𝖎. ʙʀᴜᴊᴀ.

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SUPE DESDE EL PRIMER MOMENTO; en el que no recibí mi carta de Beauxbatons a los ocho años, que iría a la segunda escuela más cercana a donde yo estaba, y esa era Hogwarts. Sin embargo, estaba nerviosa desde que recibí la carta de dicho colegio, sabía que mi entrada allí iba a ser muy polémica y sabía que recibiría malos comentarios también.

Digamos, no hay muchos franceses en un colegio inglés. Tampoco hay mucha gente con nombre de magos crueles vagando por ahí.

El día que recibí la carta, se había confirmado lo que tanto mi hermana, su marido y yo habíamos supuesto, aunque no dejaba de sorprendernos; ambos habían ido a Beauxbatons y tomando en cuenta que ellos habían sido los que me criaron, pensábamos que también iba a ir allí. No sabía por qué tendría que ir a una escuela tan lejana, ya que vivíamos en el centro de París y muy fácilmente podía ir a Beauxbatons.

Una de las cosas que tuve que aprender desde el día que la recibí, fue el inglés, era necesario para ir a tal escuela y la idea no me parecía tan mala, sabía español y francés, ya que mi madre era de España y mi hermana, con quien me crié, había ido a la escuela de magia y hechicería más cercana de España, Beauxbatons. Ahí ella había conocido a su marido, que era lo más cercano a un padre que yo tenía, pero en realidad, también éramos buenos amigos, ambos se casaron y se quedaron residentes en Francia, ya que el marido de mi hermana es francés.

Fue un viaje largo hasta Reino Unido, en transporte muggle. Estaba bastante acostumbrada al entorno no mágico; desde pequeña había estado rodeada de gente no mágica y no conocía la magia más allá de mi hogar. Nunca me atreví a preguntar por qué nos habíamos aislado tanto, pero sí por qué no podía ir al colegio en vez de estudiar en casa, mi hermana dijo:

“Los magos recibimos educación básica en casa, luego vamos a un colegio mágico”.

Junto a mi hermana fuimos a la estación King's Cross y entre el andén 9 y 10 estaba el 9¾. Me despedí de ella antes de subir al tren y prometimos enviarnos muchas cartas. Habían niños corriendo de aquí para allá, la mayoría ya sin sus baúles y me pareció ser la única niña de primer año.

Entré en el primer compartimiento que vi desocupado y me senté dejando mi equipaje en el suelo, era muy pesado para subirlo yo sola, y temía hacer magia sin permiso de alguien mayor.

Poco tiempo después, entraron dos chicos rubios, uno con el cabello más claro que el otro, pero evidentemente eran gemelos.

—Hola, ¿nos podemos sentar? —preguntó uno de ellos, el de cabello más oscuro. —Claro, si no es molestia.

—Eh, por supuesto que sí. —tartamudeé.

—¿Eres francesa? —pregunta esta vez el otro niño acomodándose en el compartimiento mientras el tren se mueve para salir de la estación.

—Sí, ¿son de primer año? —pregunté desviando la conversación.

—Oh, no, no. Nosotros vamos a segundo. —respondió el primer chico. —Pero por lo que veo tú sí. ¿Cuál es tu nombre?

—Me llamo... Marie. —dije en una mentira piadosa, en realidad es mi segundo nombre.

—Es un nombre muy francés. —bromeó y reímos. —Nosotros somos Lorcan y Lysander Scamander. ¿Sabes en que casa vas a estar? Nosotros vamos a hufflepuff.

—En realidad no. —admito encogiéndome de hombros. —No sé a qué colegio fueron mis padres. Pero mi hermana fue a Beauxbatons.

—¿Qué quieres decir con que no sabes a que colegio fueron tus padres? ¿Es que no los conoces? —dijo ésta vez Lysander.

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada] Where stories live. Discover now