Capítulo 11 (La sorpresa que no fue sorpresa)

3.1K 485 614
                                    


"...¿Y ahora qué?"

Un pesado suspiro se escapó de sus labios. Hikaru le dio una corta mirada al chico de cabello rosa que se encontraba sentado a su lado, ¿qué estaba tratando de hacer? Fuese lo que fuese, no estaba dando resultados, o al menos para ella era así.

—Sé que no sabes nada de chicas ni de parejas, pero... supongo... SUPONGO que si quieres llevar a alguien a una maldita cita debes... NO LO SÉ... ¿preguntar antes si quiere salir contigo? —la azabache miró seria, pero con una ceja alzada, a su compañero. Este solamente miraba sin expresión alguna hacia el horizonte

Yare yare...

—No estamos en una cita.

—Menos mal... porque hubiese sido una mierda de cita.

Era un día precioso; la temperatura de ambiente era perfecta-ni muy fría ni muy calurosa-, la gente en las calles estaba tranquila y no hacía mucho ruido. Por lo que una salida al parque no estaba tan mal, sin embargo, a Hikaru le hubiese gustado que Saiki, al menos, se hubiese tomado la molestia de AVISARLE mínimo una hora antes que iban a ir al parque. Literalmente el psíquico llegó a su casa, la encontró en pijamas, le dijo "nos vamos al parque" y se fue para esperarla en la entrada del hogar.

Hikaru tuvo que vestirse a la velocidad de la luz, no tuvo tiempo ni siquiera de maquillarse un poco. Prácticamente fue obligada a ir al parque por Kusuo. ¿La razón? No tenía ni la menor idea.

—Entonces... ¿Puedo preguntar por qué me trajiste aquí? Ah... ya sé. —Saiki la observó con una expresión que demostraba un poco de tensión y miedo—. Aquí debe estar alguna chica que te guste, así que para no parecer el acosador que eres me hiciste venir aquí para encontrarnos con esta chica por "casualidad", ¿no? No te preocupes, no es la primera vez que me encuentro con alguien que me guste de "casualidad", yo sé de estas cosas.

¿Y me llamas a mí acosador?

—No es eso.

—¿Entonces qué?

¿Realmente no te das cuenta que es tu cumpleaños?

—Averígualo por ti misma. Las horas que gastaste viendo la serie de Sherlock Holmes deben servir para algo.

—Uy que gracioso. Mira como me río jaja. —por supuesto, la azabache ni siquiera mostraba signos de diversión—. Bien, si no quieres decírmelo haré de cuenta que es una cita. Y como es una cita te extorsionaré y te manipularé para que me compres dulces.

—No puedes fingir que es una cita, no es como si yo te gustara.

—Por supuesto que no, no me gustan feos. —dijo Hikaru soltando luego una carcajada—. Es broma, bueno no. Es decir, no eres feo. Solo que ese peinado con ese color... no te favorece, ni tampoco esas gafas... ni esos broches... ni esa ropa. A mis ojos, necesitas un cambio de look URGENTE. Pero estoy segura que habrá alguna otaku furry que le guste tu estilo... ¡así que anímate, campeón!

¿Realmente luzco tan mal para ti?

—¿Y cómo es tu tipo?

Hikaru se llevó una mano a su pecho, luciendo falsamente sorprendida y preocupada. Después de ello, posó una mano en la espalda de Kusuo.

—Escucha, sé que te gusto y estás perdidamente enamorado de mi, pero no tienes por qué cambiar para que me gustes ¿ok? Tienes que ser tu mismo siempre, las personas tienen que quererte tal y como eres. —le dio unas palmaditas en la espalda mientras se aguantaba la risa—. Y debo admitirlo, me gustan los chicos malos, rudos-...

Con sabor a azúcar. Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang