Capítulo 9

1.6K 172 28
                                    

Selena Gomez- Rare

CHAD

Saludo al guardia de seguridad cuando entro al edificio, me adentro en el ascensor y pulso el botón correspondiente al piso al cual quiero ir. Después de estar todo el día dando entrevistas y yendo a reuniones con persona interesadas en hacer negocios, por fin puedo venir a ver a Gemma. No mentí al decir que quería otra oportunidad y voy a luchar por ella, quiero llevarla a casa y que no tenga que tomar el bus, por algo hay que empezar.

Las puertas de metal se abren, dejándome ver a Anne, su ceja se arquea cuando me ve y una sonrisa termina deslizándose por sus labios.

—Supongo que vienes a ver a Gemma.

—Eh...

—Claro que vienes —se ríe entre dientes—. Tiene trabajo atrasado, así que se un buen pretendiente y ve a comprar comida para ambos.

Arqueo una ceja en su dirección y ella sonríe, adentrándose al ascensor y empujándome para que salga.

—¿Desde cuándo me ayudas?

—No tengo una respuesta para eso, pero te diré lo mismo que te dije hace meses. —Entrecierra los ojos—. No le hagas daño si de verdad te importa, y si se lo haces haré tu vida un completo infierno. ¿Entendiste?

Sonrío y niego con la cabeza.

—Y creer que hace un año eras pacífica y ahora, mírate, amenazando a un pobre samaritano.

Se ríe.

—Ahora es mi turno de tomar el lugar de amiga protectora.

Sé que lo dice porque Leslie ya no está, porque ella era la que protegia, la que era capaz de tirar todo por la borda con tal de ayudar a sus amigas. Recuerdo que la primera vez que las conocí, debido a que las choque y luego les eché la culpa.

—Entonces tendré cuidado.

Asiente.

—No seas cliché y no compres pizza. Gemma adora el sushi, así que compra sushi.

Arrugo la nariz.

—El sushi es horrible.

Ríe entre dientes.

—Aprende a hacer sacrificios, Chadsito.

Suelto una carcajada y niego con la cabeza, mientras ella presiona el botón.

—Suerte.

Las puertas se cierran antes de que pueda contestar, dejo salir un suspiro y camino hacia la oficina de Gemma. Me asomo un poco y está mirando la computadora. Sus lentes están resbalándose por el puente de su nariz y tiene el ceño fruncido, mientras mueve su mano en diferentes direcciones por la mesa, guiando el mouse.

Se ve adorable.

Revisó la hora y camino de vuelta al ascensor para ir a comprar comida. Es la primera vez que compraré comida para alguien, a Clary no le gustaba que le llevará comida al trabajo, prefería comer en casa siempre.

Ambas son tan diferentes.

Conduzco hasta donde vendan sushi, la verdad es que nunca he ido a uno. El pescado no es mi fuerte, los mariscos y yo no somos amigos. Al entrar en el local me acerco al mostrador y pido un menú. Tienen diversos platillos, algunas fotografías de cómo lucen adornan el menú, pero nada se ve apetitoso para mí.

—¿Puedo ayudarlo en algo? —Alzo la mirada, dando con una mujer de cabello blanco y ojos arrugados.

—¿Qué me recomienda?

Más allá de su mirada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora