Capítulo 20

1.5K 193 42
                                    

Día 1| Parte 2

Algunas cosas se le hacían conocidas. Muchas de ellas las relacionaba con sus dones y algunas veces con la gente que la rodeaba.

Pero otras en cambio, parecían perdidas, olvidadas. Y sin pilar en el cual apoyar tus recuerdos; simplemente son fugaces y vagantes ideas.

El Príncipe se le hacía muy carismático. Tanto que la comida ya estaba en charola y directo al comedor para servir. Un joven alto y culto, lleno de secretos y unos indescifrables pensamientos.

-Muchas gracias por el apoyo Príncipe Rusia, a veces es buena la compañía- le era grato estar con él.

-Sigo insistiendo que las gracias se las debería dar yo. Nunca antes había preparado tanta comida; todavía recuerdo la vez que preparaba cuando era niño- miró a la ventana de la cocina y trató de recordar aquellos días. ¿Sería tan difícil recuperarlos?.

Los cocineros estaban sirviendo los platos y al igual que un desfile; el ruido de las cucharas y los cuchillos se oía por todo el lugar.

-Rusia, el Príncipe de Occidente ¿Preparaba cuando era niño?. Me siento interesada por saber más- Ambos salieron de la cocina a un paso tan lento que se formaba una fila de cocineros para servir.

México anhelaba saber de lo que aquel hombre podría cantar en una sola nota; todas sus historias, hasta como se provocó la cicatriz de su ojo izquierdo. Tantos secretos que extrañamente se le hacían familiar, y que por ocasiones las relacionaba con sus propias aventuras.

-De pequeño me acompañaba una amiga lejana...aunque, yo siempre quise algo más- México y Rusia, ellos iban caminando por el pasillo para llegar al comedor.

Mientras los chefs y todo el servicio de limpieza trataban de evitar que les callera una gota de salsa encima. - Tal y como una maestra me enseñó todo lo que yo sé. Desde ver la gracia en lo repugnante hasta escuchar el nombre de los Reyes en el viento...- narraba su pequeña travesía con los ojos bien prendidos en los de la bella dama que tenía en frente. -Me enseñó tantas cosas que ya no necesitaba de libros para aprender a caminar. Si ya sabía correr, y nunca me faltó su mano para apoyarme-

Estaba a punto de tomar la de México pero se resignó por lo apresurado que estaba siendo. -Y...¿Dónde está ahora?, S-se fue?- ¿Porque estaba tartamudeando?, ella en ningún momento de su vida tartamudeaba....o al menos es lo que recordaba.

-Está aquí...sólo que, no me puede ver- Pronunció Rusia con una leve sonrisa, notó la expresión que tenía la muchacha, vergüenza por el notorio sonrojo y una pizca de temor.

-No me gustaría ser metida en todos sus asuntos, pero creo esa chica debe ser muy afortunada de tener a alguien como usted- México tallo su rostro para hacer menos visible el Rosa que se extendía en sus mejillas.

-No hay de que preocuparse señorita México, de todos modos: el afortunado soy yo por tenerla a....usted-

-¿Disculpa?-

Rusia se hizo el desentendido y simplemente extendió su mano sobre el hombro de un cocinero para indicarle que si ya estaba listo, a lo que el chef asintió y sin decir más se retiró.

-No lo escuché bien joven Rusia. Me gustaría saber q- El ruso interrumpió a la chica para evitar crear más dudas en ella. Con el poco tiempo que le quedaba iría dándole más indirectas.

Pero por ahora...no hay que extralimitarse.

-Ya está todo listo para desayunar, princesa. ¿Le gustaría sentarse a mi lado?- todo el cambio; de ambiente, tema, cercanía. Pareció más rápido que un relámpago.

𝕵𝖚𝖌𝖆𝖗𝖊𝖒𝖔𝖘 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖇𝖔𝖘𝖖𝖚𝖊 ||  [✔COMPLETA✔]Where stories live. Discover now