𝖝𝖛. ᴀᴠᴇʟʟᴀɴᴀ ᴏ ʀᴏsᴀ.

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Todo estaba empezando a ser confuso para mí, sabía perfectamente que a las hijas que se referían, era a Gabrielle y a mí, porque aunque suelo hacerme la tonta, no tengo nada de tonta. Pero mi nombre no era Kaos, ni siquiera era un poco parecido a mi verdadero nombre.

Después de la cena fui a mi habitación y fingí quedarme dormida, cuando ya todas las luces estaban apagadas, supuse que ya todos estaban dormidos y fui a las escaleras que daban frente a la puerta principal de la casa para esperar a el señor Emeraude, quizá a Tomas no le daba respuestas, pero a mi tenía que dármelas.

Casi era media noche y aún estaba sentada en las escaleras esperándolo. Cuando por fin se abre la puerta y entra el señor Emeraude a la casa, me levanto de la escalera donde estoy sentada y la madera cruje bajo mis pies, lo que lo alarma y me apunta con su varita.

—¡Señor! —bramo para que me reconozca.

—¡Oh, Marie! —suspira aliviado—, eres tú. —baja su varita y se relaja. —Me has dado un susto de muerte... —resopla. —¿No deberías estar dormida?

—Sí, señor. Pero hoy tuvimos un incidente en la casa y...

—¿Incidente? ¿Todos están bien?

—Sí, señor, Agatha le debería de contar justo cuando vaya a su habitación... Pero, verá... Necesito respuestas, y Agatha no va a responder ninguna.

El señor Emeraude pierde el color del rostro de nuevo y se acerca para sentarse en la escalera junto a mi.

—Te escucho.

—¿Quién es Helena?

—¿Helena? —frunce el ceño pensativo. —Creo que ya sabes la respuesta.

—Dígalo, por favor.

—Tu madre.

—Entonces Kaos soy yo. —doy por hecho.

—Sí, tú eres Kaos.

—Pero ese no es mi nombre, me llamo Bellatrix.

—Cuando naciste tu nombre fue Kaos, pero por diversos problemas tu nombre tuvo que cambiarse.

—Por eso no me han encontrado... —murmuro.

—¿Encontrarte? ¿A qué te refieres?

—Hoy vino un tal Cormac, vino por Kaos, la hija menor de Helena... ¿Por eso se me cambió el nombre? ¿Para que no me encontraran? ¿Por qué se me busca?

—Bella, tu madre era una bruja muy poderosa, era una mujer sedienta de poder y gloria, pero es lo único que puedo contarte por el momento. —suspira. —¿Podrías no hablar con extraños de a partir de ahora?

—Sí, señor... Pero sabe bien que necesito las respuestas.

—Te lo diré cuando realmente sea necesario que lo sepas.. —se pone de pié. —Por el momento sólo quiero que te preocupes en tus TIMO, son este año, debes ponerle empeño. —dice subiendo las escaleras. —Es hora de que vayas a dormir.

...

Durante el resto del verano el ambiente siguió siendo lúgubre, no se escuchaba ni un alfiler cayendo al suelo. Todo estaba tan apagado y sin vida, como si nuestra vida dependiera de nuestro absoluto silencio.

Como cada verano, leí diversos libros de magia, pero ya no me llamaba la atención practicarlo, dejé el fuego y otros trucos que podían llevarse a cabo sin varita a un lado. El hechizo que utilicé contra Scorpius durante el duelo; había salido de uno de esos libros y ya no quería generar accidentes estúpidos, ningún accidente que perjudicara lo que la gente podía pensar sobre mí. Intentaría utilizar la magia al margen, sólo para momentos necesarios como exámenes o practicar para ellos, sabía que sería lo mejor para mí.

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada] Where stories live. Discover now