Capítulo 16.

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Me encontraba en la habitación de Neferet, estaba recostada en su pecho, me resultaba extraño no escuchar su corazón, su piel fría tocaba la mía haciéndome estremecer por dentro.

—¿tienes frío? —preguntó en susurro mientras acariciaba mi cabello.
—un poco —respondí con los ojos cerrados.

Con un movimiento Neferet hizo que su sabana estuviera sobre mi, su aroma resultaba agradable pues era su aroma, sonreí sin poder evitarlo, finalmente me sentía tranquila.

—duerme, dulce Anne —acarició mi rostro y al escuchar sus palabras caí en un profundo sueño.

El bosque estaba muy oscuro, sombrío y con un silencio aterrador, una sombra se acercaba cada ves más y yo no podía dar un paso más, tenía curiosidad de saber que era esa sombra.

—no seremos más unos súbditos —un hombre lobo merodeaba el bosque.
A su lado se encontraban elfos y brujas.

En su mirada había oído y envidia.

Me levante asustada pero Neferet sujeto mi rostro mirándome preocupado.

—¿Anne estas bien? —sus manos levantaban mi rostro para verlo fijamente.
—si... Solo fue una pesadilla —¿a que se debía ese sueño?

Neferet me abrazo y yo solo pude observar su rostro, su mirada era suave no fría como siempre, acerce mi mano a su rostro y su cuerpo se puso tenso en respuesta, ¿no le gustaba el tacto humano?

—no estoy acostumbrado —responde como si hubiera leído mis pensamientos.
—lo siento —lo miro apenada y bajo la mano pero el la sujeta con la suya.

Me acerco a su labios y siento su aliento frío, unimos nuestros labios y siento un cosquilleo por todo mi cuerpo, su lengua jugaba con mis labios, y sus manos sujetaban mi cuerpo. Bajo sus labios a mi cuello y sentí sus colmillos penetrar mi piel succionando mi sangre, solté un pequeño suspiro al sentir aquella sensación, el placer se apoderaba de mi cuerpo haciéndome perder el control necesitaba de Neferet, era un sentimiento abrumador.

—eres perfecta —no sabía que responder a sus palabras, me sentía halagada y apenada a la misma ves.

Sus labios nuevamente chocaron con los míos, jugando seductoramente, Neferet parecía un experto en esto, me preguntaba si había tenido varias parejas. Su lengua recorría mi boca y mis labios haciéndome desear más cada vez. Su mano bajo a mi cintura y acaricio mi cuerpo con delicadeza, mis manos tocaban su rostro y su cabello, disfrutando de su tacto, mi corazón latía frenéticamente, estaba muy nerviosa era mi primera ves haciendo algo tan íntimo, estar tumbada con alguien, besándonos.

Neferet se detuvo lentamente y miró mi cuerpo y mis labios con deseo.

—no quiero presionarte Anne —Neferet no parecía el mismo vampiro frío y arrogante que vi por primera ves.
—no lo haces, estoy bien. Quiero estar contigo Neferet —asegure, lo necesitaba en todo sentido, sentía algo por el comenzaba a quererlo.
—¿estas segura? —preguntó temeroso.
—muy segura Neferet —acaricie su cabello y el sujeto mi cuerpo acercándome a él.
—me perteneces —susurro con su voz ronca en mi oído.
—soy tuya —asegure.

Sonreí tímidamente y el asintió complacido al afirmar sus palabras. Regrese a mi habitación para ducharme, vestirme y bajar al desayuno, me sentía tranquila y muy feliz por primera vez en mucho tiempo. Terminé de ducharme y vestirme así que baje a la cocina pero unos susurros se escuchaban cada ves más fuertes a medida que avanzaba.

—tu prometida esta aquí —el señor Sanna se escuchaba un tanto molesto.
—no me voy a casar, así que pueden retirarse —respondio Neferet fríamente.
—esto podría mejorar la relación con las especies Neferet —el señor Sanna estaba tratando de convencerlo.
—no me voy a casar —repitió.
—¿es por la chica? Desde cuando te dejas llevar por tus instintos Neferet, desde que nació, la sangre de esa niña te atrajo y la estuviste vigilando hasta que tuviera la edad suficiente para tenerla como sirvienta, ¿que tiene ella de especial? —preguntó molesto.

Sus palabras me dejaron helada, ¿entonces siempre supo de mí? ¿Siempre me observo desde las sombras?

—es suficiente, no te metas en mis asuntos el matrimonio no es una opción, retírate —demando Neferet.
—espero que recapacites pronto Neferet, esa chica solo es un capricho —y se fue sin más.

Me quedé congelada pensando en sus palabras, ¿porque no me lo dijo? Me sentía molesta, decepcionada. ¿Entonces que sentía Neferet por mí? ¿Era todo por mi sangre? ¿Eso era lo que le importaba?

Neferet. Where stories live. Discover now