Capítulo 25

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Dos meses después

Estos últimos dos meses han sido una locura por dos cosas, una María muy hormonal y quejosa y yo, bueno que puedo decir estoy igual o peor que ella, las primeras semanas que estuve aquí fueron algo tensas e incómodas, Ben parecía querer estar pegado como uña y mugre a mí.

Había conocido al papá de ese par era un hombre bastante serio, grande y alto a comparación de Viviana, tenía un mal carácter, pero con viví parece siempre darle la razón, son una pareja rara de ver e interesante.

Parecen acostumbrarse a mi presencia aquí en la casa, pero sé que tanto padre como hijo mantienen la mirada sobre mí, la verdad no me importa, aunque con Ben tuve que ser sincera al principio su actitud fue hostil luego de contarle, y luego simplemente empezó a verme como algo normal, aquí con ellos.

Aunque debe decir que le debo mucho, ahora tengo un nuevo nombre sigo siendo Lena, eso era algo que quería conservar algo que mi padre me había puesto, pero ya no hay más Miller, ahora soy Lena Williams, hace algunos meses estoy yendo a la preparatoria para terminar mi último para ingresar a un collage de la zona.

Había conseguido un trabajo en un taller de antigüedades, la paga era muy buena considerando lo pocos ingresos que tenía la verdad me sorprendía que pudieran seguir manteniendo hasta que la mierda se vino encima, Ben había entrado en la tienda muy agitado y me había saco de ahí rápidamente ordenando a tomar mis cosas, no lo había entendido hasta que me explicó era un lugar donde escondía drogas, los dueños quienes les debía al cartel que les vendía Wolf no les gustaba meterse en ese tipo de líos, aunque tenían otros según él, realmente me sorprendía que siendo un grupo de moteros tuvieran tantos ingresos contaban con un restaurante, tres gimnasios y dos talleres, por los que entendí los mejores de la ciudad.

A la mañana siguiente me había enterado que los habían matado a todos sin excepción hasta el chico que se encargaba de cerrar la tienda, había sido un desastre había quemado el sitio, la verdad es que me sentí muy aliviada, aunque poco después me sentí rara, pensando que hubiera pasado si Ben no fuera escuchado lo que sucedía en ese lugar.

Ahora probablemente estaría muerta.

Entonces, Ben, me consigo otro trabaja hace poco dos semanas atrás en el hostal de Doña lola, es una señora mayor agradable, aunque debo decir que la primera vez que fuimos a buscarla me apunto con un rifle, era una mujer de armas a tomar, su esposo había pertenecido al club había muerto hace algunos años ahora ella se hacía cargo de ese viejo lugar, es un lugar de trabajo agradable. Lola es una señora agradable, dulce y tímida, aunque eso a veces es una fachada y ni hablar cuando menciona a su esposo y todas las travesuras que hacían, ese era un amor para recordar y ella seguí sintiéndolo por él... Gracias a ella había conseguido un lugar en el collage a pesar de no haber termino todavía la secundaria la cual asistía todos los sábados en la noche, pero estudiar lo que había soñado era aún más alentador en dos años más podría administrar mi propio hotel o mi propia agencia de turismo, eran sueños grandes que ahora tenía pero sabía que los cumpliría no si antes moría por deshidratación últimamente mi estómago parecía no tolerar nada.

Hoy Viví y yo habíamos convencido a María de acompañar a su cita, aunque normalmente no quería que nadie lo hiciera, a veces solo llevaba consigo a Aurora intentábamos ignorarlo pero sabíamos que le dolía no poder volver y tener todo pero vamos el muy idiota se lo merecía, como se le ocurría engañar a tremendo bombón, aunque se había enterado que estaba embarazada de la peor manera, había descubierto que le estaban saliendo bolitas en sus labios vaginales y en su vagina, el muy idiota le había contagiado de VPH, ese día que Ben le había dicho eso, ella había entendido que él se la había transmitido, había pensado que la había contraído en la piscina o en algún baño público en especial en el club, aunque estos s veces fueran muy limpios, tenía meses acostándose con ella, faltaba los lunes a casa asegurándole que tenía cosas pendiente del club por hacer, eso había desbastado a María, siempre estaba paranoica sobre eso tomando controles para que sus defensas no bajaran, ahora que tenía cuatro meses su vientre tenía un gran tamaño, eran un gran paquete esos pequeños. María era una mujer embaraza muy hermosa, su cuerpo está proporcionalmente adecuado, ojalá cuando estuviera embarazada me fuera así de bien.

Cuidando De Ella✔Where stories live. Discover now