Capítulo 8

7.9K 443 4
                                    

Lena

Metí la pata, ahora sí que echaran ni culo a la calle. Entonces como si el universo apareció Joker, ese hombre tenía un aura tan oscura como muchos de aquí, pero había otra cosa la forma maliciosa en que me veía, en realidad, todo en él era desagradable. Con una sonrisa, se acercó, por inercia retrocedí, era un hombre grande y alto, con un aspecto malvado.

—Espero que te vayas antes que el prez descubra quién eres, porque cree disfrutare viéndote sufrir, perra—escupió, literal, con una amenaza implícita. Mi cuerpo se estremeció, sin temor no baje mi cabeza demostrándole que no le tenía miedo.

Toma una cerveza, se marcha y por último me da una mirada deseosa, asquerosa. Y algo en mi me dice que lo conozco, lo siento familiar.

—¿Estas listas, Lena? —pregunta Miguel, se nota más relajado al igual que el tono de su voz, tiene una sonrisa bonita con unos lindos hoyuelos, que lo hacen lucir sexy.

—Si—digo, sonriendo, siguiéndolo a la salida, admirando sus brazos, los cuales son una obra de arte nunca me han gustado los tatuajes, pero sin duda en él se ven magníficos. Siento mis mejillas colorarse, avergonzada, demonios me lo estoy comiendo con la mirada.

—Si quieres te puedo dar una fotografía, eso sería más duradero—murmura el idiota riéndose de mí, acelero mi paso hasta caminar a su costado.

Sube a la moto, me da una mirada que por un momento llego a pensar que es preocupación, pero desaparece rápido, niego con mi cabeza apartando todas esas ideas locas y subo, pasando mis manos alrededor de su cintura.

—Si la quisiera te la pediría, así que por los momentos no gracias—, digo cerca de su oído, se estremece, sonrió complicidad al menos puedo hacerlo temblar, casi rio por mi ocurrencia.

Es lo último que digo, enciende la moto y nos dirigimos a nuestro destino, el cual desconozco. Siento el aire cálido contra mi cara, enredando mi cabello, se siente como si estuvieras volando, recordando como era subir a una de estas con papá, demonios, como las amabas era su pasatiempo preferido, amaba montar detrás de él, sabiendo que nunca dejaría que me cayera.

Como deseara que él nunca hubiera muerto, que tal vez mamá no fuera así de cruel, que solo fuera una pesadilla; suelto un suspiro lleno de frustración.

«Es hora de aceptar que han pasado diez años, que murió, que ya no volverá, que ya no tendré una familia; pero sé que esta si puede ser mi nueva familia las Serpientes Mc, porque ellos cuidaron de mí, me salvaron y solo tal vez tendría que demostrar mi lealtad. Es hora de vivir el presente dejar de pensar en que podría ser o hubiera sido, porque este es mi ahora y tengo que cogerlo fuerte y enfrentarlo, y demostrar que estoy lista.

Ya no más la niña, de la adolescente temerosa; porque ahora demostraría ser una mujer fuerte y con ganas de no dejarse caer. Por qué ahora sé que el que cambia es porque quiere y así lo desea, no pedir porque nunca lo harán solo pondrán pretextos del porque no pueden, y a veces nos echaran la culpa a nosotros, nos harán sentir miserables mas no merecemos eso, merecemos vivir, ser libres y que siempre todo sea recíproco. Porque así es la vida, y como serie el lema de club
«Vive libre, muere libre»

Aunque esa no sea una de las más importantes sino lealtad, hermandad y familia.

La velocidad de la Harley disminuye, abro mis ojos encontrado una magnífica vista hermosa, un pequeño rio, rodeado de flores, o lo que quedan de ellas ya que el otoño se acerca, desmontamos, caminamos hasta sentarnos bajo la sombra de un árbol; por un momento se me hizo similar al claro de crepúsculo, claro, sin él. Pequeño rio.

Me recosté en la grama sin importar ensuciar mi ropa, pasando mis manos sobre la grama, intentando buscar una forma de entablar una conversación, sabía que Miguel está dudando sobre mí, de dejarme quedar, eso provocaba en mi malestar, saber que estaba en dos posiciones y aunque no lo quisiera admitir siempre sería primero su club. Jamás imagine que un silencio podría ser incomodo, pero este sin duda era uno de ellos.

—Lena, antes que toda esta mierda loca pasando en mi cabeza háblame de ti.

Me senté, abrace mis rodillas contra mi pecho, suspire, al menos no me grito.

—Bueno, nací y crecí en golfos al norte de Alabama, una linda familia, padres amorosos, nunca me falto nada. Mi padre era contador, siempre estaba fuera de casa, pero Valia la pena siempre espera que volviera de una nueva aventura, como yo lo llamaba—hago una pausa, tomando fuerza y valentía—. Mi mamá es especial, o eso pensaba; éramos felices hasta que papá murió, todo lo que vino después fue un completo infierno.

En mi garganta se forma un manojo de emociones, pensar en ellos es difícil, todo es difícil en realidad.

«Mamá empezó a salir con un tipo, al principio se mostró respetuoso, luego de algunos meses dejo ver. Su verdadera cara, para mi madre era como si nada a veces me acusaba de robarle su atención, demonios, tenía diez y acababa de enterar a mi padre, pensé que era una forma de tapar su dolor más luego entendí hace unas semanas que nunca seria así, me rendir, me canse de pelear por alguien que no quiere ser salvada, seré cobarde por abandonarla pero ya no seguiría exponiendo mi vida, mi seguridad solo por justificar cada uno de sus desprecios.

Siento las lágrimas caer por mis mejillas, me sobresalto al sentir su tacto con mi piel, con sus pulgares limpia mis lágrimas su tacto es delicado... Es reconfortante.

Miguel da un asomo de sonrisa, es sexy, es dulce, serio y caliente, aunque creo que eso ya lo pensé, pero sobre todo es duro, directo y sobre todo honesto; sinceramente tiene todo lo que una mujer podría desear y que decir de esos hermosos hoyuelos.

—Nena, todos pasamos por cosas horrible otros por cosas peores, pero es mierda que debemos enfrentar y yo te puedo decir que eres fuerte, tal vez tardaste en darte cuenta que esa situación no cambiaría, pero te arriesgaste ¡Maldición! Le pusiste todas tus cartas en la mesa y nena si ella no quiso darse cuenta de la grandiosa hija y mujer que eres que se pudra, deja de pensar mierda, porque te lo digo por experiencia, al final la única que se atormentada serás tú—dice, recoge un mechón de mi cabello colocándolo detrás de mi oreja, puedo sentir mi corazón layar fuertemente, es una sensación que jamás he sentido, algo que hace a tu estomago revolverse y sentir que las palabras no salen de tu boca—. Eres especial Lena, por eso te aconsejo mantente alejado de ella, las putas del club son peligrosas y astutas, se creen una mierda cuando no son nada, ¿entiendes?

Asiento, observándolo curiosa y sé que solo hay una forma de asegurarme un techo por un tiempo.

—Yo lo siento por lo de hoy, no quise montar un espectáculo solo que sin pensarlo caí en lo que ella quería, así que te prometo, mantenerme alejada de ella—. Necesito que me crea, aunque en parte es cierto, pero sin duda todo depende de él—. Solo, más bien, te pido otra oportunidad.

Levanto mi mirada entrándome con ese azul intenso, podría decir que jamás he visto unos ojos como esos profundos que pueden transmitir cualquier sentimiento, pero al mismo tiempo fríos e inexpresivos, su mirada es observadora y calculadora, siempre atenta. Él rompe el silencio murmurando unas palabras que encienden mi cuerpo y hace latir mi corazón como no debería, algo prohibido.

—Eres una luz Lena, eres como una maldita bruja, hay algo en ti que me tiene loco, me quita el sueño. La manera en que imagino tu cuerpo junto al mío, en como seria, maldición te deseo como no lo he hecho con nadie y eso me tiene loco, me haces cuestionar lo que es correcto y. Hades sabe que, por ti, estoy infringiendo normas que no debería permitir. Quedarte conmigo en mi club.

Me quedo en silencio, siento una opresión en mi pecho. Toda yo es un manojo de emociones, tantas que no sé cómo sentirme o decir alguna palabra. Pero tengo algo claro, quiero por lo menos encontrar amor y deseo al mismo tiempo, aunque tal vez sea pasajero, no quiero esperar un príncipe azul, quiero vivir en la realidad y aceptar que tal vez este hombre sea para mí.

Mío para querer, amar y proteger.

Cuidando De Ella✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora