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Seokjin sonrió enternecido mientras cubría debidamente a aquella diminuta criatura que yacía apacible al lado de un dormido Taehyung, quien también había caído rendido luego de lograr hacerle dormir. Y no era para menos, resultaba increíble como aquel ser tan pequeño albergaba tanta energía en su cuerpecito.

Sin duda alguna, subestimó el nivel de esfuerzo y responsabilidad que representaba un bebé cuando abandonó Corea junto a su hermano, con la firme idea de que estarían perfectamente bien por sí solos.

Y, bueno, no es que se quejara. Ante sus ojos había hecho lo correcto. Y, aunque al principio las cosas habían sido duras para ellos, habían salido adelante. Claro está, que Ken había jugado un papel determinante en ello. Este se había comportado maravillosamente bien desde el instante en que aterrizaron en Inglaterra; recibiendo a ambos donceles en su departamento y permitiendo que se quedaran hasta que el castaño mayor lograra juntar el dinero suficiente para pagar un lugar propio gracias al contrato que él mismo le había conseguido en una buena empresa de modelaje.

Con cuidado, Jin depositó un suave beso sobre la pequeña cabecita y salió en silencio en dirección a la sala de estar, donde su representante lo esperaba sentado.

--¿Ya se durmieron?

Seokjin suspira con cansancio antes de asentir y tomar asiento en el mueble contiguo --Vamos, solo escúpelo. Sé que no estás de acuerdo con lo que hice.

En respuesta, Ken se encoge de hombros a la par que enarca ambas cejas --Me conoces lo suficientemente bien como para saber incluso qué te diré, ¿es necesario que lo verbalice?

Jin también enarca una ceja y le dedica una mirada seria al chico frente a él. Algunas veces le irritaba la personalidad de Ken... siempre tan sosegado y acertivo.

--"No debiste caer en su juego." -articula con cierto fastidio, pronunciando las palabras que estaba seguro pasaban por la cabeza de su representante.

--Exacto. -concuerda con una sonrisa divertida ante la expresión del apuesto doncel.

--Él me engaña con la insípida esa, ¿y se supone que yo debo fingir que nada pasó?

Seokjin suelta un bufido antes de ponerse en pie. Siente cómo la ira inunda todo su ser de solo recordar aquellas malditas fotografías en la que se mostraba a Namjoon muy feliz de la vida al lado SeungHee.

--Seokjin. -entona con tranquilidad --La manera en la que esas fotos llegaron a ti es demasiado inusual como para no sospechar que fue el mismo Namjoon quien te las hizo llegar. Solo te está provocando.

El castaño suelta una exhalación y fija su vista en algún punto de la casa. Claro que sabía aquello, sabía que Namjoon solo buscaba hacerle salir de su escondite. Quería provocar una reacción en él que los llevara a tener que verse las caras. Aún sabiendo esto, no dudó en devolverle el golpe.

--Sabes que ahora le diste un pretexto para buscarte. -continúa diciendo ante el silencio adverso --Que no se quedará de brazos cruzados ante tu demanda de divorcio.

El castaño siente su corazón acelerarse ante la sola idea de volver a ver al de sonrisa de hoyuelos. Había transcurrido todo un año desde la última vez que se vieron y la sola idea de tenerlo frente a frente nuevamente, lograba revolucionar todos sus sentidos.

--Que venga. -sentencia con altivez --Ya veremos cuál de los dos saldrá ganando esta batalla.

Una mirada fiera adorna las preciosas facciones del castaño al decir esto. Ken lo observa darse la vuelta y encaminarse hasta la cocina, seguramente con la intención de preparase algo de comer.

Mi Terco Doncel 《NamJin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora