𝖝𝖝𝖛. ᴘᴀʀᴀᴅᴏᴊᴀs.

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Era jueves por la mañana y me desperté temprano para ir a desayunar, la nieve seguía cayendo del cielo pero con menos violencia que antes, aunque eso no significaba que la temperatura había cambiado, hacía tanto frío como en navidad.

Cuando entré en el gran comedor casi no había nadie, pero en la última parte de la mesa de Slytherin yacía mi mejor amiga comiendo su desayuno en solitario. Me acerqué por detrás de ella, le aparte el cabello del hombro izquierdo, y rodeé la mesa para sentarme justo frente a ella.

—¿Ya viste el tablero de tu sala común? —inquiere.

—No, ¿debí haber visto algo?

—Ajá, habrá un pequeño curso de aparición. —dice alzando los hombros con indiferencia fingida. —¿Tú tomarás el curso?

—Claro, si es que no me lo prohíben también.

—¿Sigues enojada con Lupin?

—No es eso, sólo que me irrita el hecho de no poder sacarle provecho a mis habilidades.

—Bella, no creo que sea una buena habilidad, creo que es demasiado peligroso.

—Buenos días. —interrumpe Scorpius antes de que pueda protestar, sentándose a la izquierda de Ruby y depositándole un pequeño beso en el hombro.

—¿Y a ti qué te pasó? —cuestiono. Estaba despeinado y tenía grandes ojeras debajo de los ojos.

—No dormí nada anoche, tuve pesadilla tras pesadilla, fue... Fue... —mira embobado a Ruby por un par de segundos y le quita el sombrero de la cabeza. —Mejor, odio ése maldito sombrero.

—¿Fue qué? —gruñe Ruby con fastidio recuperando el hilo de la conversación.

—Extraño. Todo estaba excesivamente oscuro, sólo escuchaba gritos... Gritos muy agudos.

—Sólo fue una pesadilla. —intervengo.

Las lechuzas entraron al gran comedor y volaban por encima de las cabezas de los que estábamos allí. Ruby miraba al techo esperando su lechuza con las manos abiertas hasta que calló un ejemplar del Profeta y lo comenzó a leer.

—¡Buenos días por el día! —chilla con voz cantarina Albus. —¿Saben una cosa? Amo ésa capa y ése mapa.

—¿Te has estado divirtiendo? —cuestiono. —Escuché que Harmony se ha ausentado de su dormitorio.

—Por supuesto, yo encontré el escondite que tienes junto con Lorcan.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—¿La sala oculta detrás del televisor que está en el aula de Estudios Muggles? ¿La recuerdas?

—¡Albus!

—¿Qué? Yo sólo...

—No puede ser... —murmura Ruby con la mirada en El Profeta haciendo que todos nos tensaramos en el sitio. —La madre de Gen Kim...

Coloca el artículo encima de la mesa y se ve en la foto una mujer tendida en el suelo con la frase Traidora a la sangre marcada en la espalda.

—¡No puede ser! —exclama Albus. —La señora Cho es amiga de mi padre. ¡Ella estaba casada con un muggle!

—Entonces ya sabemos que es lo que traman... —murmura Ruby. —Nacidos de muggles y traidores a la sangre.

—Todos somos traidores a la sangre. — comenta Scorpius.

—Yo no, yo soy mestizo.

—Yo soy pura, pero no soy traidora. —secunda Ruby. —Nunca he tratado con un muggle o un nacido de muggles.

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada] Место, где живут истории. Откройте их для себя