Capítulo 22

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Surf Mesa- ily (I love you baby) ft. Emilee

GEMMA

No puedo respirar.

Jadeo con fuerza en busca de oxígeno para llenar mis pulmones, pero la acción parece inútil. Aprieto los ojos con fuerza y mis manos estrujan las cobijas sobre mi cuerpo.

Estoy temblando.

Inhalo y exhalo con fuerza cada bocanada de aire que mi cuerpo es capaz de tomar para mis pulmones, sin embargo sigo sintiéndome asfixiada. Sigo sintiendo que es inútil respirar cuando lo mío no es físico, es emocional.

Una capa de sudor cubre mi piel, siento una de las gotas deslizándose por mi espalda y perdiéndose cuando hace contacto con la tela del short de pijama. Mis oídos no captan ningún sonido, pero soy consciente del latir desesperado de mi corazón, martillando con fuerza como si quisiera salir de mi tórax y huir.

Me obligo a tomar el control de mi respiración y calmar los latidos acelerados de mi corazón. Dejo salir un suspiro tembloroso cuando el temblor en mi cuerpo disminuye, llevo mis manos hacia mi rostro y siento agua.

No es solo sudor lo que cubre mi rostro, también son las lágrimas que no sabía que estaba derramando. Un pequeño y tembloroso sollozo sale de mis labios, mi espalda se encorva y mis piernas se apoyan en mi pecho, mientras que mis manos las rodean con fuerza.

Solo fue una pesadilla.

Una vil y asquerosa pesadilla que solo viene a hacerme pedazos, solo viene a torturarme y despedazar la poca cordura que aun tengo.

Aparto las sábanas, obligándome a lanzar los residuos del sueño lejos, no quiero recordarlo, no quiero volver a sentirme sin respiración. Con torpeza y guiándome con mis manos camino hacia el baño, logro encender la luz de la pequeña habitación, aunque no soy capaz de ver nada.

Me acerco tanteando al lavamanos y con mis palmas juntas lleno el hueco con agua para después echarlo sobre mi rostro. El agua fría coloca los vellos de mis brazos de puntas y un escalofrío recorre mi espina dorsal con violencia.

¡Gemma!

Cierro los ojos con vehemencia. Mis manos se deslizan hacia los bordes del mueble y aprieto con fuerza. Mi corazón da un vuelco y mi respiración se vuelve errática.

Las imágenes de la pesadilla inundan mi mente, me ahogan de manera violenta y sin piedad alguna. Gina es la protagonista, estaba en la distancia y entre sollozos me pedía que la ayudara, estaba cubierta de sangre y gritaba mi nombre con desespero.

Pero no podía ayudarla.

Mi cuerpo estaba paralizado, solo podía sentir el dolor filtrando en su voz, solo era capaz de escucharla gritando por ayuda. Después solo podía ver oscuridad, el olor a podrido inundaba el lugar y el frío calaba mis huesos, lo próximo que escuché fue el llanto de un bebé.

Era desgarrador, doloroso.

Intente buscar al bebé cuando lo escuche, lo intente con todas mis fuerzas pero en medio de las penumbras no fui capaz de encontrar absolutamente nada.

Algo me incitaba a buscarlo, algo me decía que debía encontrarlo y protegerlo. Pero no lo encontre, solo pude escuchar su llanto, el cual me estaba destrozando el alma en miles de pedazos. He soñado con el llanto de un bebé desde que perdí al mío, al principio era muy frecuente, después no era algo común, y últimamente han vuelto.

Una de mis manos va hacia mi vientre por inercia y las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. Si hubiera nacido, si hubiera estado aquí, estuviera grande, quizás ya gateando, quizás ya caminando, no lo sé.

Más allá de su mirada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora