ROWYAN | Temporada 2

Capítulo 39: El adiós de Bella Avery Riffman. 🥀

Las miradas apuntaban a Rowyan, parecía el momento idóneo para su resurgimiento. Pero algo los interrumpió. El teléfono móvil de Rowan sonó, revisó quién era y no dudó en atender.

     —¿Bella? —dijo, su voz se había alzado un poco. Todos miraron asombrados.

Mientras ella seguía al teléfono, Ryan preguntaba si realmente era Bella.

      —¿Dónde estás? No es justo esto que no estás haciendo. —Se detuvo un momento porque ella había respondido. — ¿Cómo que...? ¿Arnold?

Y colgó. Todos esperaban la explicación de Rowan.

     —Está viva... pero me dijo que la disculpáramos, en especial Arnold.

Ahora mismo, el móvil que sonaba era el de Ryan. Era Arnold.

     — ¿Arnold? Justo iba a llamarte.

     —Felicitaciones por el campeonato, los vi por la TV. Ahora, voy saliendo para allá. Sé dónde está Bella, no se preocupen.

Colgó y Ryan informó a los demás.

Bella estaba perdida desde hace casi dos semanas y los policías no tenían ni rastros de dónde podía encontrarse. Arnold desde el desenlace se distanció totalmente y finalmente reapareció para brindar información sobre el posible sitio donde se halla la chica pelirroja. Y nadie lo había pensado, pero él era una de las personas más adecuadas para aportar esta información.

Al cabo de quince minutos, llegó al sitio.

     —Me llamó hace poco —comentó Arnold—. Está... fuera de sí. Cometerá una locura, debemos detenerla antes de que sea tarde. Vamos a la policía ahora mismo, porque el sitio no es precisamente cerca.

     —Llamemos desde acá. —Ryan sacó el celular y marcó al Detective Benson que los atendió la última vez. Este tomó la llamada. —Detective, tenemos un posible localización de Bella. Es en Ocean City. Su exnovio nos acaba de informar que habló con ella hace poco y que podría cometer una locura.

El Detective no vaciló y dijo que iría con algunos agentes más.

Los demás fueron directo a sus respectivos automóviles. Ryan con Henry y Arnold, Sofía con Rowan y Travis con Adalia (sí). Partieron su camino hacia Ocean City que no estaba precisamente cerca. Arnold por el camino comentaba que él sospechaba grandemente de ese sitio porque Bella le dijo, en sus días de novios, que el último día de su vida le gustaría pasarlo en la casa de su tía en Peck Beach. Y las probabilidades de que allí se encontrara ahora estaban por las nubes.

     — ¿Qué te dijo exactamente? —quiso saber Henry.

     —Esto: "Quiero que sepas, Arnold, que mi corazón jamás amó a un chico tanto como lo hizo contigo. Quisiera que me perdonaras todo lo malo que he hecho estos meses, este último año. Cuando nos conocimos en el Instituto todo era maravilloso y creí que había hallado al hombre de mi vida. Pero la vida da muchas vueltas. Perdóname, y espero no me extrañes tanto. Quisiera despedirme de ti pero no quiero irme jamás de tu lado, esté viva o no.

     —Joder —soltó Ryan—. No me puedo creer esto. En serio.

En el transcurso del Estadio a Ocean City, Henry llamó a la señora Riffman y le comentó todo lo que pasaba. Ellos también acudieron al sitio, pero llegarían algo más tardíos. A Arnold para calmar la situación, le preguntó a Ryan sobre Adalia.

     — ¿Que qué ocurre con ella? Nada, es una gran amiga.

Henry y él lo miraron. Hicieron una pregunta al unísono.

     — ¡¿Ustedes no eran novios?!

     — ¿Eh? No tengo novia, pero la chica que amo se llama Rowan. Ustedes saben, no sean imbéciles.

Faltaba poco para arribar al sitio donde informó Arnold y los agentes confirmaron con la Señora Riffman. Parecía todo muy calmado y alumbrado. La playa se veía preciosa, con el Sol poniéndose. Ocean City, luego de casi dos horas, estaban ya allí. Los coches de los chicos seguían a los policiales porque estos tenían las coordenadas exactas de la casa. Los ZETAs se estacionaron cerca de una casa hermosísima, Ryan y los demás hicieron lo propio.

     —Esperen aquí —dijo el Detective. Y este se dirigió a la entrada de la casa junto con los demá agentes.

Pasaron unos minutos y nada ocurría.

     —No puedo seguir esperando —decía Arnold—. Necesito ver qué ocurre.

El Detective Benson salió e indicó que vinieran todos a donde él se hallaba. Los chicos obedecieron y se pusieron a su alrededor.

     —La chica se ha suicidado.

La mente de todos estalló en mil pedazos en dicho instante. Ryan en shock, Arnold se había arrodillado a la vez que lloraba, Rowan y Sofía entraron a la casa y Travis indiferente.

     —Bella, no... Bella —repetía Arnold.

Ryan lo escuchaba, pero no producía sonido alguno.

Ryan no estaba.