Capítulo 42.

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Entrenar con Azael era todo un reto, me entrenaba hasta el límite pero lo agradecía pues había mejorado notablemente.

—jamás bajes la guardia —hablo con voz fuerte.

El vampiro frente a mi, sonrió con satisfacción al verme en el piso.

—otra ves —dijo Azael.

Me levante y lo golpee en el abdomen pero no le hizo mucho daño, levantó su pierna para golpearme a un costado pero yo la tomé y lo aventé al otro lado de la habitación, aparecí frente a él en un segundo y lo estampe contra el suelo, tomé sus manos para ponerla en su espalda e inmovilizarlo.

—es todo, bien hecho —Azael salió de la habitación sin decir más.

Me levante del suelo y camine hacia la salida.

—eres buena —interrumpió el silencio.

Habíamos entrenado juntos una semana, nunca habíamos conversado, su cabello es negro, su piel no es muy pálida como todos los vampiros, sus ojos eran de un rojo suave como si no tomara la sangre necesaria.

—gracias —conteste al cabo de un rato.
—¿porque te esfuerzas tanto en pelear? —pregunto el curioso.
—es lo único que puedo hacer — llegue al jardín y me senté admirando el cielo.

El cielo azul y el sol brillando, sería perfecto para dar un paseo... Sonreí al pensar en un paseo con Neferet, no hemos salido mucho desde que nos conocimos, me pregunto si eso cambiaría algún día.

—¿pensando? —Neferet llegó a mi lado y me dedico una pequeña sonrisa.

Acaricio mi cabello y se sentó a mi lado tomándome de la mano.

—hola, te eche de menos —confesé con una sonrisa avergonzada.
—ya estoy aquí —se acerco a mi rostro y su aliento chocó contra mis labios.

Me beso con suavidad, disfrutando de cada segundo.

—Neferet —Azael habló un poco incómodo.

Me separe rápidamente avergonzada pero Neferet no parecía importarle.

—¿si? —pregunto Neferet.
—necesito que vengas conmigo —se miraba preocupado, me hizo pensar lo peor, quizás ya estaban preparando todo para terminar con los hombres lobo y con Neferet.
—enseguida vuelvo Anne —Neferet apretó mi mano y se fue dejándome sola.

Observaba mis manos nerviosa pues no me gustaba la mirada que tenía Azael, era algo importante y quería saberlo.

—¿mal día? —Varick apareció de entre los árboles.
—¡¿que haces aquí?! —pregunte sorprendida.
—¿no te lo han dicho? —pregunto el incrédulo.

Negué ante sus palabras y el soltó un suspiro.

—¿te parece bien que Neferet siempre quiera ocultarte todo? Piénsalo, puede tener una doble vida y tu ni siquiera lo sabrías —hablo el con voz serena.
—Neferet solo lo hace para que no me preocupe —lo defendí.
—que inocente... Seguramente por eso Neferet te eligió como sirvienta, eres tan dócil —convirtió sus manos en puño y sus ojos comenzaban a tornarse más amarillos.
—detente Varick, no te tengo miedo —hable segura.

Pero el no hizo caso a mis palabras. Estaba por transformarse, no quería involucrar a Neferet así que corrí lejos de la casa para que no escucharan el ruido de Varick, nos adentramos más al bosque y el aroma se disperzaba mejor.

—¿que te hice? ¿Porque? —pregunte confundida.

Varick gruñia y se iba transformando en lobo, se coloco frente a mi, sus garras se veían filosas y sus dientes también, negué rápidamente y me pare firme frente a él.

—¡estamos en una guerra Varick! Una guerra entre tu raza y la mía, ¿porque estas desperdiciando tiempo peleando conmigo? ¡Estoy del lado de los hombres lobo! Al igual que Neferet —grite molesta.
—porque... Te odio, por estar con un vampiro como Neferet, deberías estar conmigo yo podría cuidarte, protegerte y jamás te ocultaria nada, pero eliges estar con alguien como el —su voz resonaba en mi cabeza.

Lo escuchaba molesto, dolido...

¿¡Agh que les pareció!?

Neferet. Where stories live. Discover now