CAPITULO 24

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-Señorita ¿Gusta tomar algo? -Me preguntó ella.

-Una gaseosa estaría bien, muchas gracias.

-Inmediatamente se la traeré.

-Muchas gracias -Se retiró.

Seguí caminando por la piscina y llegué hasta donde estaban los vestidores para cambiarse de ropa cuando alguien va a la piscina, entré y era muy bonito tenía las paredes de piedra y un ancho espejo súper limpio, saqué mi celular y opté por sacarme una foto reflejada en el espejo ya que la pared le da un fondo bonito y así lo hice, después la subí a la red social y puse la ubicación París, Francia. Oí que me llamaban así que imaginé que era la señora por lo cuál salí de allí y me la encontré junto con el vaso.

-Señorita aquí tiene un vaso de gaseosa -Dijo entregándome el mismo.

-Gracias.

-No hay de qué -Se retiró.

Cómo no sabía cuánto tiempo duraría la reunión de Damián con sus amigos, decidí sentarme en el borde de la piscina y metí mis pies en el agua mientras tomaba la bebida. De pronto me llega un mensaje a mi celular de mi amiga Dalia, era de esperarse, respondiendo a mi foto me preguntó ¿Qué tan bonito es París? Ya que ella al igual que yo nunca había salido de Rusia, le comenté que no había venido de paseo sino por asuntos de Damián pero que lo poco que había podido ver era muy lindo, también le mandé la fotografía de la vista que tenía desde la habitación del hotel donde se veía parte de la Torre Eiffel, la cual había sacado antes de venir, ella me dijo que no desaproveche el viaje y que visite el lugar pero le dije que no creía que fuera esto posible ya qué Damián tiene algunos problemas laborales que tratar y le ocupa mucho tiempo pero aún así no me dejó de insistir y siguió diciéndome que lo haga, para que ya no me siga molestando con lo mismo le dije que trataría de ir y por fin me dejó en paz con ese tema. Pasaron como unas dos horas y yo seguía allí sentada en el borde de la piscina, por lo menos no me aburrí mucho ya que estuve hablando con Dalia pero habíamos tenido que despedirnos porque ella iba a salir con sus papás yo me había quedado allí un rato más pero en este momento me dió por ingresar a la mansión y hacerle caso a lo que me dijo Allard que podía explorarla así que eso haré.

No sé ni por dónde empezar pero creo que comenzaré por el piso de arriba y luego bajo hasta acá, me dirigí hacia las escaleras y subí, al llegar al segundo piso había un largo pasillo y varias puertas en el fondo se veía que habían dos cruces uno derecho y otro izquierdo, no sabía si podía ingresar a las habitaciones pero como él mismo dijo que si quiero puedo subir supongo que eso también incluye él visitar todas las habitaciones, abrí la primera puerta y este era una gran sala de juego, habían futbolín, juegos de mesa, incluso esos simuladores de autos de carrera pero no jugué ninguno ya que no sabía si tenía permiso para eso, salí de allí y me dirigí a la puerta de enfrente que tenía un bonito color blanco, al abrirla pude ver que era una habitación su color principal era el café oscuro, tenía las cortinas cerradas y tenía tres puertas dos se encontraban abiertas y una al lado de la cama cerrada pasé hacia esta habitación y primero me dirigí hacia las abiertas, al ver la primera era un closet grande con ropa de hombre así que empecé a suponer que esta era la habitación de Allard y al ir a la segunda era un gran baño muy ancho, salí de allí y me iba a dirigir hacia la puerta cerrada cuando escuché voces provenientes de esta, así que con cuidado me coloqué al lado de esta para poder escuchar mejor.

-Eso es exactamente lo que tenemos que hacer -Reconocí la voz de Allard.

-Pero piensen un poco mejor tenemos que estar seguros de que fueron los tipos del "Impensable" sino nos pueden contra demandar por supuestos daños psicológicos -Era Damián.

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