El Perfeccionista [Park Jimin]

♠•Capítulo 24•♠

¿Cuál es el lado bueno cuando todo comienza a empeorar?
Que a tu lado estarán las personas que verdaderamente te quieren y desean tu bienestar.
La gente toxica e interesada huye lejos, cual hormigas al agua y solo quedan las que valen la pena, estando dispuestos a afrontar las cosas contigo.

—¿Cómo te la has pasado? ¿Te gusta Corea? —el pelinegro se encontraba en el hospital visitando al hermanito de la morena, como suele hacerlo desde hace unas semanas atrás.

—Pues...no me aburre este lugar porque mi hermana y tú, están mucho tiempo conmigo...pero quisiera de una buena vez salir del hospital para continuar con mi vida normal —sonrió el jovencito con mucho entusiasmo, el cual le trasmitió enseguida a chico en frente suya.

—Es genial que seas tan optimista, te aseguró que así será. —aunque los doctores hayan dicho que la enfermedad del latino era muy grave y difícil de curar, Jimin le daba ánimos para que luchara con todas sus fuerzas —Dime ¿Te gusta hacer algo en particular? ¿Practicabas algún deporte cuando estabas en tu país?

—Si...me gusta mucho la pintura pero como estudiaba en una escuela pública no había recursos para tener materiales y llevar esa materia —el joven hizo una pequeña mueca, mirando al suelo.

—Entonces ¿No practicabas pintar? —al pelinegro le interesaba mucho saberlo.

—Si pero con la pintura que usan para pintar casas, es que a veces ayudaba y trabajaba con los albañiles o personas que querían pintar, aprendía hacerlo y a parte me llevaba un buen dinero por ello —dijo el jovencito, brindándole otra sonrisa.

Ambos chicos estaban pasando un agradable momento en compañía del otro. Jimin podía sentir que pasaba tiempo de calidad con su hermanito menor, aunque no lo fuera en verdad.
Ellos comenzaban a desarrollar un cariño fraterno, de hermanos que se cuentan todo y son cómplices en todo.

—¿Cómo era TN cuando vivía en tu país? —se atrevió a preguntar. Las ansias de conocer más de su chica lo invadían grandemente y no se quedaría con las dudas.

—Ella era muy feliz, siempre sonriente, en ocasiones un poco sensible y quizá dramática pero siempre con los pies sobre la tierra. No le agradaban tantas atenciones por parte de la gente, por lo que no era muy interesada en el dinero o fiestas. Me acuerdo que solía dormirse hasta muy tarde por todos los deberes que tenía que entregar en la escuela. TN también era algo desordenada porque cuando buscaba algo nunca lo encontraba entre todo el tiradero que tenía en su habitación...ella es la mejor hermana que pude haber tenido, siempre ha cuidado de mi. Ha sucedido que habían días en los que casi no teníamos dinero para comprar mucha comida y pues yo me quedaba con hambre, TN se daba cuenta de ello y no me compartía de su comida, sino me lo daba toda su porción...amo a mi hermana y me alegra que ella esté contigo, me caes muy bien y pareces buena persona. Si me pasa algo malo, se que la cuidarás —se le escapó una pequeña lágrima al chiquillo.

—Tu hermana es una extraordinaria chica —reafirmó el pelinegro. Él sabía que el corazón de su castaña era enorme, que estaba lleno de amor y cariño incondicional. También sabía que él inevitablemente comenzaba a sentir más que solo atracción sexual por su latina y eso le gustaba, porque aunque le habían roto el corazón sólo una vez, Jimin se dio cuenta de que no era amor lo que sintió por IU, sino una efímera obsesión que logró superar rápidamente gracias al desborde de inocencia, pasión, sensualidad y la dulzura que claramente poseía TN. Él, le ocultaba ciertas cosas como su secreto más oscuro del cual no tiene ninguna intención de decirle, al menos no por ahora porque sabe que ella le tendría miedo y no quiere eso. Primero lograría salir del proyecto siniestro en el que está, y para ello tendría la ayuda de IU,  a quien por cierto quería destruir y estaba cerca de hacerlo.