𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱 𝐊𝐫𝐮𝐦¹ © ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ [Terminada]

♧ ʀᴜʙʏ ғᴜᴅɢᴇ ♧

Mi padre trabajaba para el departamento de seguridad mágica, y en algún momento dieron con el paradero de varios de los mortífagos que habían escapado en la segunda guerra mágica. En el enfrentamiento no sólo murieron un par de mortífagos que se opusieron al arresto, sino que mi padre también perdió la vida bajo la maldición asesina. Esa noche lograron escapar varios mortífagos creando así la inseguridad entre las familias de los aurores que asaltaron la base de mortígafos esa noche.

Cuando murió Roger Fudge; mi padre, yo tenía sólo seis años. Mi madre se vio sumergida en el dolor, amaba a mi padre más que a ella misma. Intentaba hacerse la fuerte frente a mis hermanos y a mí, pero era imposible no darse cuenta de la pena que sentía.

—Te pareces tanto a tu padre. —le dijo mi madre con melancolía a mi hermano.

Royce Fudge; mi hermano mayor, era físicamente parecido a mi padre, era alto, guapo y tenía la misma cabellera marrón oscuro de mi padre. Cuando mi padre murió él tenía catorce años e iba a Hogwarts, pertenecía a Gryffindor, al igual que mis padres, lo que le llenaba de orgullo a mi padre en vida y a mi madre también.

—Hermano, ¿puedes hacerme un hechizo?

—¿Un hechizo para qué, Ruby? —inquiere con una ceja alzada.

—Para cambiar el color de mi cabello, quiero ser rubia, como mamá y René.

—Ruby, tu cabello es hermoso, está bien así, no necesitas cambiarlo. —asegura con una sonrisa.

Mi cabello rojizo lo había heredado de mi bisabuelo Cornelius Fudge, a mi madre nunca le había agradado por su manera de juzgar a las personas, sumando también su actitud arrogante y déspota, no voy a negar que era un hombre de mal carácter, pero mi padre lo respetaba.

Cuando mi padre murió, mi madre odió aún más a mi bisabuelo Cornelius, mi madre lo culpó a él de que mi padre entrara a trabajar al ministerio, y por lo tanto lo culpaba a él de que mi padre fuera asesinado.

Mi madre siempre asociaba la apariencia física de las personas con otras parecidas, lo hacía con mi hermano y mi padre, así que también lo hacía conmigo.

—¡Eres tan arrogante! ¡Como el maldito de Cornelius Fudge! ¡No sé que hice para merecer una hija como tú! —gruñó mi madre.

Ya con ocho años había demostrado que tenía un carácter fuerte, no me gustaban las injusticias y yo sentía que imitaba la valentía de mi madre, pero sin embargo, ella creía que mi valentía era arrogancia, heredada de mi bisabuelo y no de ella.

—No te pareces en nada al abuelo Cornelius, Ruby. —asegura Royce. —De hecho, me recuerdas a papá.

El siguiente año ya tenía nueve y nos llegó una carta de parte de René, había empezado su primer año en Hogwarts y había sido seleccionada en Gryffindor, mi madre saltaba de alegría y decía que René no sólo había heredado su hermoso cabello rubio, sino que también su valentía y personalidad, y que era por eso que René había sido seleccionada en Gryffindor, como muestra de que era tan merecedora de su afecto como ninguna otra.