puerta.

     Arnold se rió por lo bajo. Miró a Ryan y le sonrió.

     — ¿Me dejarán entrar?

     La respuesta era sencilla, pero el acto no. Ryan y Henry sentían un temor gigante en su interior, no sabían lo que iba a suceder. Pero algo los ayudó: Bella les preguntó quién estaba al otro lado de la puerta. 

     — ¿Me dejarán saber quién nos visita? —volvió a preguntar Bella, pero Ryan obstaculizaba su visual. Era evidente lo que pasaba.

     Y en un acto rápido, Bella vio de quien se trataba. Su mirada fue fulminante. No dijo nada, solo retrocedió y se sentó en un sofá. Arnold avanzó hasta el lobby, junto con los dos chicos.

El ambiente se sentía muy espeso. Esto no ocurría desde que Rowan y Adalia se habían reencontrado en ese mismo lugar. Al encuentro llegaron los demás chicos, incluyendo a Norma, Adalia y Travis. Todos querían ver lo que sucedería.

     — ¿Qué haces aquí? —soltó Bella, despectivamente. Todos la miraron.

     Henry intervino. Objetó todo lo que debía decir: desde sus pruebas, hasta la confianza que le había devuelto.

     —Solo vengo a dejar en claro que no soy quien ustedes piensan. Nunca engañé a Bella, nunca cometí tal estupidez ni la cometeré. Solo quiero que vuelvan a creer en mí.

     Ryan lo ayudó y argumentó que él había sido víctima de una trampa elaborada por Frank. Y además le pidió que mostrara las pruebas. Arnold procedió.

     — ¿Ven esto? —Alzó su mano y dejó ver la foto que todos creyeron era la prueba definitiva de su engaño. —Es la foto con la que me inculparon. Adivinen de dónde la saqué.

     —Instagram —completó Henry.

     Arnold le sonrió. Los demás miraban expectantes.

     —La foto fue tomada hace bastante tiempo, mucho antes de que ese Frank o tú —se dirigió a Bella— dijeran algo sobre esto. Está en su Instagram y, además, están etiquetados las dos personas que aparecen en la foto.

El público alucinaba. Desde Adalia, Norma (las amigas de toda la vida de Bella) hasta el propio Travis que no sabía nada de lo que sucedía. Pero acá no acababa la cosa.


ROWYAN | Temporada 2Where stories live. Discover now