10

3.8K 644 124
                                    

--Wow, en serio eres hermoso, ¿usas algún tipo de crema o maquillaje especial para tener una piel tan brillante y limpia?

-- ...

--¿Algún shampoo mágico? Tu pelo luce muy sedoso y suave. Vamos, cuéntame. No seas tímido, Jinie. -intentó nuevamente ante el silencio del contrario. Sonriendo cuando este se dignó a mirarlo.

--¿Quieres por favor cerrar la boca de una vez por todas? -gruñó exasperado Seokjin --Y ya deja tus confiancitas conmigo, que no te he dado el permiso.

Namjoon sonrió con descaro, importándole realmente poco la reprimenda del otro.

--Es que es demasiado aburrido estar tanto tiempo en silencio. -se quejó.

--Bien puedes irte, nadie te retiene aquí.

--¿Y perderme de ver tu hermoso rostro? -cuestionó con galantería --No, gracias.

--No creerás que voy a caer con tus halagos reciclados, ¿verdad? -la seriedad en el rostro adverso bien pudo hacer flaquear la determinación de Namjoon, más no fue el caso.

--Incluso te ves bonito cuando te enojas. -dictaminó, maravillado.

Puede que Seokjin tuviera un carácter fuerte, pero sin duda su belleza era sublime.

--Recalcar lo apuesto que soy no te servirá de nada. -declaró este --Lo he escuchado miles de veces y créeme, nadie ha obtenido puntos a favor por ello.

--¿Por qué? No crees que eres hermoso.

--Puff... por favor. -rió divertido por lo absurdo que le resultó la pregunta
--Aún si el mundo se quedara ciego y yo fuera el único vidente, tengo suficientes espejos en mi casa para corroborar mi hermosura.

--Wow, tienes suficiente autoestima para regalarle a todos los habitantes del país.

--Y belleza suficiente para repartirle al mundo y aún así seguir siendo lo más bello de Corea. -respondió a secas, dando por terminada la conversación y girando su rostro a la par que los ojos de Namjoon brillaban con genuina admiración.

--... Mmm... Entonces, ¿cuántos espejos dices que hay en tu casa? -intentó reavivar la conversación varios minutos después de que el castaño se encerrara nuevamente en sus cavilaciones. Recibiendo tan solo una mirada de desdén como respuesta.

***

Namjoon llegaba hasta su casa pasada las ocho de la noche. Había insistido en acompañar a Seokjin hasta su casa luego de que este, en completo silencio, abandonara su asiento dispuesto a marcharse. Y no es que el terco doncel haya aceptado de buena gana su compañía.

Fue todo lo contrario.

El castaño renegó, maldijo y amenazó al más alto con golpearlo si no lo dejaba en paz. Pero nada de eso surtió efecto en Nam, para quien asegurarse de que el bonito doncel llegara sano y salvo a su hogar era una prioridad.

Subió las escaleras que daban al segundo nivel aliviado de no toparse con nadie del servicio en su trayecto. No estaba de ánimos para dar explicaciones.

Alargando sus zancadas para llegar más rápido, giró con rapidez la cerradura que le permitiría adentrarse a su recámara.

--Pero mira nada más quién acaba de llegar. -la voz ronca de Yoongi resonó en el lugar nada más entrar --El imbécil que nos hace venir hasta su casa para embriagarnos, pero resulta que ni siquiera está.

La mirada de Nam se paseó desde el pelinegro de lengua afilada que estaba acostado en su cama, hasta Hoseok, quien sonreía divertido sentado en la silla del escritorio color caoba colocado en frente de la ventana.

--Lo siento chicos, el tiempo se me pasó volando y olvidé que ustedes vendrían.

--Y, por lo que veo, también olvidaste comprar alcohol. -retomó la palabra el pálido, con tono socarrón --Llevamos esperando por ti y cubriéndote el trasero para que nadie note que saliste durante casi una hora, ¿Y todo ha sido en vano?

--Ya, Yoongi. Deja de molestarlo. -defendió Hoseok, esta vez con toda su atención puesta en su teléfono celular.

--Al menos espero que te hayas divertido haciendo lo que sea que te distrajo tanto como para olvidarte de nosotros.

Namjoon resopló ante lo dicho por el azabache. Seguro de que tendría que soportar su humor mordaz si se enteraba de con quién había estado.

--¿Y bien? -insistió Yoongi.

--¿Bien qué?

--¿Con quién estabas? Genio. -cuestionó rodando los ojos ante la evasiva del más alto.

--Estuve en el parque. -respondió al fin, atrayendo la atención de Hoseok hacia él.

--¿Desde cuando tú vas al parque? -cuestionó con suma extrañeza el de brillante sonrisa, pues conocía a Namjoon desde hace años y este jamás había demostrado inclinación por la naturaleza y los sitios tranquilos.

Tras sopezar sus opciones, concluyó que mentirle a sus mejores amigos no era una opción aceptable.

--Me topé con Seokjin. -respondió con la mayor de las simplezas, yendo hacia el escritorio para tomar una pelota de béisbol y luego sentarse sobre el mullido sillón que aveces usaba para leer.

--¿Te topaste con él? ¿O andabas de perrito faldero? -Namjoon dirigió una mirada furibunda hacia su amigo, quien rápidamente se levantó de la cama y le sostuvo la mirada --Y no me mires así porque en tu cara de idiota puedo ver lo encandilado que andas por él. Por favor, ¿Qué? ¿Eres masoquista? Ese chico no hace más que limpiar la tierra de sus zapatos contigo y a ti parece no importarte.

--Cierra la maldita boca, Yoongi. -siseó, empezando a enojarse en serio.

--Ya basta ustedes dos. -intervino nuevamente Hoseok antes de que las cosas se pusieran mal --Yoongi, deja a Nam en paz; y Nam, sabes que Yoongi solo está preocupado.

--Preocupado mis polainas. -objetó el de mirada gatuna --Bien podría estar pasándola bien junto a mi hermosa castaña pero no, aquí estoy, dándole consejos a este.

--Pues nadie te ha pedido consejos. -gruñó Namjoon fastidiado, en serio que no estaba dispuesto a soportar los comentarios mordaces del más bajo.

--Eso hacen los amigos, imbécil. -siseó Yoongi nuevamente en su dirección
--Y tú, Hoseok. -llamó a su primo, quien mantenía su atención en la condenada pantalla de su teléfono --¿Con quién rayos es que tanto hablas? No has parado de escribir desde que llegamos. Necesito tu atención aquí, ayudándome con este cabeza hueca antes de que ese doncel lastime algo más que sus bolas.

Namjoon bufó, negando luego ante la escena que tenía frente así de un Yoongi reclamándole con visible seriedad a su primo mientras que este solo sonreía a manera de disculpa a la par que guardaba en su bolsillo derecho el nuevo celular que hace poco había comprado.

Sonrió.

Si bien la sagaz sinceridad de Yoongi podía representar un dolor intenso en el trasero, él sabía de sobra que este solo estaba genuinamente preocupado.

----☆☆☆----
1/2

Me he dado cuenta de lo retrasada que está esta historia. Ni siquiera vamos por la mitad de la trama y casi va a tener dos meses en emisión.
Lo bueno es que ahora que finalizó "Rivales" podré dedicarle más tiempo.

♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡

《Akina》

Mi Terco Doncel 《NamJin》Where stories live. Discover now