ʟᴀ ɢʀᴀᴅᴜᴀᴄɪᴏ́ɴ.

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—Ron. —murmura Hermione mirando a través de la ventana mientras este se ajustaba la corbata viéndose en el espejo de la habitación matrimonial.

—¿Sí? —responde sin mirarla.

—No me gusta nada esta noche. —alarma ella tocándose las manos con nerviosismo.

—¿A qué te refieres? —voltea a mirarla ceñudo.

—No lo sé, tengo un mal presentimiento.

—Sólo son los nervios, nuestra pequeña Rosie ya se convirtió en toda una mujer, eso es todo. Sólo tómate un tónico para los nervios. —sugiere dándole un beso en la mejilla. —Lo mismo te ocurrió la primera vez que Rosie se marchó a Hogwarts. Para cuando Hugo se gradúe ya estarás acostumbrada.

—Tienes razón. —sonríe no muy convencida, pero igual le da un beso en los labios a su marido. —Recuerdo haber visto de la misma forma a Fleur para la graduación de Victoire.

—¿Ya lo ves? No hay nada de que preocuparse.

Mientras tanto en la mansión de los Emeraude; Agatha no dejaba de beber, hacia ya horas que se había vestido y arreglado, entonces se sentó en el salón y destapó una botella de Whisky de Fuego.

—Mamá, por favor, basta. —pide Tomas arrebatándole el vaso de los dedos.

—Tú no lo entiendes, Tomas. —murmura la rubia arrastrando las palabras. —Mi pequeña niña se gradúa.

—Ya, mamá, la vas a avergonzar si te emborrachas.

—Doy vergüenza, lo sé. —Tomas ríe.

—Sólo no vuelvas a beber hasta que llegues al castillo, ¿bien?

—¡Qué rápido ha pasado el tiempo! ¡Mi propio hijo está dándome órdenes!

—Mamá... —advierte.

Mientras que en el 12 de Grimund Place, los Potter se alistaban demasiado felices, pues el último varón estaba hecho todo un mago.

—¡Mamá! ¿¡Dónde está mi corbata!? —grita el ojiverde desde el piso de arriba.

—¡No lo sé! ¿Por qué debería saberlo?

—¡Pues no está!

—¡Utiliza otra entonces!

—¿Cómo que utilice otra? —exclama apareciéndose en la cocina donde estaban los señores Potter. —¡Debe ser roja mamá! ¿Acaso no sabes de estilo?

—Disculpe usted, señor modista, ¡pero no sé dónde está tu corbata!

—¡Entonces no podré ir! —chilla saliendo de la cocina dando manotazos al aire.

—Harry. —llama Ginny, de un momento a otro la mirada de su esposo estaba perdida. —¿Estás bien, Harry?

—Sí... Sí, sólo estaba... Recordando.

—Espero que sean buenos recuerdos. —ambos sonríen. —Estoy muy feliz, Harry. Ahora sólo nos falta Lily y... Entrará al equipo de Las Arpías de Holyhead.

—No hay equipo mejor. —apremia él sonriente.

Mientras que la casa rodeada de árboles, la casa de los Fudge, estaba más apagada de lo común.

La señora Clarissa estaba sentada en la orilla de su cama con un portarretrato abrazado a su pecho. Tenía nostalgia, recordaba perfectamente la graduación de su hijo mayor, el hijo que ya no estaba con ella, el que más parecido tenía con su esposo.

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada] Where stories live. Discover now