Capítulo XXV: Preparativos

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El fic es de Sablesilverrain. La traducción es mía.

Los personajes son de J. K. Rowling, si fuera míos, las cosas hubieran sido algo —muy— diferentes.

P. D. Si aún no es obvio, esto es Slash —que significa ChicoxChico—, si no te gusta, ¡adiosito!

No debería tener que decirlo, pero este fic contiene escenas para adultos, lee bajo tu responsabilidad.

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—Te quedarás aquí, con un guardia dementor veinticuatro/siete hasta tu juicio —Amelia le dijo a Dumbledore mientras lo dejaba en una celda en Azkaban—. Esas esposas funcionan, así que no te molestes en intentar salir —advirtió—. El juicio será en dos semanas. Un asistente de la ley vendrá mañana para hablar contigo y comenzar a configurar tu defensa. Te deseo suerte. La vas a necesitar —dijo, cerrando la puerta y saliendo.

Se dio la vuelta al final del pasillo para asegurarse de que el Dementor asignado para vigilarlo estuviera estacionado frente a la puerta de su celda. Se quedó allí, un centinela impasible, que parecía un emisario del inframundo, viniendo a reclamar el alma de un hombre condenado.

Caminó hacia el bote y dejó que el guardia la llevara a la orilla. Después de haberse alejado de Azkaban y de saciar los escalofríos que el horrible lugar le dio, regresó al Ministerio. Ella tenía mucho papeleo para empezar. La mayor parte de eso serían las citaciones para todos aquellos a quienes la fiscalía estaría cuestionando para construir su caso. Si todos ellos contribuían con el testimonio de un pensadero además de sus palabras, tendrían un caso muy fuerte.

Amelia no envidiaba ni un poco al Mago de la Ley de Dumbledore.

[*.*.*]

—¿Te gustaría quedarte a tomar algo? —Ruby le preguntó a Severus cuando terminaron de cenar—. Puedes compartir el sofá con Harry. Creo que le gustaría eso —ella ofreció—. Les dejaré a los hombres hablar mientras le doy al bebé su baño.

Severus echó un vistazo al rostro esperanzado de Harry y se derrumbó. —Muy bien. Un pequeño —eestuvo de acuerdo.

Harry aplaudió, lanzando sus brazos alrededor del hombre.

Sirius suspiró y caminó a la sala, Harry y Severus lo siguieron mientras Ruby subía.

Severus entró en el salón, Harry a su lado, y aceptó el pequeño vaso de whisky de fuego que Sirius le entregó. Tomó el sofá y Harry se acurrucó a su lado, sonriendo alegremente cuando Sirius trató de evitar mirarlo.

—Así que supongo que tengo que agradecerte por deshacerte de la sanguijuela de Harry —dijo Sirius en tono de malicia.

Severus asintió. —No quería que mi compañero fuera drenado de su magia. Esa magia se usará para protegerlo a él y a nuestros hijos, en el futuro —dijo con firmeza, dejando que Sirius creyera la mentira. Después de todo, Harry le había dicho que no tenía intención de contarle a Sirius sobre Tom y su alianza en el futuro previsible.

—¡Y a ti! —añadió Harry—. También voy a protegerte lomejor quepueda.

Severus se rió entre dientes. —Aprecio el sentimiento, pero me gusta pensar que puedo protegerme dijo suavemente.

—Así que todos excepto Draco están libres de la sanguijuela. ¿Cuánto tiempo tomará terminar la poción de Draco? —preguntó Harry.

Severus suspiró. —Desafortunadamente, sólo pude preparar las pociones de una en una, ya que ambas son difíciles y exigentes, así que comencé la suya a la hora del almuerzo. Realmente necesito volver a eso pronto —le informó al adolescente.

ReclamadoWhere stories live. Discover now