Capitulo 27

7.5K 337 43
                                    

Dos meses después

Un incómodo silencio me hace bufar, estos dos últimos meses no han sido fáciles entre vómitos, mareos, la tensión alta y antojos; pero sin duda he tenido alguno bueno a Ben ha sido mi compañero estos raros meses, ya tengo casi cuatro meses de embarazo, la verdad que aquel día me arrepentí antes de empezar el procedimiento, no sé fue como si no lo sintiera correcto, Cristián el doctorcito baboso como lo llama Ben se alegró y me dijo que cualquier cosa contaba con la ayuda necesaria.

Y tuvo razón tengo a María, Viviana, Aurora y a Ben. Este último ha sido un gran apoyo, aunque no pase muchos tiempos en casa y prefiera quedarse en el club. Pero ahora estamos teniendo de esas conversaciones que siempre quiero evitar..

— ¿Por qué no puedas darme esa oportunidad? ——suena molesto—. ¿Por qué no me dejas estar contigo Lena? Por hades que es un hijo de puta. No entiendo. Estoy aquí contigo, en cambio de estar jodiendo con algún puta, sosteniéndote y alimentando tu trasero embarazado.

—Estaría mal, Ben ¡Demonios! No lo entiendes no puedo hacerte eso— siento las lágrimas caer por mis mejillas—. No puedo ser egoísta e intentarlo cuando sé que ahora no podré, no de la manera que vos quieres.

— ¿Qué hay de malo? ¿Es por el idiota ese? Podríamos ser feliz juntos Lena— dice lo que tal vez pueda permitirme ser feliz—. Podemos ser los dos con esta hermosa pequeña—su voz suena desesperada, une su frente con la mía, el calor de su respiración quema. Rosa sus labios con los míos.

Une sus labios con los míos, la sensación me abruma, no sé cómo sentirme Ben es muy diferente a Miguel. En muchas cosas y me siento mal al compararlos. Cada beso, cada abrazo...

Separa sus labios de los mío, coloca un mejor de mi cabello detrás de mi oreja, miro nuestras piernas.

No merezco esto, no lo merezco a Ben.

—Basta ¡Maldición, Lena! — dice abatido—Mírame—me ordena, levanta mi quijada con su dedo haciendo que enfoque mi mirada en sus ojos esmeraldas—. Basta de auto lastimarte, es mi decisión Lena, estar aquí, no es tuya es mía. Porque así lo estoy deseando yo.

No, lo puedo. No quiero destruir lo que tenemos arruinarlo, quiero gritarle eso y mucho más pero simplemente las palabras no salen de mi boca, porque es la verdad tengo miedo.

—Ben—mi voz es apenas audible, es como un susurro lejano, distante—. No quiero arruinarlo, lo que sé que tenemos. Odio pensar que perderé esto que tengo ahora, porque me estoy aferrando a ello, a estar aquí tener esta familia— confieso mi mayor temor, y digo está bien no sabe que pasará saber que si te equivocas podrás perder todo en un abrir y cerrar de ojos.

—No nos perderás—susurra sus ojos brillan por las lágrimas—. ¡Dios santo nena! A veces podré ser necios o, obtuso y obstinado, aunque creo que todo eso significa lo mismo, a veces orgulloso, pero jamás abandonos los míos, tal vez algún día tu harás cosas que no me gusten y viceversa, y así es la vida. No sé qué clase de relación tenías con aquel idiota, tal vez no debiste mentir—toma un respiro, acaricia mi mejilla—. Pero jodidamente estoy feliz por tenerte aquí, seré un padre maravilloso, para esta nena. Y que importa que digan mis hermanos porque si no les gusta pueden tomar su mierda y largarse. Sin complicaciones, porque así soy Lena, no huyo de las cosas cuando me gusta realmente algo voy por ello, y tú nena eres algo lindo, hermoso y caliente. No te voy a mentir diciendo que no quiero follar, coger contigo, porque eres sexy.

《Voy a cuidar de ti y de esa parte de ti que crece en tu interior, porque ahora ustedes son mías para cuidar.

Santo el llanto romper el silencio lo abrazo aferrando todo lo bueno, repitiendo que todo va a estar bien, que siempre será así porque ahora tengo a quien amor con pasión, aliento y esperanza.

Por qué ahora Cuidare de ella. Será la luz en mis días oscuro, será la razón por la cual luché todos los días por salir adelante, ella es mi razón para vivir.

— ¡Maldición hijo, espero que sean lágrimas por un orgasmo arrasador y no por otra cosa! —grita vivo desde afuera de la habitación, siento la vergüenza adueñarse de mi cuerpo.

Ben maldice antes de echarse s reír, y abrazarme arrecuesto mi cabeza en su hombro.

— ¡Sal de ahí maldición, deja de ser tan entrometida! — dice intentando parecer enojado, pero ama que Viví se entrometa en todo, ella es una persona vivaz, alegre, cariñosa y efusiva—. Y te cuento vas hacer abuela.

— ¡Me alegro! Esto merece una jodida fiesta—grita con un chillido emocionado.

Ahogo un grito de frustración, si seguimos así terminarán todos con problemas de hígado.

—Ella para todo busca una excusa para una bendita fiesta—susurro divertida, levanto la mirada encontrándome con su mirada hay algo en sus ojos que me hacen sentirme feliz en la forma que me ve, como si fuera luz.

Como si no hubiera nada más, solo teniéndome así, o ambos ateniéndonos.

—Ben, quédate, quédate una vez más— hago que se tumbe por completo en la cama colándome a arcadas sobre su pecho encima de sus caderas—, gracias por ser esa luz estos últimos días, tal vez ahora no se si quiera intentarlo, pero ahora solo sé que estás tú, y quiero que seas algo importante para nosotras. Tal vez pueda lastimarte en este proceso, yo solo a veces pienso que hago lo correcto cuando realmente no es así, pero lo único que se ahora es que quiero intentarlo, tomar esa propuesta y aferrarme a ella. Ahora no sé qué depare el futuro, tal vez sea un error tal vez luego nos arrepentiremos, pero ahora es contigo, con quiero caminar—poso mis manos sobre su pecho acariciando lentamente—. Así que te pido paciencia, que me digas cuando estoy equivoca y hazme saber en qué.

《Porque quiero algo diferente, y tal vez este momento esté tomando una decisión que dure mucho o muy poco, pero quiero que tú estés seguro porque un bebé no es simplemente un juego, Ben.

Asiente, se levanta un poco a pesar de que debe ser incómodo apoyándose de sus manos.

—Nunca estuve tan seguro en mi pita vida Lena— examina mi rostro—, además nena, estaré encantado que esa pequeña me llame, papá.

Lloriqueo mientras sonrió, se siente bien, jodidamente bien, cierro los ojos un momento.

Ahora este momento, se siente sagrado. Solo ruego que jamás Miguel de conmigo, que nunca vuelva a mi vida.

Cuidando De Ella✔Where stories live. Discover now