°•Capítulo 24•°

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Narra Madison:

Contemplo como conduce James mientras mis ojos vuelven a la normalidad. Aún siguen rojos y las mejillas aún siguen levantadas por culpa de aquel líquido corrosivo, llamado lágrimas.
Mis pulsaciones están empezando a volver a la normalidad y puedo ver a James de otra forma. Se ha convertido en el único amigo el cual le da igual que esté perdida en este mar repleto de caos y locura en el que estoy envuelta en estos momentos. Sus ojos azules me llevan a otro mundo y me hace desvanecer por unos segundos de los malditos problemas que me están sucediendo, sé que en mi pasado fue demasiado importante para mí, es una persona maravillosa.

Llegamos a los aparcamientos de aquella preciosa cafetería. Salimos a la vez del coche y nos dirigimos hacia el interior de esta. El suelo está formado por azulejos negros y blancos de forma cuadrada, las paredes son azules y las mesas metálicas van acompañadas de unos sofás rojos aparentemente demasiado cómodos.
No me había dado cuenta el hambre que tenía hasta que el olor de los gofres y de los huevos fritos hacía que mis tripas sonaran con demasiada fuerza.

James camina hacia una de las mesas y no dudo en ir tras él. El chico se sienta delante de mí y coge rápidamente la carta, yo hago lo mismo y las enormes cartas nos hacen imposible vernos el uno al otro.
James baja un poco la carta para poder ver mis ojos y yo hago lo mismo.

—¿Qué vas a pedir? —Me pregunta.
—Un gofre —James asiente mientras mira las miles de imágenes de comidas que se encuentra en esa enorme carta.
—Yo también —Los dos soltamos a la vez las cartas en la mesa y nos miramos.

Ahora que voy a vivir con este chico me gustaría saber algo más de él.

—¿Puedo preguntarte algo? —James rueda los ojos y asiente.
—Adelante —Responde.
—Bueno me gustaría saber algo más de ti —James se encoje de hombros.
—No soy interesante —Me encojo de hombros.
—Conoces más cosas de mí que yo misma y sin embargo yo solo sé que eres mi ángel de la guarda —James resopla como si hubiese dicho algo gracioso.
—Yo no soy un ángel y siempre te he conocido más que tú a mí —Me encojo de hombros.
—¿Pues es la hora de cambiar, no creés? —James niega.
—No me gustan los cambios —Suelto un suspiro.
—Ni a mí tampoco, pero ahora que he cambiado quiero ver las cosas de otra forma, quiero conocerte —James rueda los ojos.
—¿Y qué quieres saber de mí Madison Hart? —Dice con un tono de burla.
—Tu apellido es... —Le digo con una sonrisa.
—Johnson —Asiento.
—Muy bien James Johnson —James suelta una sonrisa y niega intentando borrarla de su cara.
—O podría llamarte... J.J —James se vuelve totalmente serio y niega.
—Ni se te ocurra —Suelto una carcajada y levanto mis manos en forma sarcástica.
—Lo siento —Le digo consiguiendo sacarle una mueca.
—La primera pregunta es... —Toco mi barbilla mientras pienso.
—¿Tu tatuaje tiene algún significado? —Señalo a los dos pequeños puntos que tiene en la muñeca.

James mueve su muñeca para poder verlos y asiente.

—Mi padre y mi madre —Señala cada círculo y mientras los miro.
—¿Tienes algún otro más? —Antes de que James pueda hablar la camarera aparece.
—Hola chicos ¿Qué vais a tomar? —Miro a James el cual mira hacia la camarera.
—Dos gofres y dos cafés —La chica asiente.
—Marchando —Dice yendo hacia la barra.

Vuelvo a mirar a James el cual me mira con una mueca. Parece que sabe que me gusta el café y eso hace que me derrita por dentro.

—Si, tengo más tatuajes —Yo asiento.
—¿Y cuál es tu favorito? —James se queda unos segundos pensativo pero rápidamente cambia su expresión al ver una chica entrar a la cafetería.
—Mierda —Farfulla.

Me volteo para mirar a aquella chica la cual es Anna. Va vestida de enfermera y no tarda en ir hacia la barra y pedir un café. Me volteo para mirar a James el cual está totalmente tapado con su carta.

Peligrosamente Inevitable® ✓ (2)Where stories live. Discover now