Capítulo 24

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Día 4|

Hoy...

Era la casería anual del Reino de Oriente. Todos los príncipes tenían que ir al lugar más cercano para cerrar el sello de la tradición cada año. Cualquier animal que sea traído a presencia de su padre tenía que ser preparado con las mejores especias, frutos, regocijados en la mejor salsa y su sabor debe envolverte el paladar.

-¿Estás listo? - El primogénito por 'excelencia' tenía que ir obligatoriamente. Ya que él, como legítimo heredero, tenían que traer él premio mayor a la mesa de los Reyes. Y presentarlo como ofrenda. -Creo que sí- respondió Argentina.

Iba a ser una tarde dura.

Ya que este año era distinto a los otros; esta vez México no iría. No es porque no quisiera; si fuera por la chica ya estuviera cazando ahorita mismo cuanto animal se le atravesara en su camino. Pero su condición no era la apropiada.

-Lo siento hermanita. Te prometo que te voy a traer el ciervo más grande que encuentre- Colombia acariciaba el pelo de México. Si fuera por él le prestaba su forma espiritual para que pudiera cazar. Un hermoso puma de pelaje suave y negro cual aceituna.

La Tricolor sonrió y le regalo otro beso en la frente. -Solo no te vallas a confundir con Argentina. Ya sabes que va a pasar- dejó ir al pequeño.

Todos sus hermanos estaban ahí, preparados para cazar: algunos iban con arcos y lanzas para volver con el animal más Rico. Ya que su forma espiritual no era necesariamente una para cazar. Por ejemplo; Ecuador. Traía con sigo un arco y decenas de flechas verdes detrás de él. No creo que convertido en Garza pueda cazar algo. Por eso siempre que pasaba este tipo de eventos refinaba sus flechas y ajustaba la cuerda de su arma.

-Te deseo suerte hermano- México se despidió de Argentina. Sus grandes cuernos se asomaban en su cabello Rubio y al igual que Ecuador; traía consigo una espada de plata.

-¿Que vas a hacer tú? - preguntó preocupado. Esta sería su primera casería sin ella. Y aunque México no se acordaba; era más importante que ella estuviera ahí.

México soltó una risotada. -¿Yo?, pues... En realidad no mucho. Estaré esperándolos con la caza y las prepararé. Ayudaré en la cocina...y- antes de que pudiera terminar su hermano ya la tenía entre sus brazos.

Pues ella le enseñó a cazar.

Y ahora que le tocaba ir solo; él tendría que proteger a sus hermanos y llevarle el premio mayor a su padre. Como olvidar...

Cuando Oriente preparaba sus grandes banquetes con los animales que traían los hijos del rey España. Invitaban a todos; a gozar el fruto del trabajo.

Porque habia espacio en cada rincón del castillo para cada alma que llegara a aquel lugar.

Pero se dejó de hacer desde que México se fue al reformatorio...

-Demuéstrale a papá quien es el futuro rey. Trae contigo el lince más grande que veas... Y yo. Lo prepararé especialmente para ti- lo agarró de ambos hombros para empujarlo hacia la puerta.

-Gracias... - Argentina, no se veía bien. Para nada bien. Parecía que no quería hacer esto y lo entusiasta se le había borrado de los ojos en cuanto supo que iría con Rusia.

México buscó con la mirada a aquel que no se había preparado con armas ni una coraza de metal. Si no que con su simple presencia y forma espiritual hacia temblar la tierra.

-México...- llamó alguien detrás de ella.

-Papá- le extendió la mano.

Contempló que en frente de ella yacían sus hermanos y Rusia. Quería hablar con él pero España estaba ahí. Y él rey de Occidente también.

𝕵𝖚𝖌𝖆𝖗𝖊𝖒𝖔𝖘 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖇𝖔𝖘𝖖𝖚𝖊 ||  [✔COMPLETA✔]Where stories live. Discover now