𝖎𝖎𝖎. ᴍᴀɴsɪᴏ́ɴ ᴍᴀʟғᴏʏ.

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—Espero no la hayas pasado tan mal en navidad, Marie. Mi madre se hubiera alegrado de verte en casa. —dice Scorpius.

—Estuvo bien, hay... Unos chicos del segundo curso que me estuvieron ayudando un poco, herbología y otras cosas que no domino muy bien.

—Espero sinceramente que no te caigan mejor que nosotros. —agrega Albus y reímos.

—Yo espero que te haya gustado mi regalo. —interviene el rubio. —Es de mi padre... Bueno, es un regalo que iba a dar mi padre. Dice que antes de mi madre, estuvo enamorado de una chica de otra casa. Una navidad le compró esa diadema, pero nunca se la llegó a entregar.

—La usaré en una ocasión especial, no creo que la esmeralda combine con el azul de mi uniforme.

—El amarillo de tu pulsera tampoco combina. —alega Albus.

Por instinto alzo la muñeca y la sacudo haciendo que los charms suenen.

—Me la regaló Ruby, dijo que cambiarían de color con las emociones pero desde antes de ponérmela permanece amarilla.

—El amarillo es el color de la felicidad, supongo que no ha cambiado porque has estado feliz todo este tiempo. —argumenta Scorpius. —Por cierto, ¿dónde está ella?

—Quizá esté sumergida en el lago negro. —murmura Albus.

—¿Qué?

—Bueno, ella quiere huir de nosotros a veces .

—Es que a veces eres muy pesado con ella. —defiendo.

—Y ella con nosotros, odio las sabelotodo... Para eso ya tengo a... Básicamente toda mi familia.

—¡No soy una sabelotodo! Sólo intento que dejes de ser tan flojo. —se queja Ruby con la cara desencajada detrás de nosotros.

—No soy flojo. —rebate. —Sólo creo innecesario tener que sobre practicar las cosas.

—¡Ah! ¿de verdad? —responde irónica. —¿A caso sabes el hechizo de piernas danzantes? —él no responde. —¿Lo ves?

—No dejas de ser pesada. —murmura.

¡Tarantallegra! —lanzó el hechizo a Albus, y enseguida el chico enredó su piernas y dio tres mortales hacia atrás.

¡Finite! —contra-hechizó Scorpius.

—¿Cómo te atreves? —enerva el ojiverde recobrando el aliento, pero ya era tarde, la chica ya estaba demasiado lejos como para escucharlo.

—¡Que chica tan genial! —brama el rubio mirándola a lo lejos.

—¿Genial? ¡Genial! —exclama indignado.

...

Nuevamente el tiempo había hecho de las suyas y llegaron los exámenes finales. Para el exámen de encantamientos tuvimos que hacer una piña danzar, hechizo que Albus nunca iba a olvidar.

En trasformaciones tuvimos que transfigurar una rata en un joyero, pero no era tan fácil como conjurar un hechizo, para realizarlo correctamente se requiere visualizar tanto al ratón como al joyero mentalmente. Además, se debe generar un lazo de confianza con el ratón, ya que es más fácil convertir un objetivo inmóvil que uno en movimiento. Ganábamos puntos los que tuviéramos cajas más bonitas, pero si tenían bigotes los puntos iban bajando.

Para el examen de pociones tuvimos que elaborar la Poción del Olvido, Albus estaba al otro extremo de la mesa donde yo también estaba y cada tanto me hacía un gesto para que le soplara.

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada] Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin