Capítulo 26

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Día 5|

Se le hacía tarde...y la Luna lo sabía.

Tres años siendo su reloj; recordándole al joven ruso que le quedaba poco tiempo antes de que la Luna creciente se asomara en el cielo, y anunciara el principio del infierno de Rusia.

Para su mala suerte tenía que darse prisa; a sus ojos la princesa parecía no gustarle, o peor; no daba señales  de que estuviera interesado en él..se estaba preocupando a sobremanera y eso lo hacía más ciego...

¿Joven Rusia?, su padre y el rey España lo están esperando para que de inicio al banquete— ¿Acaso esa era la voz de la sirvienta? No...no le gustaba llamarlas así, era una de sus cualidades más profundas. El respeto.

En un momento voy...gracias— se separó de la ventana y se inclinó en la cama para acostarse. Ayer no le gusto para nada la plática que tuvo con su padre.

Le había insinuado descaradamente que estaban listos los preparativos de la boda...

Si es que no lograba enamorarla...

[...]

—Veo que lo necesita su padre, príncipe Rusia. En ese caso me tengo que retirar a mi habitación: fue en realidad una historia muy bonita y agradable...— No...no quería que se fuera. Aún le quedaba otra historia; muchas a decir verdad.

Y todas ellas tan hermosas y románticas.

—Si princesa...la veo después— más no insistió. En frente de él estaba su padre, con la mirada alta sin dejar de verlo a él y a sus mejillas Rojas.

—Con permiso su majestad— México se inclinó ante URSS y éste le regreso el saludo sin dejar su rostro inerte.

—Ya veo...habló su padre para recuperar la atención de Rusia; quien se había perdido entre los pasillos de mirte rojo en el que se había ido Tenok.

(Quien entendió, entendió).

—¿Acaso se le ofrece algo padre? — habló con tal seguridad que los cielos le aplaudieron. Con URSS en frente; su boca era un completo caos.

—Tenías que ir conmigo después de la cacería— mierda. Lo había olvidado —Pero sé que tienes cosas más "importantes" Que hacer— le tomó el hombro a su hijo y esa seguridad que le dominaba ahora le había abandonado.

Rusia, aquellos que lo miran a los ojos saben cuando esta diciendo la verdad; y cuando esta diciendo mentiras.

Pero solo hay una persona que sabe cuando tiene miedo: su padre.

—Perdón padre— le miró aún sin despegar la vista. En alto como le enseñó hace años. —No quiero perder...solo, regresar a lo que era antes. Con ella a mi lado—.

Ya había perdonado a su padre. Pero era inevitable llegar a verlo con rabia algunas veces. De cierto modo él y el rey España tuvieron la culpa de todo...

—Eh visto que se te están complicando las cosas, Rusia—...todo el sufrimiento de México...—ella ya no es la misma— todas las noches que no estuvo con ella. Fue culpa de su padre y España. —Las cosas cambiaron ya....y—. Rusia Miró a su padre confundido.

𝕵𝖚𝖌𝖆𝖗𝖊𝖒𝖔𝖘 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖇𝖔𝖘𝖖𝖚𝖊 ||  [✔COMPLETA✔]Where stories live. Discover now