♠•Capítulo 25•♠

2.6K 173 4
                                    

¿Cómo decirte adiós si ya no estás aquí?
¿Cómo decir que te quería tanto si has dado tu último aliento y yo no estuve allí?
¿Qué hago para calmar mi dolor de no haberte dicho lo importante que eras en mi vida?
Fuiste tú, el que con lágrimas y sudor veló por mi bienestar...te quiero con toda mi alma, aunque ya no estás aquí, llevaré siempre tu recuerdo grabado en mi memoria.

—Mi papá...no...por favor —sumida en un llanto incesante, la morena se desplomó en el piso. No podía dar crédito a que aquella horrible noticia fuera verídica.

Jimin no comprendía por que su ahora novia, de pronto se había derrumbado emocionalmente frente a él. Ella se veía totalmente desecha.
Se colocó de cuclillas y la abrazó por la espalda para reconfortarla.

—¿Qué ocurrió? —le susurró en el oído.

—Mi padre...él está...él...murió —la pobre morena ni siquiera podía articular palabra por el nudo en su garganta. —Mi papá ya no está aquí...no me despedí de él, soy una mala hija porque no lo cuidé.

—No digas eso, TN. No eres una mala hija y tampoco fue tu culpa si es justo lo que piensas ahora —abrazó a su chica aún más fuerte, de esa forma ella sabría que no se encontraba sola en un momento tan trágico como este.

—Pero...yo, Jimin. En verdad me siento muy mal por no haberme despedido de él, por no decirle tantas cosas que me he guardado. Que lo quiero mucho y que es un excelente padre. Desearía poder decirle lo agradecida que estoy por todo lo que me dio —se giró, tirándose sobre su novio para buscar refugio en sus cálidos brazos. —Te necesito, por favor no me dejes sola...no lo hagas...

—No me iré a ningún lado. Estaré aquí para cuidarte y apoyarte en todo lo que sea necesario —cerró sus ojos al dar un profundo respiro y posteriormente besó la frente de la morena con gran fervor. —Llora TN y saca todo el dolor que tienes dentro, desahoguate en mis brazos. Estoy aquí para ti...te quiero.

Al pasar unas dos horas el llanto de la morena finalmente cesó al quedarse profundamente dormida, Jimin la tomó en brazos y la llevó a la recamara en donde también se acostó él. Claramente no se iría y se quedaría para velar por el sueño de su chica.
Esta mujer se había arraigado fuertemente en su corazón, la quería tanto que por supuesto no la dejaría sola cuando se avecinaba tormentas.
Rápidamente la morena se convertía en su mundo y su mayor tesoro.

—Jamás te abandonaré. Mientras tenga vida te la dedicaré a ti y a fortalecer este amor que siento como crece entre nosotros, tomando todas nuestras fuerzas para arrasar con los  corazones de ambos —después de dedicarle esas palabras, complemento el bonito momento con un romántico beso.

(...)

—Quiero ir contigo, TN —objetó el castaño. Él estaba muy desesperado debido a que su morena estaba totalmente decidida a volver a su país, sola para ver a su mamá y dar cristiana sepultura a su padre.

—Jimin...te necesitó aquí, por favor, quiero que estés con mi hermano y no lo dejes solo. Sabes que no le he dicho nada porque una noticia así lo desanimaría mucho y podría ser perjudicial para él y no quiero eso. Ahora Alan y mi madre son la única familia que tengo, no voy a perderlos...Jimin —le suplicó con la mirada.

—Esta bien, tienes razón —se pegó a su novia, envolviéndola con su cuerpo y enterrando su cara en el cuello de ella. —Cuentas con mi total apoyo, sin embargo no me agrada saber que te irás sola. No quiero ni imaginar que te pudiera ocurrir algo malo, eso me destruiría.

Con las pocas fuerzas que tenía la morena, hizo una mueca que parecía una sonrisa forzada —Gracias por preocuparte por mi pero estaré bien...no le digas nada a mi hermano. Yo le diré todo cuando regrese y traeré a mi madre para que juntas logremos que no le duela tanto.

El Perfeccionista [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora