Capítulo 12

6.5K 332 9
                                    

Verlo dormir era algo increíble, la manera en cómo se veía vulnerable, cuando era todo lo contrario a eso, él tiene un aspecto rudo capaz de romper las reglas. Paso mis dedos por su cabello desorden dolo, y sin pensarlo me encuentro sonriendo como idiota, hace tanto que no me sentía así contenta y feliz. Miguel provoca muchas sensaciones en mí, porque esta con él es incierto, como algo que sabes que es prohibido, pero al mismo tiempo sabes que lo quieres, porque sin pensarlo te encariñas con él, aunque él diga que no es digno de amor, que solo está aquí para vivir libre, montar libre y morir libre; sin duda él no se da cuenta de todas esas buenas características.

Dejo un pequeño beso en su cuello, escondiendo mi rostro ahí, e inhalo su olor, a cuero y menta. Suelto una carcajada al sentirlo apretar mi trasero, doy un pequeño golpe en su pecho.

—Si sigues así, no saldremos de esta cama-dice besando mi frente—, y nos perderemos esa caótica fiesta de allá.

Vez, como puede ser tan dulce.

—De mí no tendrás ninguna queja-dijo de manera pícara, besando su cuello.

Se coloca sobre mí, su boca atrapa la mía, atrapando mi grito, sus manos recorren lentamente mis muslos subiendo lentamente por mi cadera, suelto una carcajada.

— ¡Dios! No, ahí no, que vergüenza, ahí tengo cosquillas —digo riendo, siento mis mejillas arder de la vergüenza.

—Una primera vez para nosotros.

—Porque mejor no te callas y me besas, y nos ahorramos esto—demandó, se ríe y me da una sonrisa torcida, de esas que me quitan el aliento.

Acerca su rostro al mío, besando castamente mis labios, suspiro ante esa simple caricia, paso mis brazos por encima de su hombro acercándolo más a mí, lo suelto repentinamente cuando escuchamos gritos y disparos; joder, Miguel se viste rápidamente al igual que yo, se acerca a la mesa de noche y saca una pistola.

Maldice.

—Quédate aquí y no salgas.

—Pero....

—Solo hazlo maldición, seria para mi más fácil que estar pendiente de tu culo—dice bruscamente, lo miro asombrada, me dirige una mirada de advertencia antes de marcharse.

Me termine de vestir, y me puse mis converse, necesitaba encontrar a las chicas, dios había niños aquí, sin duda se iba armar Troya aquí, salí de la habitación tropezando con algunos hermanos; baje lentamente las escaleras que daban con el patio, cuando una sombra apareció a mis espaldas.

- —¿Qué demonios...

—No eres tan fácil de encontrar puta, pero mira aquí te tengo.

Intente correr, pero fue en vano, sentí un golpe caer en mi estómago dejándome sin aire, intente alejarme, cuando lo sentí agarrarme como si fuera un saco, patee y lo mordí, tiro mi cuerpo contra el piso, vi alzar algo y lo último que recuerdo es mi cabeza dolor y volverse todo negro.

🐍🐍🐍🐍🐍🐍🐍🐍🐍🐍🐍

Sentía mi cuerpo doler, en algún momento sentí que mi cabeza explotaría, intente mover mis piernas, pero no podía, al igual que mis brazos, estaba atada. Pill me había encontrado, no había soportado tanto para caer aquí de nuevo, había sobrevivido tanto. Cerré mis ojos y me dejé llevar por las enormes ganas de dormir. Me negué abrir mis ojos a pensar de sentir sus asquerosas manos deslizarse por mis piernas, no le daría el gozo de ver el miedo reflejado en mis ojos.

Entonces como un mantra me repetí eres fuerte, sobrevivimos y podemos salir de esta; lucharemos.

-Vamos pequeña puta, abre esos lindos ojitos.

—Ya déjala Pill, lo menos que quiero es escuchar su maldita voz; solo quiero mi dinero.

Apreté mis labios fuertemente, intentando contener la rabia que sentía, solo estaba aquí por su asqueroso dinero, eso sí que no me sorprendía.

—Pues creo que, si vas a tener que escucharme, como la perra que eres, estas aquí solo por tu dinero—explique—. No estás aquí en son de madre, no sé cómo siguiera puedo tener la esperanza que cambiaras.

—Veo que, al fin, ese cerebrito tuyo sirvió para algo—dijo divertida, ajamonando su rubio cabello—. Nunca estaría aquí para protegerte, eso pensabas, a veces eres tan ilusa Lena, que hasta lastima me das.

—Tú nunca realmente sentiste, al menos cariño—decir esas palabras me costó, siempre paso por mi mente, pero me negaba a aceptarlo.

Siempre había sido esa mujer calculadora y fría.

—Por qué iba a querer a alguien que arruino mi figura, pero en cambio Daniel, ese bastardo como si te quería —dijo irónicamente, hasta con rabia—. Cuando se enteró que estaba embarazada, fue lo mejor para mí, me prometió lo mejor, pero mintió, todo era para su idiota hija desde el más mínimo centavo, y yo, era solo la que le había dado a su pequeña lucecita—, se ríe de manera siniestra, me estremece el cuerpo —. Así que hice lo correcto lo mate, aproveche la oportunidad y lo hice, ahora tengo cada maldito centavo que ahorro para ti durante diez años, fue quitaste todo Lena, tú fuiste la culpable de todo.

Siento mis ojos humedecer, él era mi héroe, el que estaba para mi cuando quería espantar a los monstruos. No había nadie como él. Y nunca lo habría.

—Y si, se supone que tú también, pero tuviste que enfermarte—dice, como si todo aquello fuera simple y no enfermo y retorcido—. Pero ahora que lo pienso, esta situación me complace.

Fueron sus últimas palabras antes de marcharse, sentí mi corazón llenarse de un sentimiento de vacío, rencor, venganza, no lo sabía con certeza, estaba en shock. Se sentía vacía.

¿Qué la había llevado a comerte eso? ¿Celos?

Así pasaron varios días, mis brazos y piernas estaban entumecidos por la falta de movimiento, olía horrible, solo me habían dejado ir al baño una vez, pero sin embargo no iba a explotarle su vejiga por aguantarse, nunca se había sentido tan asqueada como ahora, su estómago rugía, tenía hambre, sin embargo, Susan le satisfacía solo darle pequeños pedazos de pan y pequeños bases con agua.

Levante la mirada al escuchar el chirriante sonido puerta ser abierta, dejándome ver a un desgarbado Pill, traía una bandeja.

Dejo la bandeja a un lado, y arrastro una silla hasta quedar cerca de mí, entonces le eché un vistazo a la bandeja, y no pude evitar escuchar a mi estómago, era comida, no pan, sin duda esto tenía un sentido doble.

—Sabes pequeña puta, tu madre y yo hemos hablado—dijo recalcando esa palabra, hice una pequeña mueca—-, algo fantástico, te daremos un mejor uso, uno que nos traerá mucho dinero.

Le di una mirada aburrida, no caería en su chantaje, quería golpearlo, pero lastimosamente los nudos estaban muy bien hechos.

—Y como lo sospechaba, vas a ser renuente—guardo silencio, traje saliva fuertemente—-. Así que hemos decidido colocarle algo de motivación a tu querida Emma, mientras te rescatan a ti, pediremos más dinero por ella, ellos obviamente no saben quiénes somos, así que, si no quieres que ponga a mis hombres a hundirse en ese pequeño coño, espero que colabores, porque te advierto que lo que viste tú, será pequeño en comparación de lo que le haremos ¿Entiendes puta?

Él se dio cuenta de la lucha conmigo misma ¿Era mejor callar y esperar? ¿O decir y que la salvaran? Pero al costo de qué, de encontrarla herida y que la dañaran de un modo horrible.

—Creo que ya tú tienes la respuesta.

Se levanto, un nudo se forma en la boca de mi estómago, pensar en lo que le harían si habría mi boca, sentí arcadas, vomite encima de mí, cerré mis ojos intentando controlar las ganas de vomitar, callar o decir la verdad.

Cuidando De Ella✔Where stories live. Discover now