Capítulo 34: La carta de Bella Avery Riffman. 📝

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Los tres chicos que se hallaban dentro de aquella habitación desacomodada, miraban muy interesados la carta ubicada encima de la mesa de café. Ryan la alzó, pero tenía muy mal presentimiento sobre todo esto. No quería leerla, pero la acción fue automática. 

     —"Hola. No importa en qué momento lean esto, sé que se estarán preguntando a dónde fui. Y no es para menos, yo estaría igual que ustedes: muy confusos. No quiero alarmarlos, ni nada por el estilo. Todo es por mi bienestar, por mi salud mental. No sé si llegaron a oír los llantos incesantes que tuve en estos últimos días. Estaba destrozada, y no solo por lo que me pasó con Arnold y con Frank. Había otro motivo. Otro motivo que me costó mucho ocultar por bastante tiempo. Ryan, sé que amas a Rowan. Sé que tu deseo de ser su novio y de que den el siguiente paso a algo mucho más formal, es enorme. 

Verás: Rowan es, para mí, la mejor amiga de todas. La conozco desde la secundaria. Siempre ha estado para mí, indispensablemente. Éramos inseparables, todo era mágico. Pero existía un problema en ella que yo no podía soportar, y me esforzaba por omitirlo. Su inexplicable belleza e inteligencia entorpecían y desarreglaban a cualquier chica que se parase a su lado. Tiene un don increíble para cautivar a los hombres. Algo que yo, sinceramente, envidiaba. Yo disimulaba... y lo disimulaba de puta madre. Pero llegó un chico transferido, con lentes cuadrados y alta estatura. Eso fue la gota que derramó el vaso..."

     Ryan se detuvo un instante y tragó saliva. Miró a ambos chicos y, realmente, no podía creer absolutamente nada. Parecía una historia sacada de un libro de John Green°.

     —"Desde el primer jodido día que le vi, sabía que entraría en nuestro grupo. Yo misma hablé con la profesora, con la excusa barata de "nosotros sabemos cómo llevar a los transferidos". Pero no recordaba la extraña magia que poseía la chica rubia de ojos azules. Se apoderó de sus sentidos y lo volvió loco en cuestión de días. Y no digo que fuera precisamente malo para él, porque, realmente, ella sí ha sabido cómo amarlo. Pero a primera vista, me pareció muy atractivo. Ese día hablamos mucho, y me encantó cómo contaba todo, cómo se expresaba y cómo irradiaba confianza si solo nos conocía de hacía unos minutos. Parecía sacado de una película de los 80s. 

Las horas pasaron. Los días pasaron. Las semanas pasaron. Los meses pasaron. Los años pasaron. Ryan se había ido a Francia, y yo creía que todo volvería a la normalidad. Que algún chico que Rowan y yo conociéramos, se fijaría en mí. Eso creí. Pero no. No quiero decir que Rowan se dejase coquetear o ella coqueteara con cualquiera. Eso no era necesario. Los chicos se derretían por Rowan solo con mirarla, sin ella pronunciar alguna maldita palabra. Era inefable.

Cuando creí que todo sería normal de nuevo, pasó algo. Llegó otro chico transferido al Instituto y, justamente, quedó en nuestra clase, tomando el puesto de Ryan en el aula. Christian era su nombre. No me atrajo, pero era una persona increíble. De un día a otro, se desinteresó en hablarme y en contarme su día. Su pasatiempo era estar detrás de Rowan y querer saber todo acerca de ella. Y eso no estaba mal, era su novia. Pero yo era su amiga, y le daba parte de mi cariño. Incluso, lo llegué a ver como una persona muy importante, y eso también me lo arrebató Rowan con su maldita e indecible manera de ser.

Al final, ¿qué hice? Sencillo. Luego de que regresara Ryan de su viaje a Francia, me tracé un objetivo. Consistía en alejar de ella lo que más adoraba, en separarla de la persona que la mantenía viva anímicamente. Pude lograrlo tachando la opción de Harvard en la que salía el nombre de Ryan y hacer que se fijara en la universidad que nos tocó a mí y a Henry. Luego, como sabía que en dicha universidad también estaría mi queridísima amiga Adalia Glücksmann, entonces no perdí la oportunidad de crear un vínculo amoroso entre ustedes dos. Organicé la tan increíble "cita romántica" que daría paso al comienzo, todo con la finalidad de separarte de Rowan, y de verla por un momento, solamente por un instante, debajo de mí. Por cierto, el acontecimiento extraño que hubo entre Ryan-Travis y Rowan-Adalia, fue algo que me ayudó bastante. Sin nadie saber cómo pasó, Ryan intercambió los sentimientos que había depositado en Rowan con Adalia, y lo mismo hizo Rowan con Travis. Aprendí esto cuando fui a una consulta con un amigo conocedor de temas extraños y confusos. Eso me benefició muchísimo y dio por hecho mi tan añorado plan. Pero como todas las cosas: tiene un principio y un final. Y desde que Arnold vino y me abrió los ojos, caí en depresión porque sabía que todo lo que había estado cultivando y lo que logré hacer era un acto más que malévolo. Me pasó factura, y por eso decidí huir. No aguanté la culpabilidad y mi única salida fácil era dejar todo atrás e irme a un sitio donde nadie jamás podría encontrarme. Aunque, sinceramente, sé que me harán falta. Sé que los pensaré cada día.

     Espero aguantar unos días más aquí. No me quiero ir aún.

Con amor,

Bella."

Ryan terminó de leer la carta, y no comprendía nada. Debía avisarles a todos que Bella estaba desaparecida y que no sabían nada sobre esto. Y acerca de su intención en separar a Rowyan fue algo que le cayó de sorpresa a todos. Nadie se esperaba esto en ningún contexto. 





°) No lo digo para desacreditar a John. Al contrario, me parece un escritor de época.

ROWYAN | Temporada 2Where stories live. Discover now