Capítulo 17 (Sufriendo la ignorasion y asiendo la morision)

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—Entonces... ¿tu prima hará una fiesta en su casa? ¿Y habrá una piscina?

La pelirroja asintió, tenía una mirada llena de alegría e ilusión.

—Sí... ¡Por eso te pido que vengas conmigo, Hikaru! —pidió ella, aferrándose a uno de los brazos de la mencionada—. ¡Por favor! Irán todos los amigos de ella, ¡necesito apoyo emocional! ¡Irá Manzana!

¿Manzana?

—¿Y yo que tengo que ver en eso? Tú eres la que quiere acercarse a él, no yo. —contestó la mayor, frunciendo el ceño levemente.

—¡Pero no puedo acercarme a él así de la nada! Ven conmigo, ¡seguro irán chicos lindos también! Escuché que los amigos de Manzana son muy guapos, ¡podríamos salir los cuatro! ¡Manzana, yo, tú y el otro! —suplicó la pelirroja, ya casi encima de su amiga, sin importarle que estaban en medio de la cafetería y que algunas personas se les quedaban viendo con extrañeza.

Dime que no le pusiste 'Manzana' al chico que te gusta solo para no nombrarlo en público...

—No.

De repente, la menor se sentó en las piernas de la azabache.

—¿Por favorcito? —se acercó al rostro de Hikaru. Esta simplemente la observaba con una expresión de ligera molestia—. ¿Porfi?

—Que no...

—¡Por favor! Sabes que esta es una de las pocas oportunidades que tengo para acercarme a él. Si todo sale bien, ¡podré pedirle el número!

—¿Y para qué me necesitas? Solo ve y díselo, y si dice que no, lo amenazas con matar a toda su familia.

Dudo que eso funcione...

—¡Hikaru! —se quejó en un lloriqueo la menor ante la burla de su mejor amiga, sin moverse de sus piernas—. ¡No puedo ir sola! Sería muy obvio, ¡tengo que ser disimulada!

—Si logras tu cometido me dejarás tirada por él, así que no. No voy a ir a una fiesta donde no conozco a nadie solo para aburrirme. —sentenció Hikaru, mientras que la contraria seguía apegándose a su cuerpo.

—¡Ya sé! —dijo Akane, ya levantándose del regazo de su amiga—. ¡Lleva a alguien! Llevaría a Azumi o a Kaito pero ellos me dijeron que tenían cosas que hacer ese día, ¡tú eres mi única salvación!

Hikaru gruñó en un tono bajo. Akane aún no se enteraba (y tampoco tenía por qué saberlo) de lo que había pasado. Entonces las amenazas que le dio a Azumi para que no suelte ninguna palabra habían funcionado.

—Si acepto, ¿me dejarás en paz?

—Te dejaré en paz y te invitaré a comer. —Akane le guiñó un ojo a la mayor, sabiendo que finalmente esta había accedido a su petición.

—Está bien.

—¡Yay! —chilló con felicidad la pelirroja a la vez que se sentaba sobre las piernas de su amiga una vez más y le llenaba de besos una de sus mejillas—. ¡Eres la mejor! ¡Sé que esta vez Manzana caerá rendido a mis pies!

Hikaru sonrió levemente.

—Más le vale. Si te hace algo, dímelo y yo misma me ocuparé de que no se reproduzca más. —acotó, haciendo que la pelirroja se riera y se alejara para poder hablar con sus demás amigas.

"Bien... ahora... ¿a quién rayos llevaré?" Pensó la azabache, mirando a todas las personas que habitaban en ese momento la cafetería.

Kusuo la miró fijamente. Hikaru sonrió.

Con sabor a azúcar. Where stories live. Discover now