°•Capítulo 7•°

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Narra James:

—¡Hermanito! —Dice Daniel delante de sus amigos.
—¡Por fin has llegado! Mira —Dice enseñándome a un par de chicas.
—Prostitutas y droga —Dice entre carcajadas. Puedo ver como varios chicos fuman marihuana y otros empiezan a sacar aquel polvo blanco, el cual jamás me he atrevido a probar.
—Esto es vida hermano —El chico se sienta en unos grandes y rojos sofás repletos de chicos y chicas.
—Emma, este es James —Miro a la chica la cual me abraza y mira mis ojos.
—Hola guapo —La aparto.
—Solo venía para beber —Me siento retirado de Daniel y puedo ver como la chica que me había hablado se sienta en su regazo.
—¿Ni droga ni prostitutas? Pues va a ser verdad que te has enamorado —Todos ríen.
—No es eso —Digo enfadado.
—¿Entonces? —La camarera pone un par de vasos y una botella de whisky.

Me quedo callado mirando como el alcohol va llenado rápidamente cada uno de los vasos. Rápidamente cojo uno de ellos, sé que le dije a Madi que había dejado la bebida pero esto es pura supervivencia, necesito el alcohol para desvanecer unos segundos de este maldito caos en el que estoy envuelto.
Daniel se queda en silencio observando como trago aquel licor como si fuese agua.

—Jackson te quiere ver —Suelta haciéndome negar.
—No pienso hablar con un asesino —Daniel da un trago a su bebida.
—Es tu padre —Trago saliva y niego de nuevo.
—Ya te he dicho que están los dos muertos —El chico cierra los ojos y mira hacia otro lado.

Sé que no debería haber dicho eso pero necesitaba soltarlo, necesito dejar de callarme las cosas. El tema de mi padre me mata y no puedo evitar ponerme serio y demasiado frío.

—Lo siento —Le digo de mala manera.
—Te entiendo, pero me metes en problemas James —Niego.
—No tienes por qué ayudarme —Le doy un trago.
—Eres mi hermano —Aprieto los dientes.
—Soy tu hermano desde hace cinco meses Daniel —El chico se queda callado mirándome fijamente a los ojos.
—Ese tío me abandonó, mató a mi madre y ¿pretendes que vaya a verlo? —Niego con una sonrisa bastante aterradora.
—Dile que para mí está muerto —Le digo con el máximo desprecio.

Bebo de un trago aquel alcohol fuerte dejando aquel pequeño vaso totalmente vacío y lo miro fijamente a los ojos.

—Que disfrutes de las prostitutas y de la droga —Me levanto del sofá.
—Oh vamos James, siempre haces lo mismo —Me volteo para verlo.
—Siempre sacas el tema —El chico asiente.
—Pero yo no tengo la culpa de eso —Me encojo de hombros.
—Yo menos —Cojo mi chaqueta de cuero negra y me la coloco rápidamente.
—Tomate algunos vasos más, todas estas chicas se quedarán mucho rato —Niego.
—No tengo ganas —Daniel rueda los ojos y gruñe enfadado.
—No sé dónde está el rey de las prostitutas —Lo miro fijamente.
—Las personas cambian —Daniel ríe.
—Solo cambian por culpa de la gente que les rodea —Este se levanta lentamente.
—Eso no es cierto —Trago saliva.
—No me gusta que estés cambiando por aquel angelito —Aprieto los puños y veo como se va acercando lentamente a mí.
—Cállate Daniel... —El chico suelta una sonrisa mientras me mira fijamente a los ojos.
—No quiero que dejes de ser un capullo y aún menos que te conviertas en uno de ellos tan solo para impresionarla... —Me susurra.
—Sabes que no sería capaz —Daniel ríe.
—Ese es tu maldito defecto, has encontrado a tu maldita debilidad —Aprieto más los puños y la mandíbula.
—No quiero hablar de esto —Le respondo enfurecido mientras intento relajar todos mis sentidos.
—No te pongas tenso —Dice con una sonrisa.
—¡Cállate! —Daniel me empuja y lo destrozo con la mirada.
—¡¿Qué cojones haces?! —Lo empujo y el chico ríe.
—¡Vamos tengo ganas de pelea, llevo semanas sin meterme en una! —El chico me empuja de nuevo y no puedo evitar ir a por él.

Lo agarro de los hombros y lo empujo hacia una mesa haciendo que los vasos caigan al suelo. Daniel ríe y eso hace que me hierva aún más la sangre.
El chico me pega un buen puñetazo haciendo que le devuelva aquel golpe multiplicado.

Peligrosamente Inevitable® ✓ (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora