𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada]

𝖛𝖎𝖎. ʙᴏɢɢᴀʀᴛ.

Scorpius fue recuperando ánimo con los días, lo que era un alivio para todos. Empezó a acercarse a nosotros para hacer deberes, incluso se reía en algunas ocasiones cuando Ruby o Albus tenían alguna ocurrencia. Se desahogó el sábado en Hogsmeade y como él mismo lo dijo; se quitó gran peso de encima.

Las clases cada vez eran más exigentes, puesto que entrábamos en un nivel más avanzado, tomando en cuenta que también teníamos clases extras. Pero no me imagino tomando alguna clase no obligatoria como lo era vuelo, el quidditch no me gustaba para nada, y tampoco a mis amigos, así que no me sentía obligada a nada.

—Muy bien, muy bien. —comenzó el profesor Ted. —Por favor, colóquense en una fila. Esto que ven aquí es un Boggart. —explicó señalando el armario de espejos frente a nosotros. —Mostrará frente a ustedes sus miedos más grandes, quizá alguno que ni siquiera conocen o no quieren reconocer, pero está ahí, en sus almas. ¿El encantamiento repulsivo Boggart es...? —pregunta el metamorfomago y varios levantan la mano. —¿Albus? —pregunta a su primo que no había levantado la mano. Sin embargo este no responde y se gana una mirada desaprobatoria de parte del ahijado de su padre. —¿Sí, Ruby?

—El encantamiento repulsor es Riddikulus, profesor. —dice pavoneándose.

—Así es, Ruby. Este encantamiento requiere fuerza mental para realizarlo correctamente. Luego, deben visualizar ese miedo como algo que les genere risa. No obstante, un boggart asumirá una forma intimidante para su oponente sólo en el momento de enfrentarse contra él; si el usuario pierde la concentración después de observar la manifestación de sus miedos más profundos y se deja llevar por sus emociones, el hechizo no funcionará, haciendo que el boggart cambie a una forma cada vez más intimidante y horrible para su oponente. —advierte. —Es sumamente importante la concentración, chicos. —Después de que el boggart se transforme en algo gracioso para su oponente, la única forma de hacer que se desvanezca es la risa. ¿Alguien puede decirme que movimiento de varita se debe usar?

—Como si estuvieras dando un latigazo. —interviene Lucy sin pedir permiso antes.

—Así es Lucy. —apremia el profesor Ted sin molestarse. —Ahora, tú que sabes cómo hacerlo correctamente, ¿te molestaría hacerlo primero?

Lucy pasa al frente sin dudarlo y se posiciona frente al armario. Con un gesto de varita el profesor Ted abre el armario y sale un ligero humo, en cuanto el humo se queda templado frente a Lucy, cambia de forma rápidamente. Como un torbellino el humo se convierte en Tomas.

—Esto es increíble. —murmura Lucy dando un sonoro bufido mientras rueda los ojos.

—No te confíes, Lucy, puede cambiar. —le recuerda el profesor.

Y entonces el Boggart en forma de Tomas empieza a caminar hacia Lucy, este se arrodilla y saca un pequeño estuche de su traje, lo abre y deja ver un anillo de plata con una generosa piedra de esmeralda. Este gesto hizo que Lucy hiciera una mueca de asco.

—¡Riddikulus! —musitó al instante moviendo la varita como si fuese un látigo y sonando el hechizo como un latigazo.

Rápidamente el Boggart empezó a cambiar haciendo que Tomas se quedara en calzoncillos e intentara cubrirse con las manos avergonzado, soltando el estuche con el anillo. Enseguida todos nos comenzamos a reír y el Boggart se esfumó convirtiéndose en humo nuevamente. El profesor Ted hizo un gesto de varita para que el humo entrara al armario y este último se cerrara.

—Muy bien. —exclama el profesor calmando su risa. —A todos nos asusta el matrimonio. —comenta. —¿Alguien quiere ser el siguiente?

La siguiente fue Ruby, el humo cambió frente a ella y se transformó en Scorpius, Albus y yo. La ignorábamos por completo y la mirábamos de reojo con desprecio, al mirarla veía como su varita temblaba en su mano, la cual estaba completamente extendida, parecía que nunca iba a conjurar el hechizo y el Boggart se alimentaba de su miedo haciéndose más y más intimidante mientras agregaba a más personas que le daban la espalda.