Capítulo 38.

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Abrí mis ojos y la luz del sol se colaba por la ventana, sentía temor que el sol tocará mi piel.

—tranquila, puedes tomar el sol —Neferet se encontraba en el lumbral de la puerta.
—¿seguro? —pregunte con temor.
—si, tranquila Anne —se acercó a mi lado con una pequeña sonrisa.
—te ves preocupado —el negó con los ojos cerrados y me beso ligeramente.
—tengo que irme espero que no sea más que dos días, Esmeralda y Azael estaran contigo, volveré pronto —y sin decir más salió de la habitación.

Corrí para alcanzarlo pero Varick estaba en medio del pasillo.

—sigues siendo torpe —dijo en tono burlon.
—y tu sigues siendo grosero —me queje.

Varick río en respuesta y sus ojos miel me observaban con cierta desaprobación.

—ser un vampiro no te sienta bien —contesto con cierto enojo.

Dio media vuelta y se fue dejándome sola en el pasillo, camine hasta la puerta principal y salí de aquella casa para mirar al rededor.

Era una cabaña muy acogedora, tenía 4 habitaciones, sala, comedor, cocina. Las fachada era color marron y el interior era café suave, tenía decoraciones antiguas lo que te hacía sentir que estabas en una época diferente, habían más cabañas al rededor, pero las personas solo observaban a distancia como si tuvieran miedo.

—no deberías estar afuera sola —Esmeralda llego a mi lado.
—solo quería tomar aire —respondo sin ánimo.

Observe mis manos y la luz del sol se sentía molesto pero sin ser doloroso, mis ojos eran de un fuerte color carmín, y mi piel pálida como el invierno. Neferet habló conmigo sobre lo difícil que podría ser adaptarme a mi nueva forma de vida, pero la verdad no culpaba a Neferet, el vínculo que siento con el es fuerte, siento que ahora puedo entenderlo mejor, puedo ayudarlo.

—¿necesitas algo? —Esmeralda se coloco a mi lado y estrecho nuestras manos.

Su tacto era demasiado cálido y reconfortante.

—siento que todo es mi culpa —confesé mientras observaba al rededor.
—el señor Raziel siempre a odiado a los hombres lobo Anne, la guerra hubiera ocurrido aún sin tu llegada —me aseguro.
—pero ahora Neferet tiene problemas con su padre por mi —la mire fijamente y ella suavizo su mirada.
—el señor Neferet jamás se había visto tan feliz como cuando esta contigo, antes de tu llegada el señor Neferet siempre fue un hombre bastante... Reservado, solitario y quizás triste, se odiaba a sí mismo por todo lo que el era. Pero ahora es diferente gracias a ti —las palabras de Esmeralda me daban consuelo.

Pero aún así necesitaba ayudar a Neferet a terminar con todo esto, con la guerra y con su padre, merecíamos tener nuestra historia juntos, sin complicaciones.

Entramos nuevamente a la cabaña, Esmeralda y Azael estaban discutiendo entre murmullos mientras me observaban de reojo.

—necesitamos armar un plan —sugirió Azael.
—¿de verdad piensas que nosotros dos podremos hacer mucho en la guerra? —pregunto Esmeralda.
—es mejor que no hacer nada —contesto.

—si saben que tengo muy buen oído, ¿no? —Azael soltó una carcajada y dedico una mirada cómplice a Esmeralda.
—te lo dije —le dijo a Esmeralda.
—callate —contestó ella molesta.

Subí a mi habitación, pero Varick estaba en ella. Entre con cuidado y lo miré curiosa mientras el no giraba para verme.

—¿pasa algo? —pregunte después de varios minutos.
—¿eres feliz ahora que eres vampiro? —pregunto el sin aun mirarme.
—lo soy —no me importaba ser humana o vampiro, al menos eso creo.
—cuando eras humana, olias a flores, de esas hermosas que florecen en la primavera en medio del bosque —susurro mirando la ventana.

Lo miré perpleja sin saber que contestar, se giro y me observo con un poco de enojo y desprecio.

—ahora solo hueles a vampiro —apretó sus manos y se acercó a mí rostro.

Retrocedí por instinto y su nariz rozo mi cuello, inhalando mi aroma.

—tonta —susurro y salió de la habitación dejándome sola.

¿Que había sido eso?

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Hola mis lindos lectores, ¿que les pareció? 😍  Pobre Varick :(

Neferet. Where stories live. Discover now