ᴡɪɴᴢᴇɴɢᴀᴍᴏᴛ.

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Todos los magos y brujas representantes de los diferentes departamentos del ministerio se encontraban ahí, en uno de los tribunales de Winzengamot.

—¡Orden! ¡Orden! —exclama la ministra, Hermione Granger. —¿Tengo que conjurar el silencio? —con su varita hace aparecer la palabra silencio desde atrás y todos guardan silencio. —Bien, bienvenidos a esta reunión general extraordinaria, estoy feliz de que la mayoría haya podido venir. —carraspea su garganta y continúa. —El mundo mágico ha estado viviendo en paz por muchos años ya, han pasado 23 años desde que vencimos a Voldemort en la batalla de Hogwarts, y estoy encantada de decir que hay una nueva generación creciendo, conociendo sólo la historia del conflicto. —mira a Harry. —¿Desde aquí?

—Los aliados de Voldemort se han visto en movimiento desde hace algunos meses. —habla Harry. —Hemos seguido a los Trolls en su camino por Europa, a los Gigantes empezando a cruzar océanos y los hombres lobos... Bien, estoy avergonzado de decir que los perdimos hace semanas. No sabemos a donde han ido, ni quien los insta a moverse, y estamos preocupados acerca de lo que eso puede significar. Así que estamos preguntando ¿alguien ha visto algo? ¿Alguno a sentido algo? Si pudieran alzar su varita, escucharemos hablar a todo el mundo. —Minerva McGonagall alza su varita. —¿Sí, directora?

—Yo vi como si los almacenes de pociones hubieran sido intervenidos cuando volvimos de las vacaciones de verano, pero no faltaban demasiados ingredientes, algo de piel de Boomslang y algunas alas de moscas, nada del registro restringido. —se encoje de hombros. —Le hechamos la culpa a Peeves.

—Gracias, profesora, lo Investigaremos. —sonríe y luego mira al rededor. —¿Alguien más? —nadie se inmuta. —Bien, la cicatriz de Harry vuelve a doler, y esto no pasa desde Voldemort.

—Voldemort ha muerto, Voldemort se ha ido. —escupe Draco. Probablemente era el que más le temía.

—Sí, Draco. —interviene Hermione. —Voldemort ha muerto, pero este tipo de cosas nos insta a pensar que hay una posibilidad de que Voldemort o algún resto de él, puede estar de vuelta.

—Ahora esto es incomodo, pero tenemos que preguntarlo. —masculla Harry. —Alguno de ustedes que posea la marca... ¿Han sentido algo? ¿Aunque sea una punzada?

Leo Malfoy se tensa al lado de su padre y lo mira expectante, no cree que Voldemort ha regresado, pero apuesta que ni siquiera su padre se ha cuestionado que su marca ha dolido aunque sea levemente, aunque sabe bien que si lo supiera con certeza, se lo contaría. Su padre nunca le guardaría secretos.

—Otra vez tus prejuicios contra aquellos que tenemos la marca, ¿no es así Potter? —escupe con asco y se sube la manga de su abrigo violentamente. —La marca se ha disuelto con los años, ya no hay tinta, sólo es una asquerosa cicatriz.

—Draco, Harry sólo está intentan...

—No, Granger. —interrumpe Draco y la ve con ojos suplicantes. —¿Tú sabes de que trata esto? Potter sólo quiere su cara de vuelta en los periódicos. Tenemos rumores acerca de Voldemort en el profeta una vez al año.

—¡Ninguno de esos rumores vino de mí! —chilla Harry.

—¿De verdad? ¿No es tu esposa quien edita el profeta?

—Sí, la sección de deportes.

—Draco, por favor. —ruega Hermione. —Tienes a tu hijo junto a ti, tienes dos hijos adolescentes... ¿De qué lado estás? —lo mira con ojos suplicantes. —¿De mi lado... Del lado del ministerio? ¿O del lado de tu arrogancia?

—Sólo quiero decir, Granger... —se suaviza. —Que si algo va mal, no es por Voldemort, es otra cosa.

—¿Qué cosa? —cuestiona Harry.

—No lo sé, Potter. Ese es tu trabajo, no el mío. —recupera el mismo tono pedante de antes. —Mi cicatriz está doliendo, mi cicatriz duele—se mofa. —Y todos saben lo que eso significa; que los periodistas carroñeros, tienen de nuevo una oportunidad para difamar a mi hijo con ridículos rumores sobre su parentesco.

—Draco, nadie está diciendo que esto tenga algo que ver con Scorpius. —murmura Harry.

—¡Claro que no! —ironiza. —Hiciste llorar a nuestros hijos por tus estúpidas suposiciones. —Draco se pone de pie dispuesto a marcharse y Leo lo imita. —Tu cicatriz duele, pero la mía no, Potter. —le lanza una mirada amenazante y luego la suaviza para mirar a Hermione. —¿Algo más, Granger?

—Draco... —murmura Hermione desesperanzada.

—Muy bien, me largo. —anuncia y se va con Leo a su lado.

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada] Where stories live. Discover now