♠•Capiulo 36•♠

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Las adicciones son malas...
Las obsesiones son destructivas...
Entonces ¿Qué ocurre si me vuelvo adicto a tu cuerpo, me obsesiona tu sonrisa y me vuelvo dependiente de tu cercanía y tu voz?

No conozco el amor porque nunca he amado, pero quiero amarte ¿Qué debo hacer?


TN se encontraba en el departamento, ya que tenía la tarde libre; se ocupó de limpiar cada rincón del lugar hasta que no quedó rastro de polvo. Terminó sus tareas atrasadas y cocino algo para cenar.

Pero antes de probar bocado, fue a ducharse y luego de eso revisó su teléfono, lo que le pareció muy extraño es que el castaño no se fuese comunicado con ella. Ni siquiera un mensaje, nada y era más extraño; sobre todo porque, ella no se presentó a trabajar y no le avisó, ¿Se habrá enfadado?

De cualquier modo, lo averiguaría luego.
No tenía ánimos de ver ni de escuchar a nadie así que apagó su teléfono y encendió el esterio de la sala. Al ritmo de la música latina movió su cintura en tanto se dirigía al comedor.

Ya me han informado
Que tu novio es un insípido aburrido
Tú que eres fogata y el tan frío
Dice tu amiguita que es celoso
No quiere que sea tu amigo
Sospecha que soy un pirata y robaré su flor

No te asombres si una noche
Entro a tu cuarto y nuevamente te hago mía
Bien conoces mis errores
El egoísmo de ser dueño de tu vida

—Eres mía! Mía, mía... —cantaba TN a todo pulmón —No te hagas la loca, eso muy bien ya lo sabías...

Si tú te casas, el día de tu boda
Le digo a tu esposo con risas
Que solo es prestada la mujer que ama
Porque sigues siendo mía...

Cuando terminó de comer, prosiguió a lavar los trastes sucios para no tener que levantarse mañana temprano a lavarlos. Hoy dormiría exquisitamente bien y nada lo estropearía o eso pensaba.

La música estaba a un muy alto volumen que incluso ella no escuchó como la puerta principal se abría y era azotada con fuerza.

La primera visión de Jimin al ingresar al departamento y dirigirse a la cocina, fue de una preciosa morena con cabello suelto, vestida en una pijama de shorts cortos y una blusa de tirantes de color Rosa pastel.
Por un instante se le olvido todo lo que traía en la mente y solo sintió como deseaba tomarla entre sus brazos e iba a hacerlo, sin embargo ella se dio cuenta de su presencia y se giro a mirarlo.

—Jimin, creía que no vendrías hoy. No me mandaste ningún mensaje, ni me llamaste —lo dijo en tono molesto.

—Tuve que resolver un asunto muy grave —dijo con una voz seca. Su semblante era tenue pero su mirada era intensa. No le quitaba los ojos de encima, es como si la estuviese analizando y eso a la castaña la ponía muy nerviosa, le erizaba la piel.

Ella intentó desviar los pensamientos que Jimin le provocaba cuando la veía de esa manera y se interesó por saber que le había ocurrido a él —¿Asunto grave? —sintió su voz temblar; en verdad la hacía sentirse débil.

Aunque Park estaba un poco lejos, recargado en la puerta; allí en donde la luz de la cocina ya no alcanzaba a iluminar más que solo un poco, debido al grueso marco de la puerta; ella claramente sentía como los ojos de él, la recorrían de forma acechante y lujuriosa.

Tal vez la estaba desnudando con la mirada...

Eso provocó en ella una ola de emociones fuertes y sensibles. Park Jimin hacia que en sus interiores tuviera una revolución de sentimientos y deseos pecaminosos.

El Perfeccionista [Park Jimin]Where stories live. Discover now