El Perfeccionista [Park Jimin]

♠•Capítulo 10•♠

Poco a poco se deslizó en su interior para disfrutar lo delicioso que era el adentrarse en ella y así sentir lo suave que era su piel.
Sus manos sostuvieron con firmeza las caderas de la morena y ella lo envolvió con sus largas piernas, atrayéndolo hacia su deseoso cuerpo.
Ya estando sobre ella, la besó con fuerza e introdujo la lengua en su boca.

El vaivén de sus cuerpos emitían un sonoro choque de pieles ardientes, lo que hacía un perfecto coro que acompañaba a los jadeos incesantes de la morena y el castaño.

—Me fascinas, guapa —susurró él cerca del oído de su acompañante.

Jimin no pudo ocultar lo encantado que estaba de haberla desvirginado y de lo delicioso que era tenerla entre sus brazos disfrutando de sus caricias.

Ella por su parte, estaba sumida en el paraíso del placer y disfrute, jamas en su vida se había sentido así. Tan deseada, tan malditamente hermosa y tan mujer, jamas pensó ni por un instante en necesitar a un hombre como lo hace ahora, como necesita al castaño.

—Jimin...ji..mm...—la morena buscó sus labios y los besó deseosa, el castaño la complació con tan dichoso acto al mismo tiempo en que también aceleró sus poderosas envestidas.

Repentinamente sacó el pene del interior de la chica a lo que ella lo miró con confusión.

—Quiero que te gires y coloques tu precioso coño frente a mi —le ordenó él y ella sin objetar absolutamente nada hizo caso omiso.

Giró su cuerpo y al estar de rodillas, inclinó su cuerpo hacia enfrente apoyándose por completo de la suave cama.

Jimin volvió a penetrarla pero en esta ocasión con más rudeza, tomándola de la cintura para sujetarla mejor.
Sus labios recorrieron lentamente desde el cuello de TN hasta su espalda baja, saboreó con suma paciencia la piel de la chica para grabar en su memoria su atractiva anatomía, su encantador sabor y su candente piel.
Las manos del castaño se deslizaron por el vientre plano de la morena hasta llegar a sus pechos y estrujarlos con fuerza.

—Me encanta saber que soy el primero...—confesó Jimin a los que ella solo jadeo en respuesta —Es excitante saber que solo yo te he disfrutado...

—Jimin...ah...—ella no comprendía porque le resultaba halagador escuchar aquello.

Jimin tomó el cabello de la chica y lo apartó para hablarle al oído y que ella escuchara perfectamente sus palabras
—A partir de ahora me pertenecerás hasta que yo diga lo contrario...

Una especie de electridad recorrió la espina dorsal de TN hasta llegar a su feminidad y eso provocó que diera un ligero apretón sobre el miembro duró de Jimin.
El liquido seminal comenzó a salir de este y ella pudo sentirlo, su cuerpo lo recibió gustoso y permitió ser llenado.

Jimin se aferró a los firmes glúteos de la chica, el sudor recorría su frente y parte de su cuerpo, ya estaba en la cima de su límite de excitación y para llegar con gloria a su destino directo,  su poderosas penetraciones se intensificaron y se hicieron más profundas.

—TN, vamos...correte para mi, preciosa...—dijo Jimin al verla retorcerse de placer y gemir sin control.

Aquella nueva sensación para la joven no se hizo esperar y su esencia se mezcló internamente con la de Jimin, quien tras al verse liberado dentro de su chica, porque ella ya era eso para él “su chica”, se desplomó sobre su cuerpo hundiendo así su rostro en el cuello de la joven.

Luego de unos eternos segundos el se quitó de encima y sin decir nada salió de la habitación. El cansancio venció a TN y se dejó envolver por los brazos de Morfeo.

(...)

Sus ojos comenzaron abrirse poco a  poco y se llevó tremenda sorpresa al ver que no estaba en el lugar que ella suponía que se encontraba. Su pequeño departamento de estudiante la recibió de nuevo después de horas de haber sido...“secuestrada”.

—¿Todo fue un maldito sueño? —se preguntó desconcertada.
¿Acaso había enloquecido a tal grado de imaginarse todo aquello?

Sin embargo rápidamente sus dudas fueron aclaradas ya que se dio cuenta de que estaba vestida con una camisa blanca que por supuesto era de hombre y que además portaba un fuerte aroma a loción de caballero elegante.

—No, no ¡no! —se colocó de pie y empezó a ir de un lado a otro, estirando su cabello —¡¿Qué hiciste, TN?!

Un hermosos arreglo de claveles rojos yacía en la mesita de su habitación, se acercó a mirarlo y vio que había una tarjeta dorada en el, la cual rápidamente tomó y abrió para leer su contenido.

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Tus especiales atenciones anoche fueron una total maravilla, por lo que considero remunerarte cada vez que estés dispuesta a complacerme. Nuestro trato está más que sellado y tus servicios para mi comienzan justo ahora, por lo cual espero tu completa disposición para cualquier petición de mi parte y creo que ya conoces cuales son las consecuencias de incumplir con ellas.

Quedando con el sabor de tu piel en mis labios...

Park Jimin
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La castaña dejó caer las lágrimas de su ojos y se soltó en llanto.
¿Qué rayos había hecho?
¿Por qué había caído tan fácilmente en las redes de ese hombre?

—¿Qué voy hacer? —se preguntó con tristeza —No quiero traicionar a Ji Eun, ella es mi amiga y no se lo merece...TN ¿En qué te has metido?

Su corazón se estrujó al recordar las palabras de su madre antes de venir aquí.

Hija, prometeme que te cuidarás mucho y que me contarás si te enamoras de algún chinito o sales con alguno de ellos —habla la señora al mismo tiempo en que le soba la espalda.

TN suelta un pequeña risilla.
—mamá jamás me enamoraría de algún asiático, no son mi tipo.

— Quiero creer eso hija...pero hombre es hombre, aquí y en Corea. Basta solo con tener un chico lindo en frente para que tus neuronas quieran cometer indecencias...—la toma de las manos y la mira directo a los ojos. —No hagas cosas indebidas, ni te juntes con malas personas, tampoco quiero que adoptes algún vicio. Nada de alcohol o drogas; sabes que eso solo destruiría tu cuerpo y reduciría tus años de vida y sobre todo recuerda que a tus 20 años no es edad para enamorarse de verdad ni mucho menos para ser madre soltera ¿Me has entendido?

—Si mamá. Comprendo cada una de tus palabras y ten por seguro que no voy a fallarte. —la envuelve en un abrazo —Te quiero mucho, mucho, muchísimo. —Repartió numerosos besos en toda su cara.

Le falló a su madre, se falló así misma en el momento en que se dejó envolver por Park, había sido una completa estúpida.

—Por dios...—sus ojos se abrieron en grande cuando cayó en cuenta de que no habían usado protección y claramente ella no se cuidaba por el hecho de que no llevaba una vida sexualmente activa.

Tomó unos billetes de su cartera y con urgencia se dirigió a una farmacia para comprar pastillas del día siguiente y al salir por la puerta se encontró con la persona que menos esperaba ver el día hoy.

—¡TN! —gritó la chica muy emocionada.

—IU...que sorpresa verte...

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